Alemania presentará a los Oscar una película sobre los últimos días de Hitler

El político más poderoso de su tiempo, dotado de una fuerza de voluntad monstruosa y con una férrea determinación de destruir: Eso era Adolfo Hitler, y no un demonio o un psicópata, en opinión de Oliver Hirschbiegel, director de la cinta Der Untergang (El hundimiento). "El peor error que podría cometerse es decir que Hitler no era un ser humano, porque eso le daría un atenuante, una disculpa", agrega el cineasta. El film sobre los últimos días del III Reich ya fue visto en Alemania por 750.000 espectadores y será presentado para representar a ese país en la carrera por los Oscar.

La película "Der Untergang" (El hundimiento), dirigida por Oliver Hirschbiegel e interpretada por Bruno Ganz en el papel de Adolf Hitler en los últimos días del III Reich, será presentada por Alemania en la carrera por los Oscar de Hollywood.

Se trata de la primera película alemana sobre los últimos 12 días del régimen nazi de Adolf Hitler.

Producida por Bernd Eichinger, "El hundimiento" fue vista ya por 750.000 espectadores desde su estreno el pasado 16 de septiembre en Alemania.

La productora German Films anunció que el filme fue elegido por un jurado independiente quien destacó el carácter "penetrante y desmitificador con que fueron llevados a la pantalla los últimos días de Adolf Hitler y el Tercer Reich" y valoró los méritos del director.

La Academia de Hollywood designará el 25 de enero de 2005 los cinco filmes que competirán por el Oscar a la mejor película extranjera. La entrega del máximo galardón de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos se realizará el 27 de febrero próximo en Los Angeles.

# La difícil tarea de dar vida a un dictador

Según informan agencias internacionales, la película conmocionó al público alemán y tuvo un buen recibimiento de quienes se dedican a la crítica y que destacaron la magistral interpretación de Ganz en el papel de Hitler.

Según críticos e historiadores, Ganz es el primer actor que ha logrado llevar realmente la personalidad del dictador a la pantalla, con un grado de veracidad que causa escalofríos y que transmite realmente la sensación de estar viendo a Hitler.

La película está basada en los recuerdos de la secretaria de Hitler, Traudl Junge -personaje que interpreta Alexander Maria Lara- que fueron publicados hace dos años en un libro que durante meses estuvo en la lista de los más vendidos en el país.

A continuación reproducimos un extracto de la entrevista que el diario mexicano La Jornada le realizó al director de "El Hundimiento", Oliver Hirschbiegel.

-¿Por qué ahora una película de este tipo sobre Adolfo Hitler? ¿No estaba antes el cine alemán preparado para esto?
-Fue el historiador Joachim Fest, con su libro Der Untergang (El hundimiento), quien dio el impulso para su realización. En él describe los últimos días con los que culminan los 12 años de nacionalsocialismo. Con él prácticamente produjo la estructura de un guión y creo que Bernd Eichinger fue el primero en percatarse de ello y de la viabilidad de llevarlo a la pantalla. ¿De qué otra manera habría sido posible acercarse a esta complejidad histórica? Para mí es imposible mostrar a los judíos en los campos de concentración. La magnitud del sufrimiento y la desesperación, aquella crueldad inconmensurable, me provoca profundo respeto y creo que desde el punto de vista fílmico es imposible representar la dimensión de este horror en una cinta. Si como cineasta hiciera una película sobre el complejo tema del Tercer Reich tendría que mostrar el sufrimiento de las víctimas, y por ello una película de esa índole es para mí imposible y creo que otros colegas han visto la misma dificultad.

-¿Qué se proponían usted y el productor Bernd Eichinger con esta representación humana de Hitler?
-Mi deseo es que terminemos con esa manera ritualizada de enfrentar nuestra historia que conocemos en Alemania con el término Geschichtsaufarbeitung (revisar y digerir la historia). Si nos tomamos en serio como un pueblo de vieja cultura tenemos que sacar a la luz el trasfondo y hacernos otras preguntas; pensar con matices y no de manera tan cuadrada. Y, por cierto, la película no puede dar respuestas ni aclarar nada: Hay 35 mil libros sobre la figura de Adolfo Hitler y ninguno puede dar una idea de cómo era ese hombre en realidad. Eso no significa de ninguna manera que se presente al dictador como una figura inofensiva. Uno de los fundamentos del nacionalsocialismo fue que los horribles crímenes cometidos partieron del supuesto de que las víctimas -judíos, polacos o rusos- eran seres sin dignidad, infrahumanos, y por tanto, el peor error que podría cometerse es decir que Hitler no era un ser humano, porque eso le daría un atenuante, una disculpa. Eso trastornaría la figura de Adolfo Hitler y crearía un mito. Siempre me ha molestado esa creencia de que había algo fascinante en la figura del dictador. Hitler era un genocida que con plena conciencia y en todo momento tomó decisiones que condujeron a un cataclismo.

-Entonces ¿qué era Adolfo Hitler? ¿Un patriota enloquecido, un traidor, un psicópata?
-Nada de eso. Fue un hombre con una fuerza de voluntad monstruosa, probablemente el político más fuerte de su tiempo y un hombre con una férrea determinación de destruir. Esa voluntad destructiva puede observarse claramente a lo largo de su biografía.

-¿Por qué la gente se siente fascinada ante la encarnación del mal? Hay otros ejemplos, como el famoso Hannibal Lecter.
-Porque este Hannibal Lecter es una excepción y era de carne y hueso. Aunque sólo mata a unas 20 o 30 personas. Lo contrario sucede con Hitler y sus hombres, quienes exterminan a millones y, para colmo, como parte de una visión, de una idea, por sórdida que haya sido. Eso trastorna a la gente porque desde la Ilustración la civilización cree que la humanidad es buena, que, dado un contexto social sano, se puede convivir en paz con otros pueblos. La historia prueba lo contrario y esa situación provoca miedo en la gente. Como fenómeno individual el mal provoca fascinación, pero cuando me toca a mí en lo personal, o a mi pueblo, a mi nación y al mundo, la gente se niega a ver la realidad, lo que es comprensible. Sin embargo, tenemos que enfrentarnos a estos hechos.

Entrevista completa en el siguiente link:
http://www.jornada.unam.mx/052n2con.php

Dejá tu comentario