Alberto Fernández y Alberto Iribarne, en la Nación, y León Arslanián, en la provincia de Buenos Aires, respiran aliviados: un secuestrado más que recupera su libertad sano y salvo.

Sin embargo, ninguno de ellos hizo algo importante por esto porque se logró pagando. Por lo tanto, lo que se necesita para asegurar la libertad de un familiar o amigo secuestrado es dinero, no fuerzas de seguridad. Lamentablemente, éste sigue siendo el mensaje predominante.

Gabriel Gaita, hijo de un empresario del cuero, secuestrado el 11 de agosto en Lanús, fue liberado cerca de una villa de la localidad bonaerense de Luis Guillón.

Su familia habría pagado $ 150.000 de rescate. "Voy para casa", le dijo a uno de sus hermanos.

Gabriel Gaita, hijo del empresario del cuero Américo Gaita, fue capturado la noche del miércoles de la semana pasada en Villa Diamante, partido de Lanús, cuando regresaba a su casa a bordo de un automóvil Chevrolet Meriva que quedó estrellado contra un árbol.

En un primer llamado que hicieron, los secuestradores dijeron que Gabriel estaba "bien", luego se registraron dos comunicaciones más y recién en la tarde de ayer, en el cuarto contacto, pidieron un rescate.