Los barquitos de Chávez navegan en un mar de dudas

Los dos ingenieros navales venezolanos enviados por la empresa venezolana PDVSA que evaluaron la capacidad técnica del Astillero Río Santiago admitieron ayer -durante una conferencia de prensa en la que también participó el ministro de Gobierno bonaerense, Rafael Magnanini- que la reparación y posterior construcción de buques venezolanos está supeditada al sometimiento de un proceso licitatorio en el que intervendrán astilleros de otros países también interesados en trabajar para el estado venezolano. Y estarán condicionados a que Astillero Río Santiago se imponga en una compulsa internacional de precios.

De esta manera, los acuerdos que el gobierno de Solá intenta cerrar con Venezuela –luego del anuncio entre bombos y platillos del presidente Néstor Kirchner y su par Hugo Chávez- estarán condicionados en su efectiva aplicación a que el Astillero Río Santiago se imponga en una compulsa internacional de precios, ya sea para reparar o construir nuevos barcos, informa esta mañana Infocielo.

Por lo tanto, y pese a la conferencia de prensa de ayer, el tema está lejos de ser resuelto y puede todavía que naufrague la intención de las autoridades bonaerenses de construir 7 buques para la empresa petrolera de Venezuela.

Los técnicos responsables de la compañía PDVSA Marina confirmaron que tienen 50 barcos entre propios y charteados y que ese país necesita construir 7 buques, 5 tanqueros y 2 asfalteros.

En caso de sortearse estos pasos, la primera reparación será la del buque Luisa Cáceres, pero para finalizarlo se debería firmar un convenio con un astillero privado para cumplimentar el proceso de reparación "fuera del agua".

Dianca y Río Santiago apuntan a realizar esos trabajos mediante una alianza estratégica entre Argentina y Venezuela "con el objeto de poder realizar buques en el país".

Dianca es el astillero venezolano que se encarga de reparar y construir buques para ese país, pero sólo tiene capacidad hasta las 30.000 toneladas. Por encima de ese tonelaje sale a contratar en el exterior. Y ahí entra el Astillero Río Santiago que puede atender hasta 80.000 toneladas.

Magnanini explicó al respecto que "para poder reparar un buque, el 80% del proceso se realiza en el agua", una etapa que estará a cargo de Astilleros Río Santiago, mientras que para terminar el proceso "se firma un convenio con Puerto Belgrano o Tandanor, para realizar el encadenado que permita extraerlo del agua".

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