RIESGOS DEL CÓDIGO FORESTAL DE BRASIL

Sin árboles no hay aves

Un estudio muestra que el Código Forestal que se planifica en Brasil pone varias especies de aves en riesgo.

Una investigación académica sobre los hábitos de 122 especies de aves en la paulista región de Sorocaba indica que la mitad de ellas vive y se reproduce solo en bosques naturales.

 
La posible reducción de reservas, prevista en la reforma de la legislación, amenazaría de extinción a varias especies, afirmó José Maria Tomazela en el diario O Estado de S. Paulo.
 
La investigación es de la Universidad Federal de São Carlos (Ofscar), câmpus de Sorocaba, y muestra que, por lo menos, 50% de las aves más comunes en la región viven y se reproducen en fragmentos de bosques naturales, y no en áreas agrícolas y pomares. 
 
De acuerdo con el estudio, la posible reducción de las reservas prevista en la propuesta del nuevo Código Forestal puede acarrear la desaparición de varias especies.
 
El trabajo de campo para la investigación –que integra la tesis de maestría del investigador Marcelo Gonçalves Campolim– fue realizado en la zona rural de Pilar do Sul, próximo a Sorocaba (municipio brasileño del Estado de São Paulo, 88 Km. de la capital del Estado, ubicada cerca del Peabiru, antiguo camino indígena entre el Océano Atlántico y la región de los Andes, desde el siglo 18 sede de una feria de ganados vacunos y equinos que eran traficados mediante contrabando desde la Banda Oriental por la llamada Ruta del Ganado).
 
El área es ocupada por plantaciones de mandarinas, además de pasto y campo de produción de granos.
 
El objetivo de la investigación, orientada por el profesor João Augusto Piratelli, era verificar se las especies examinadas podrían usar las plantaciones de mandarina, que son culturas permanente, ampliando su hábitat natural –o hasta para sustituirlo.
 
Según el estudio, de las 122 especies investigadas, 60 fueron detectadas en las plantaciones y en los bosques (áreas con vegetación nativa), y las demás solo en esos fragmentos, o sea, 62 especies no se encuentran en los pomares.
 
“Concluimos que el bosque nativo es de suma importancia para por lo menos la mitad de las especies de la región. Para la otra mitad, las plantaciones pueden ser utilizadas para desplazamiento, alimentación o reproducción”, explicó Campolim.
 
Amenazados
 
En un contexto más amplio, continua el investigador, es posible afirmar que la fragmentación forestal puede acarrear la desaparición de especies.
 
Entre las aves que fueron encontradas solo en los fragmentos forestales se destacan Anambé Negro, Tocava-Cantadora, Bailarín Azul, Saíra de Antifáz y Tangará Giris.

En los 2 ambientes, fragmentos y plantaciones, fueron encontrados principalmente Benteveo rayado, Piojito, Boyero ala amarilla, Pecho Amarillo, Arañero Silbón, Tacuarita Blanca y chuña de patas rojas.

 
De acuerdo con Piratelli, la investigación es pionera en Brasil, pues por primera vez un estudio buscó demostrar como las plantaciones de cítricos favorecen, o no, a la fauna de la región. La idea del estudio surgió cuando Piratelli viajaba por el interior del Estado de S. Paulo y constató que la mayor parte del paisaje estaba compuesto por plantaciones y pastizales.
 
“La vegetación nativa casi no existe más y, a causa de ello, muchas especies desaparecieron o están amenazadas”, lamenta.
 
La investigación también llama la atención sobre el nuevo Código Forestal, que prevé la reducción de algunas áreas, que hoy son legalmente protegidas, como vegetación de las márgenes de los ríos  y cimas de colinas, para ser utilizadas para agropecuaria.
 
“Tememos porque los cambios en las áreas protegidas previstos en el nuevo código puedan ser terribles para las aves y otros animales que van a perder ambientes naturales. Y aquellas que no consiguen sobrevivir en las plantaciones tienden a escasear o hasta a desaparecer”, prevé el profesor.

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