La 3ra. marcha de Blumberg (con apoyo de los Garnil)

POR GUILLERMINA FOSSATI Juan Carlos Blumberg convocó a la tercera marcha desde el asesinato de su hijo, Axel, donde llevará un petitorio al Congreso exigiendo el tratamiento de algunos puntos que se presentaron en la 1ra. marcha y que aún no se trataron. Además, reclamará por la designación de María del Carmen Falbo como procuradora bonaerense. El ingeniero recibió el apoyo de la mamá de Nicolás Garnil, que criticó al gobierno después de la liberación de su hijo. Alberto Fernández respondió a los dichos y los adjudicó a "una parte de la Argentina que descrubre el dolor cuando los toca".

Juan Carlos Blumberg convocó a la tercera marcha desde que su hijo, Axel, fue secuestrado y asesinado cuando agentes de la SIDE interceptaron el auto donde los captores trasladaban al joven, después de una semana de permanecer en cautiverio y tras un operativo que dejó más dudas que certezas, además de un triste final.

La marcha, que se concretará el 26 de agosto, será frente al Congreso de la Nación tal como se realizó el 1 de abril pasado y a pesar de haber anunciado primero que sería en la Ciudad de La Plata, aunque ahora el ingeniero se movilizará hasta la casa de la provincia de Buenos Aires para protestar por la designación de María del Carmen Falbo como procuradora bonaerense y para presentar un informe con la evaluación del área de justicia y seguridad de la provincia.

Blumberg trató de diversifircar el motivo de su convocatoria en las últimas horas, ya que en un principio estaba dirigida especialmente a la ex diputada nacional con quien se enemistaron apenas el ingeniero irrumpió en los medios de comunicación, a quien Falbo calificó de nazi luego de conocer las reformas y proyectos de ley que presentó el padre de Axel en el Congreso.

Es por eso que desde que el nombre de Falbo comenzó a sonar para reemplazar al fallecido procurador, Eduardo De la Cruz, Blumberg se movilizó hasta la ciudad de La Plata con una serie de argumentos que intentaban detener la nominación, pero todo siguió adelante bajo el consentimiento del gobernador Felipe Solá.

¿Por qué Blumberg vuelve a escena? Muchos pensaron que la presencia de Juan Carlos Blumberg en los medios de comunicación comenzaría a perder protagonismo con el tiempo. Si bien siguió siendo invitado de algunos programas, aparecieron otras voces y críticas contra el ingeniero, que muchos culparon de movilizarse sólo por cuestiones emocionales y sin conocimiento de los verdaderos problemas que afectan a la sociedad.

Sin embargo, la ola de inseguridad que parece más crítica día a día mantiene vivo a Blumberg, y todos los domingos el insiste con las reuniones que se realizan en su casa de Martinez junto a un grupo de personas que buscan una salida a la crisis. Paradójicamente, la reiteración de los mismos hechos delictivos que lo llevaron a la vida pública dan vigencia a sus opiniones. En los últimos días fue el secuestro de Nicolás Garnil, de 17 años, que fue liberado 21 días después.

En este caso, Blumberg se unió a la familia del adolescente cuya madre criticó duramente al presidente Néstor Kirchner por hablar de un país seguro cuando su hijo estaba secuestrado, también pidió que la sociedad acompañe al ingeniero el próximo 26 de agosto y que los días jueves la gente use una cinta negra como símbolo de miedo.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reaccionó rápidamente ante las críticas de la médica y dijo que "la señora forma parte de una Argentina que conoce el dolor cuando los tocan". También agregó que nadie sabe las horas que trabajó el presidente por Nicolás.

Mientras tanto en Entre Ríos, Fernanda Aguirre, de 12 años, desapareció hace más de 20 días y el supuesto responsable que podía aportar datos, Miguen Lencina, apareció muerto en una celda de la comisaría provincial. Luego en Valentín Alsina, Gabriel Gaita, de 30 años, fue secuestrado cuando salía de la curtiembre de su padre, una importante empresa de Lanús.

Según una encuesta de Giacobbe & Asociados en la provincia de Buenos Aires, la reacción que provoca la situación actual de inseguridad es de temor para el 35,6% de la sociedad; inquietud para el 34,8%; pánico para el 21,3%; mientras que sólo un 6,8% indica no tener miedo.

Sobre las razones de la delincuencia indica que para el 27% se debe a la falta de trabajo; el 21,2% a la ineptitud de la justicia; el 20,9% a deficiencias educativas; el 13,5% al desinterés del gobierno; el 8,4% a la droga; y el 8% a la inoperancia policial.

Entonces, el padre de Axel tiene argumentos para seguir pidiendo cambios y modificaciones legislativas, teniendo en cuenta que desde que mataron a su hijo y comenzó una campaña por mayor seguridad nada ha cambiado y las cosas parecen empeorar, con secuestros que duran muchos días dejando en claro el poder de los secuestradores.

La movilización hasta el Congreso se fundamenta en un pedido especial por el juicio por jurados, la baja en la edad de imputabilidad y la creación de un cuerpo policial con fuerte presencia en todo el territorio nacional. También incluirá puntos relacionados con la reforma política, como la eliminación de las listas sábana.

Según una encuesta de Fundación Diagonal Sur, el 70% de la población está de acuerdo con bajar la edad de punibilidad como medida para mejorar la seguridad; y un 61,3% cree que deben aplicarse mayores condenas.

Por otro lado, la inseguridad preocupa a la población y se ubica en primer lugar entre los temas que los argentinos consideran descuidados por el gobierno. En segundo lugar, se ubicaron temas como los Sociales, la Educación y la Desocupación.

El 87% considera que la Argentina vive una crisis de inseguridad, y un 76% reconoce haber cambiado sus costumbres por temor.

Los datos de la realidad parecen no coincidir con la visión de los gobernantes, y tal vez esto ayuda a Blumberg en sus convocatorias. El presidente de la Nación, Néstor Kirchner, dijo que la Argentina era más segura, aunque luego adjudicó los dichos a un mal entendido periodístico.

Luego fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, el distrito con mayor índice de delincuencia, quien aseguró que en los últimos dos meses bajó el número de secuestros extorsivos y exprés en el territorio provincial.

La inseguridad aumentó considerablemente en 2004, continuando la tendencia que se incrementa desde 2002. El conurbano bonaerense es uno de los principales focos de violencia, y también en Capital Federal se registra una suma importante de hechos delictivos que afecta a gran parte de los habitantes.

En la provincia de Buenos Aires el ministro de Seguridad, León Arslanian, sigue con las purgas policiales, aunque nada garantiza que mejore la seguridad. Además, ya fueron desplazados miles de efectivos de sus cargos, que no son reemplazados porque la convocatoria para integrar una nueva policía no fue exitosa. La advertencia también llega a los jefes de las Departamentales en las que "no se observe eficiencia en la lucha contra el delito", dijo el ministro.

Juan Carlos Blumberg está dispuesto a seguir la lucha sin considerar las voces a favor y en contra que ya hacen eco en todos lados. Pero tendrá que organizar su futuro.

Su tendencia de centroderecha y su cercanía a Ricardo López Murphy, por un lado, lo enfrentan al duhaldismo, teniendo en cuenta que Eduardo Duhalde está trabajando por la gobernación de su esposa, Hilda González de Duhalde, en 2007, mientras que el líder de Recrear Argentina tiene sus miras en ese distrito.

Hasta el momento, no se habían dado enfrentamientos entre el ex presidente y el ingeniero, y el primer choque fue tras las críticas de Blumberg a María del Carmen Falbo, a las que respondió Chiche Duhalde defendiendo a la nueva procuradora. El ingeniero "debe asesorarse porque ella no viene de la política, sino que es una técnica que, como presidenta del Colegio de Abogados de Quilmes, fue elegida para ocupar un cargo".

La pelea ya estaba planteada y la carrera por la gobernación bonaerense es una apuesta que Blumberg tendrá que lidiar con el duhaldismo desde otro frente, ya que el padre de Axel niega que vaya a intervenir en política. Pero la designación de Falbo desató la guerra ya que su nombre no fue sólo la elección de Felipe Solá, sino que su postulación tiene un trasfondo mucho más fuerte y es su cercanía con el duhaldismo.

La ahora procuradora provincial fue siempre de las filas de Eduardo Duhalde, a quien acompañó como subsecretaria de Justicia cuando éste era gobernador bonaerense, y también mantiene una estrecha relación con su esposa. Este vínculo fue el que le garantizó a la abogada conseguir el apoyo unánime de la legislatura provincial, aún contralada por el ex gobernador.

María del Carmen Falbo era actualmente diputada nacional por el justicialismo, elegida en 1999 y renovada en 2003. Entre los cargos que ocupó fue Presidente del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Quilmes entre 1992 y 1995, integró la Comisión de mapa Judicial de la provincia de Buenos Aires en representación del Colegio de Abogados bonaerense y fue designada Conjuez en 1994 por la Suprema Corte de Justicia.

En 1995 fue designada Subsecretaria de Justicia de la Provincia de Buenos Aires hasta 1998, cuando en ocasión de crearse el Ministerio de Justicia y Seguridad asumió como Secretaria de Justicia bonaerense, hasta 1999. También integró la Comisión de redacción del proyecto de creación del Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires, cuya ley fue sancionada en 1996.

Solá, en defensa de Falbo, dijo que "tiene la suficiente experiencia, seriedad y aplicación al Derecho con profunda vocación transformadora, factores que nos parecen imprescindibles para el cargo".

Falbo se mostró a favor del proyecto de creación de la Defensoría General dividiendo la Procuración, y sostuvo que debe avanzarse con la descentralización de las fiscalías, aunque, según advirtió, "con un criterio de regionalización basado en el análisis del mapa del delito y no como si fueran kioscos".

La designación del procurador general de la Corte -que es un cargo vitalicio- necesita acuerdo del Senado y esta vez, en virtud de un reciente decreto de Solá, los ciudadanos, los colegios profesionales y otras organizaciones comunitarias pueden plantear objeciones al candidato que propone el Poder Ejecutivo.

La abogada consiguió un gran número de adeptos que fueron clave para conseguir 432 voces a favor de la designación y sólo cuatro impugnaciones, dentro de la cual figura la de Blumberg, que se quejó porque fue improvisada una votación en el Senado justo en el momento que le acercarían las firmas contra Falbo, que finalmente no fueron consideradas.

Lo qué viene después de la tercera convocatoria. El éxito de la primera marcha era indudable. Había en la sociedad un sentimiento que se contagiaba de unos a otros. Grandes, jóvenes y chicos sabían que tenían que asistir por el bien de todos, para que escuchen el reclamo de una parte de los ciudadanos que no suelen participar de manifestaciones tumultuosas y que sólo alguna causa diferente los moviliza.

La sensación que generó la convocatoria frente al Congreso de la Nación del 1 de abril fue similar a la que generó el cacerolazo del 19 de diciembre de 2001, cuando una multitud se convocó espontáneamente para protestar contra el corralito financiero, Domingo Cavallo y Fernando De la Rúa.

En ese entonces, muchos sectores criticaron la movilización de miles de personas, en su mayoría de clase media, por considerar que solo se mueven cuando le tocan el bolsillo. Pero en el caso de la marcha que se denominó "Todos somos Axel" fue diferente. La gente se movilizó por la inseguridad, y había clase baja o media baja, la clásica familia tipo representante de la clases media y una porción de la clase alta argentina. También hubo críticas, pero el sentimiento que unía a los 150.000 o 200.000 argentinos (no hay una cifra exacta), fue el mismo. Miedo, preocupación, falta de garantías.

Además de los carteles por Axel, había pancartas por otros jóvenes víctimas de la violencia como Lucía Yaconis, violada y asesinada en Belgrano; Diego Peralta, secuestrado y asesinado en Ezpeleta; o Juan Manuel Canillas, que luego de un secuestro exprés que comenzó en Once, terminó asesinado con un tiro por la espalda.

La segunda marcha, el 22 de abril, fue en Tribunales. El clima no era el mismo y muchos pensaron en un fracaso, sin embargo, un promedio de 70.000 personas se acercaron a acompañar a Juan Carlos Blumberg, donde entregó un petitorio de 12 puntos reclamando cambios en la justicia.

Entre la primera y la segunda movilización, hubo algunos cambios que procuraron tranquilizar a la sociedad. El 7 de abril retornó a su cargo de ministro de justica León Arslanian, aunque Blumberg criticó la designación ya que lo hizo resposable de muchos desmanes ocurridos en su primera gestión.

También se sancionaron las leyes que elevaron las penas por la portación y tenencia de armas y se aprobaron las restricciones para la libertad condicional de los delitos graves. Esa fue una clara reacción del congreso a la presión social nacida en la marcha.

El jueves 29 de abril, en la misma revista de Edición i cuya tapa anticipó la salida de Gustavo Béliz del ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, se adelantó la tercera marcha de Juan Carlos Blumberg. El aumento de la violencia, la continuidad de los secuestros que cada vez duran más tiempo denotando el poder de las bandas y los policiales que día a día llenan la portada de los diarios, dejaban ver que nada conformaba al padre de Axel y que seguiría pidiendo por más justicia y seguridad.

Todo hacía prever que el eje de la convocatoria sería la Casa Rosada, pero el miedo por la inseguridad en aumento; la reacción de la familia Garnil y los demás secuestros, la designación de Falbo y el estancamiento del tratamiento de las leyes, dirigieron la convocatoria hacia el Congreso y Blumberg tendrá a su favor, una vez más, el descontento popular, y más alla de gustar o no sus propuestas, muchos sectores de la sociedad lo utilizarán para expresar su descontento diario.

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