Bolaños desliza una quiebra de la filial de Parmalat en Panamá

El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, aseguró ayer que el gobierno no actuará en el conflicto de la filial nicaragüense del consorcio lácteo italiano Parmalat, intervenida por orden judicial, ya que teme que la empresa pueda quebrar o esté "podrida". El consorcio del grupo lácteo, por su parte, anunció que iniciará acciones legales para recuperar la subsidiaria nicaragüense, cuyo capital, reservas y activos totales ascienden a US$ 24 millones.

La crisis de esa filial genera incertidumbre entre la empresa privada y cerca de 8.000 productores de leche de Nicaragua, dado que Parmalat es la principal distribuidora del producto a nivel nacional, con un acopio de 200.000 litros de leche por día (unos 75 millones de litros anuales).

Bolaños lo sabe por eso fue claro en una rueda de prensa organizada ayer y de la que participaron cientos de corresponsales extranjeros en Managua.

El primer mandatario nicaragüense afirmó que observa con cautela y a distancia el caso de Parmalat-Nicaragua, aunque consideró "descabellada" la sentencia de una jueza local que ordenó su intervención el pasado 11 de agosto.

"Yo les digo a mis ministros: ni por la acera de enfrente pasen, porque esa cosa puede estar podrida o puede estar quebrada", comentó.según comenta esta mañana el diario La prensa de Panamá.

Asimismo, indicó que el Poder Ejecutivo no intervendrá en la crisis de la empresa porque teme que se le pueda responsabilizar en caso de una eventual quiebra.

"Si la van a quebrar que lo hagan sus dueños, que la manejen ellos como quieran", agregó.

Bolaños calificó de "rumores" las versiones que circularon hace días sobre la supuesta intención del Ejecutivo de decretar emergencia económica y declarar a Parmalat-Nicaragua de "utilidad pública".

"No somos locos, somos gente consciente que maneja muy bien el gobierno. Eso es un pleito interno entre ellos", dijo el gobernante.

Una jueza de Managua ordenó intervenir la filial de Parmalat y nombró como gerente al ex banquero Haroldo Montealegre, que pretende negociar el canje de una deuda por el 50% de las acciones de la empresa de productos lácteos.

Parmalat Nicaragua tiene una deuda de US$ 5.8 millones con el poderoso Banco de Crédito Centroamericano (Bancentro), socio de la filial italiana y al que Montealegre le reclama el pago de una deuda de US$ 6.2 millones.

En tanto, el Grupo Parmalat anunció que iniciará acciones legales para recuperar la subsidiaria, cuyo capital, reservas y activos totales ascienden a US$ 24 millones.

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