La víspera a la reforma del Código Contravencional

Mañana se tratará en la Legislatura porteña la reforma al Código Contravencional. Los legisladores del oficialismo y del macrismo acordaron no bajar la edad de imputabilidad hasta que se sancione un régimen procesal contravencional juvenil. Más de 1.500 policías custodiarán las inmediaciones. Varias agrupaciones piqueteras confirmaron su presencia.

Mañana se reunirán los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para tratar la polémica reforma del Código Contravencional. La modificación de estas leyes se vio demorada por los incidentes que ocurrieron en la Legislatura así como también por las diferencias entre los distintos bloques. Pero esta tarde, los legisladores oficialistas y los macristas llegaron a un acuerdo en un punto controvertido: no modificar la edad de imputabilidad hasta tanto se sancione un régimen procesal contravencional juvenil.

Además, ambos grupos de legisladores acordaron no considerar los arrestos automáticos por reincidencia y mantendrán el criterio de que la reiteración de conductas contravencionales aumentan las penas en un tercio, pero no habrá arrestos automáticos.

Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), aseguró que la marcha de mañana será "tranquila" y manifestó que no se producirán incidentes como los ocurridos 20 días atrás. Alderete negó que grupos piqueteros hayan sido responsables y culpó a "agentes ocupados y desocupados de la SIDE". Varias agrupaciones piqueteras como el Bloque Piquetero Nacional, la Asamblea Nacional de Trabajadores, del MTD Aníbal Verón, el FTC, MST y la Central de Trabajadores Argentinos liderada por Víctor De Gennaro (CTA) y la Coordinadora Unidad Barrial (CUBa) liderada por el dirigente Oscar Kuperman, confirmaron su presencia.

Más de 1.500 policías, sin armas de fuego, custodiarán las inmediaciones. El presidente Néstor Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra anunciaron para mañana un operativo de "saturación" de policías en las calles, la protección de edificios públicos y una política de "disuasión" pero sin armas de fuego.

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