Es el turno de la gestión de Gobierno

En vez de pelearse con Duhalde o bien con cualquier sector del justicialismo, el presidente Néstor Kirchner prefiere mantenerse al margen de cualquier situación y empazar a concentrarse en su gestión. Al respecto, U24 reprodujo una nota publicada en la sección editorial del diario platense Hoy.

Según los que rodean al Presidente, éste habría decidido terminar con la etapa de la pelea y el debate público, y quiere iniciar una nueva: La etapa de la consolidación de su gestión.

Se ha dicho mucho sobre la exposición mediática fuerte y arriesgada, como sobre la política partidaria, las críticas y movidas sectoriales, en contraste con la falta de cambios reales en temas puntuales.

Fue más profundo (y no es un tema menor) el cambio generado en torno a la recuperación de la confianza en la política, para devolver la esperanza a los ciudadanos, que los cambios reales sobre los aspectos económicos.

En ese campo, fue más lo que se dijo que lo que efectivamente se avanzó, sea la negociación con el FMI, con los acreedores o con el poderoso grupo de los Siete.

Ahora, Kirchner hace bien en concentrarse en la gestión. Los nuevos objetivos son fortalecer el Gobierno en cuatro áreas: obras públicas, educación, mejora salarial y de jubilaciones (se dieron aumentos y se espera mejorarlos) y el cierre antes de fin de año de la negociación con los acreedores externos.

Después de 15 meses, el Presidente parece guardar prudencia. No salir a confrontar en forma pernanente, como hizo en sus primeros días, para marcar su propio rumbo. Un poco de silencio, y temas concretos. Esa parece ser la nueva estrategia. Se trata, incluso, de acercar posiciones con todos los sectores internos del Justicialismo, antes apartados por el auge de la transversalidad.

Algunos de los cambios de Kirchner resultan evidentes en su contacto con la prensa, en el trato con el Justicialismo, en la relación con los piqueteros y con la Iglesia. Se viene un nuevo Kirchner. Es de esperar que el cambio sea altamente positivo para todos los argentinos. Porque sin dudas, se vienen tiempos difíciles.

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