En un atentado terrorista en la capital siria, Israel mató a un líder de Hamas

Hacía tiempo que Israel no hacía semejante demostración de poder en Damasco, la capital de su adversario Siria. Israel continúa con su programa de ejecución de líderes terroristas, lo que hace suponer que más israelíes, a su vex, morirán en nuevos atentados en su territorio, en una historia circular.

Uno de los dirigentes del grupo islámico palestino Hamas, llamado Azedín Esheij Jalil, fue asesinado en Damasco tras una explosión en su vehículo, según confirmó Hamas.

La organización terrorista ha culpado a los sevicios secretos israelíes de este atentado.

Según el diario israelí 'Haaretz', efectivamente los servicios de inteligencia de Israel organizaron y ejecutaron el atentado.

"Algunas personas llevan una vida peligrosa", declaró, con ironía y morobo, un funcionario israelí.

Luego, cuando los palestinos realicen su venganza seguramente ese funcionario se rasgará las vestiduras y arrojará cilicio sobre su cabeza, además de golpearse el pecho, por supuesto.

"Uno de nuestros héroes ha sufrido el martirio cuando una bomba explotó bajo su coche", dijo el portavoz de Hamas en Damasco.

El artefacto explotó en el campamento de refugiados palestinos del barrio de Al Zahra.

Jalil había sido deportado por las autoridades israelíes tras la 1ra. "intifada", que comenzó en 1987 y terminó en 1993.

El pasado 5 de septiembre, el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, advirtió a Siria de las consecuencias que tendrá la creciente participación de "organizaciones terroristas" con sede en Damasco en los ataques contra Israel que están vinculados con la Intifada de Al-Aqsa.

En una intervención ante el Consejo de Ministros, Mofaz refirió que los organismos de información del Ejército israelí tienen constancia de que las oficinas en Damasco de organizaciones palestinas como Hamas y la Yihad Islámica han incrementado su participación en la financiación y planificación de atentados en Israel.

Hace ahora casi 1 año, el pasado 6 de octubre, la aviación israelí bombardeó lo que aseguró era un campamento de entrenamiento de la Yihad Islámica situado a unos 50 kilómetros de Damasco.

Siria negó que ese predio fuese un campamento de entrenamiento.

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