China-Argentina, para algunos, una utopía

Hay teorías que consideran que el auge chino es un milagro y que USA no necesita preocuparse por el avance del gigante asiático ni por su desembarco en Latinoamérica.
Si bien China tiene control de las exportaciones mundiales, sus industrias de alta tecnología son dominadas por compañías extranjeras, y las firmas chinas no las desplazarán en un futuro cercano.

La política unipartidista de Pekín (sólo existe el Partido Comunista Chino) creó una tímida cultura empresarial que limita a sus empresas a desarrollar tecnologías clave y las mantiene dependientes de Occidente. George J. Gilboy, gerente de una empresa multinacional en Beijing e investigador asociado en el Center for International Studies del Massachusetts Institute of Technology, considera irracional el impulso a los inversionistas a adquirir con avidez porciones de empresas chinas sin entender cabalmente la forma en que realmente operan.

Además, los cálculos exagerados sobre los logros y el potencial de China alimentan los temores de que el país inclinará las balanzas del comercio y la tecnología a su favor y se volverá una amenaza económica, tecnológica y militar para USA.

Todas esas reacciones adolecen de la misma falla: pasan por alto importantes debilidades del ‘milagro’ económico chino y los beneficios estratégicos que USA cosechando de la manera particular en que China se ha sumado a la economía global.
Tales errores de juicio podrían llevar a Washington a adoptar políticas proteccionistas que revertirían las recientes mejoras en las relaciones entre ambos países, aislarían aún más a Washington DC de sus aliados y disminuirían la influencia de USA en Asia.
Por otro lado, los recientes debates sobre USA y China pasan por alto el hecho de que la relación económica de ambos países es favorable y que en buena parte se lleva a cabo siguiendo las condiciones estadounidenses. Según el banco de inversiones Morgan Stanley, las importaciones chinas de bajo costo, han ahorrado a los consumidores estadounidenses US$100.000 millones desde que se iniciaron las reformas en China, en 1978.

Otro tema es el aumento de la inflación de cero a más de 5% en los últimos meses puede debilitar el sistema financiero chino. El Banco del Pueblo de China utilizó controles para reducir el crecimiento de los créditos. En la medida en que se restrinjan los créditos aumentarán las deudas incobrables.

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