K no quiere ser un "Gauchito Gil"

El titular del FMI, Rodrigo De Rato Figaredo, consideró que la reestructuración de la deuda es un "asunto muy importante" para que la Argentina consolide su crecimiento económico y el jefe del Banco Mundial, James Wolfensohn, indicó que K "puede mantener bajo control, a un cierto nivel" las tarifas de servicios públicos, pero "se queda sin nuevas inversiones". Ante las advertencias, el presidente Néstor Kirchner, quien no se caracteriza por ser obediente, fustigó a los organismos de crédito comparándolos con "patrones de estancia que cada tanto dicen qué tenemos que hacer en el país".

En conferencia de prensa, previo a la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial que se realizará este fin de semana en Washington, el director del Fondo, Rodrigo De Rato, insistió en exigir un acuerdo "amplio y sostenible, de manera que permita al país la vuelta a los mercados internacionales".

En este sentido, el máximo responsable del organismo dijo que es necesario un "marco presupuestario a medio plazo, que por un lado permita obtener recursos para hacer frente a su deuda y por otro también permita aumentar el alcance del sector privado de la economía".

Al respecto, calificó de "satisfactorio" el comportamiento presupuestario argentino, que aporta una "estrategia presupuestaria a medio plazo para el futuro". Por otra parte, Rato advirtió que la constante suba del precio del petróleo representa uno de los principales riesgos para la economía mundial.

A su vez, el titular del Banco Mundial, James Wolfensohn, consideró hoy que la Argentina "pueden mantener bajo control, a un cierto nivel" las tarifas de servicios públicos, pero advirtió que con esa política el país "se queda sin nuevas inversiones".

Consultado sobre el nuevo proyecto de regulación de servicios públicos, Wolfensohn expresó su esperanza de que "las autoridades argentinas presenten algo que permita un beneficio satisfactorio para los que invirtieron y que se produzcan nuevas inversiones". Sin embargo, el presidente del Banco Mundial admitió que "este no ha sido el caso hasta ahora".

Tres horas más tarde de las punzantes declaraciones, el presidente Néstor Kirchner volvió a fustigar a los organismos internacionales de crédito. Los comparó con "patrones de estancia que cada tanto nos tienen que decir qué tenemos que hacer en el país".

"Argentina trata de debatirse para dar respuestas en grandes temas, y cada tanto nos encontramos con dirigentes de organismos internacionales que como si fueran patrón de estancia, con perdón de ellos, nos tienen que decir qué tenemos que hacer en el país", se quejó el jefe de Estado.

A su vez, para no sentirse uno de esos hombres errantes y sin domicilio, quienes andaban de pago en pago, en las yerraso tabernas de juego, montando siempre en los mejores caballos que tomaban a lazo o con las boleadoras en las manadas que pastaban por los campos, Kirchner destacó que, con el canje de deuda, Argentina "estará dando el salto más importante para superar definitivamente su crisis".

La expectativa del Gobierno es que el canje de deuda quede finalizado antes de fin de año y comenzar así una nueva etapa en la economía. Esta posibilidad, como la de la brindar incentivos a loa tenedores de bonos, desembocaron en fuertes alzas en los precios de los títulos.

Las ácidas declaraciones de Kirchner llegaron en vísperas de que comience la Asamblea Anual del FMI, durante la cual el "caso argentino" estará en boca de gran parte de los presentes más allá de que no figure contemplado en la agenda oficial del encuentro.

En este marco, el ministro Roberto Lavagna anunció que no tiene previstas reuniones bilaterales con directivos de organismo de crédito o representantes de bonistas.

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