Inquietud por el Monumento a Evita en Madrid

(*) POR ARMANDO PUENTE Y ENRIQUE OLIVA

El 26 de julio de 1992, en solemne y concurrido acto, con la presencia de personalidades españolas y de la comunidad argentina en España, fue inaugurado el monumento a Evita, coincidiendo con los 40 años de su fallecimiento, a la entrada del "Parque María Eva Duarte de Perón", junto a la plaza madrileña Manuel Becerra. El paseo había recibido ese nombre por decisión del Ayuntamiento de Madrid (Municipalidad), quien colocó una placa el 19 de mayo de 1951.

La ceremonia inaugural fue encabezada por el presidente Carlos Menem, acompañado entre otros por el canciller Guido Di Tella, el ministro Herman González, sindicalistas de nuestro país y los dirigentes de la Asociación "Esto es Argentina" (auspiciantes del monumento), dirigida por César Neyra y Osvaldo Agosto. Ofició de maestro de ceremonia el conocido Antonio Carrizo, acompañado por artistas argentinos radicados en Madrid como Luis Aguilé.

Nos sentimos sorprendidos que en la segunda mitad de octubre pasado apareciera allí un vallado impidiendo ver hacia su interior, con solo un letrero diciendo "Construcciones Ortíz". La inquietud de los argentinos que residen en Madrid, se agudizó ante el rumor de su desmantelamiento o traslado a otro lugar. Preocupaba también el no saber dónde se encontraba en la actualidad el soberbio busto de bronce, ni las placas del mismo metal ni las obras que integraban el conjunto de esa expresión de homenaje a la memoria de quien tanto amó y ayudó a España, ganándose el cariñoso respeto y recuerdo del pueblo hispano.

El monumento, de gran valor afectivo, fue costeado por argentinos. Allí estuvimos quienes firmamos esta nota. El presidente Carlos Menem descubrió una placa y colocó una ofrenda floral. Ese día rindió homenaje ante una gran placa que el gobierno español colocó hacía varias décadas en honor de Hipólito Yrigoyen, en el tradicional Parque del Retiro. El ex mandatario radical, a raíz del homenaje que le rindieron peronistas, generó que sus correligionarios, viajeros frecuentes a Madrid, se enteraran de su existencia en el bronce. En la placa se transcriben unos poéticos y muy hispanistas párrafos del decreto del presidente (Yrigoyen) fundamentando el declarar feriado al 12 de Octubre, cuando en España todavía esa fecha no tenía la significación actual.

En aquella ceremonia que presenciamos, se vivieron conmovedoras escenas de ancianos y ancianas, portando humildes ramitos de flores. Ellos habían conocido personalmente a Evita en su ya legendario viaje a ese país. La primera dama argentina, fue alojada entonces en el Palacio del Pardo, inaugurado con su visita, a 18 kilómetros de Madrid.

Su programa de actos oficiales comenzaba pasadas las diez de la mañana, pero ella, por su cuenta, antes de las seis salía a recorrer barrios de todas las categorías, conversando con trabajadoras y trabajadores que limpiaban calles y veredas o se dirigían a sus tareas habituales. Hasta usó medios de transporte públicos y convidó con chocolate y churros a escolares, constituyendo una fiesta inolvidable para los pequeños en tiempos de hambre. Esos contactos no gustaron al solemne Generalísimo Franco y su acartonado entorno. Les pareció una vulgaridad tales "familiaridades" de Evita, como una actividad imprevista fuera del protocolo programado y como algo "impropio de una personalidad extranjera en visita oficial". Fotografías de la época y la memoria popular recuerdan que en homenaje a Evita se llenó la plaza de Oriente para verla y aclamarla, haciéndola salir a saludar al balcón del Palacio Real.

La construcción del monumento, que da el nombre de Eva Perón a una importante y céntrica plaza madrileña, fue autorizado por el Ayuntamiento capitalino y aprobado expresamente por los vecinos del barrio de su emplazamiento, por considerarlo merecido por su destinataria y por su calidad artística y ornamental que engalanaba al sitio.

El valioso y jerarquizado espacio que cubría el monumento y su entorno, ahora tiene una cerca. ¿Por orden de quién? ¿Con qué propósito? Estos interrogantes generaron urgentes gestiones para saber algo oficial sobre la situación. Recién esta mañana 4 de noviembre, se obtuvieron explicaciones de la oficina del Ayuntamiento de Madrid, responsable de los trabajos de restauración de monumentos.

La información aclara algunas dudas, a saber:

"El busto y el monumento están siendo rehabilitados, porque había sufrido varios actos de vandalismo: la mayoría de las placas habían sido robadas y las demás rotas y se había dañado también el basamento de mármol".

"El busto de Eva no ha sido retirado. Las obras de restauración del busto y el monumento se llevan a cabo en el interior del vallado. Se impide totalmente el acceso al interior para que los obreros que están realizando el trabajo lo hagan cómodamente".

"El vallado y obras de rehabilitación se iniciaron a fines de octubre. Los daños fueron causados entre mayo y septiembre, en varias oportunidades y por personas no identificadas".

"Las obras de restauración se llevan a cabo EXCLUSIVAMENTE POR INICIATIVA DEL AYUNTAMIENTO, sin que haya existido reclamación de institución o persona alguna. Estarán concluidas a principios de diciembre".

"El coste total de las obras asciende a 13.500 euros ( unos 17.000 dólares) y forma parte del programa de rehabilitación del Ayuntamiento en monumentos que sufren actos de vandalismo". monumentos madrileños ocasionando daños o se les roban piezas para venderlas, por tratarse de bronce u otros objetos metálicos".

Sugestión: Nos permitimos recomendar a los militantes y autoridades del Peronismo que dirijan correos electrónicos ("emilios" los llaman en España), al señor Alcalde de Madrid Don José María Ruíz Gallardón, expresándole la inquietud de que, en el caso de existir un plan de remodelación del Parque, no se desmerezca al monumento.

La dirección del Ayuntamiento de Madrid es http://www.munimadrid.es

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(*) Autores: español y argentino.

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