Reveladoras declaraciones de Nercellas y Galeano sobre el caso AMIA

La abogada de la DAIA, Marta Nercellas, reveló a Edición i datos clave sobre la pista iraní, el Testigo C y el rol de la SIDE en la investigación. En tanto, el juez federal Juan José Galeano reconoció hoy que el pago de US$400.000 hecho al reducidor de autos Carlos Telleldín durante la investigación del atentado a la AMIA fue "necesario" e "imprescindible" para esclarecer el ataque terrorista. El magistrado se pronunció a favor del pago de recompensas a quienes revelen datos de interés para la causa.

El 4 de noviembre de 2003, Abolgasem Mesbahi, conocido como el Testigo C o el arrepentido que aludió al supuesto pago de US$ 10 millones gestionado por un supuesto enviado del ex presidente Carlos Menem a cambio de encubrir a Irán por el atentado, declaró por videoconferencia en el marco de la causa AMIA.

El denominado "Testigo C", habló desde la Embajada argentina en Berlín con jueces, fiscales, querellantes y abogados en el país.

Mesbahi, un ingeniero de buen nivel intelectual, respondió en inglés y no en farsí, su lengua natal. Es que en sus anteriores declaraciones desconfió de los traductores de farsí, quien habría cambiado algunos términos que posteriormente causaron confusión.

Mesbahi vive en Alemania protegido por el gobierno de ese país luego de ayudar a esclarecer un atentado ocurrido en el bar Mykonos en 1992 contra opositores iraníes de origen kurdo.

El testigo llegó a ser el ex número 3 del servicio de Inteligencia iraní y ya declaró tres veces ante el juez federal Juan José Galeano, quien hoy reanudó su exposición ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura que estudia la posible remoción del magistrado por la presunta fabricación de evidencias en la causa por el ataque terrorista.

Mesbahi aseguró en su segunda declaración, en la Embajada argentina en México, que un supuesto enviado de Menem habría cobrado una coima de US$ 10 millones para no culpar a Irán por el ataque. Pero luego dijo a la SIDE que no le constaba.

En este marco, la abogada de la DAIA, Marta Nercellas, hizo las siguientes declaraciones a la revista Edición i:

"El testigo C, de quien hoy podemos decir su nombre, Abolghasem Mesbahi, es un desertor de la inteligencia iraní, que es introducido a la causa -y por eso mi presencia en su segunda y tercera declaración- porque quien nos avisa que existe esta persona y que había colaborado en la investigación de los atentados de Alemania fue la comunidad judía alemana.

Uno de ellos fue el atentado de Mykonos, el más importante, que provocó la matanza de disidentes iraníes. La comunidad judía alemana avisó a la DAIA. Nosotros juntamos los datos y los alcanzamos a la investigación para ver si era posible que el juez interrogara a este testigo.

En la primera declaración yo no concurro. El juez (Galeano) concurre con los fiscales a Alemania. El testigo C relata cómo se armó la matriz del atentado. Casi todos los elementos que él aporta en aquel momento fueron corroborados por prueba independiente. Cuenta cómo se armaban los atentados de Irán en países lejanos.

Es decir, era un funcionario importante dentro de la inteligencia iraní. Aportó datos que, de otra forma, hubiera sido muy difícil reconstruir.

Dijo en esa declaración, en la que yo no estuve presente, que tenía algún dato que involucraría a algún funcionario importante pero que por razones políticas no podía decir en ese momento. Lo dijo como al pasar.

Cuando se le trató de repreguntar, el servicio secreto de Alemania -que lo tenía bajo custodia y estaba presente en la declaración- impidió que se le repreguntara. Dijo que el testigo era voluntario y solamente contestaba las preguntas que él quería contestar y que no había forma de obtener otras respuestas.

Tiempo después, en el año 2000, el propio testigo pidió ampliar su declaración.

Alemania lo lleva a México para que declare allí. Nunca supimos por qué. Ahí sí, yo concurro a esta declaración y llevamos un traductor de farsí.

Después de hablar varias veces con el traductor, después de casi un día de traducción, el testigo manifiesta que el traductor de farsí no tenía el suficiente nivel cultural para interpretarlo.

Y manifiesta que sabe perfectamente inglés, motivo por el cual se convocaron traductores de inglés y se leyó lo que había declarado hasta ese momento, en inglés y luego la traducción en español.

Él estuvo de acuerdo con esa traducción y luego continuó su declaración en inglés. En esta declaración manifiesta que un enviado del presidente Carlos Menem había requerido a los funcionarios de Irán US$ 10 millones para que no se culpara a Irán en relación a la organización del atentado. Y que ese dinero había sido pagado desde una cuenta que Irán tenía en Suiza, identificó al banco con algunas aproximaciones porque no recordaba su nombre.

Nosotros pedimos a Buenos Aires las fotos de la totalidad del entorno de Menem que respondía a la descripción que nos había dado el testigo para ver si podía hacer el reconocimiento.

Las autoridades del servicio secreto alemán nos dijeron al día siguiente que C había tenido un grave problema de diabetes, y ya no pudimos verlo. De la internación se fue a Alemania.

En relación a todos los demás datos que dio, encontrábamos elementos claros de certificación. En relación a esto, no sabemos si fue porque la SIDE no quería ayudarnos en la investigación o porque no existían, no encontramos datos que lo corroboraran.

Quienes investigan son las fuerzas de seguridad y la Secretaría de Inteligencia. Si dicen que no se encuentran, no sabemos qué es verdad o mentira.

Luego, la SIDE viaja a Alemania, 15 días antes de que nosotros llegáramos para la tercer declaración y, milagrosamente, un personaje que hoy se encuentra al frente de la SIDE, consiguió una nueva declaración del testigo, sin que lo supiera el juez y sin que nosotros supiéramos que él había viajado, en donde el testigo se desdice.

Cuando llegamos a Alemania ya había un clima muy espeso, muy complicado. Termina con el pedido del juez alemán de que no siguiéramos asistiendo a las audiencias, incluso en donde el testigo C manifiesta que fue una mala traducción, que él lo que dijo es que alguien que dijo ser del entorno de Menem, pero que nunca lo pudieron probar, había hecho esta solicitud, pero que tampoco sabe si Irán le pagó.

Después nos enteramos que aparece en manos del entonces secretario de inteligencia una carta del testigo C que reitera que se había mentido en cuanto a sus declaraciones.

En el juicio oral, cuando se pide una teleconferencia para que todas las partes pudieran interrogar al testigo, no supimos que la Secretaría de Inteligencia, con el consentimiento del tribunal, había enviado a Alemania nuevamente a Jaime Stiusso, quien estaba detrás de cámaras cuando se hizo la videoconferencia y, qué casualidad, el testigo C repitió las mismas frases que Stiusso había dicho en su declaración testimonial.

Pero el juez alemán lo expulsó a Galeano de las entrevistas porque se habían filtrado declaraciones de C a la prensa".

# El tercer día de Galeano

El juez federal Juan José Galeano se refirió por primera vez al pago de US$400.000 al reducidor de autos Carlos Telleldín a modo de "recompensa" para avanzar en la investigación del atentado contra la AMIA.

Aunque señaló durante su exposición que el lunes tiene previsto hablar del tema, Galeano se apresuró a decir que Telleldín "nunca fue instado" a declarar en contra de los policías bonaerenses que fueron procesados y luego sobreseidos en la causa por el TOP3.

Así lo aseguró el magistrado al comenzar la tercera etapa de su exposición ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, en la que también dijo genéricamente estar a favor del "pago de recompensas" y sostuvo que ese tipo de retribuciones a los testigos es una "obligación del Estado para evitar la impunidad, fundamentalmente en casos de terrorismo".

Lo cierto es que pese a que se pronunció por primera vez sobre el pago, aclaró inmediatamente después que el "tema no será eludido" pero que "no lo abordará en su declaración".

Por otro lado, Galeano prometió demostrar que todas las personas que envió a juicio y que fueron liberadas por el Tribunal Federal Oral 3 "no son inocentes".

Cabe recordar que en 1997 Carlos Telleldín delató a policías que, tras haber pasado 8 años en prisión como cómplices del atentado a la AMIA, fueron absueltos. En este marco, Laura Ginsberg, viuda de una de las 85 víctimas de la masacre y crítica del desempeño de Galeano desde hace varios años, salió en cambio a advertir que al juez "se lo está haciendo cargo de todo el paquete", en referencia a las numerosas anomalías registradas en la investigación del ataque.

Ginsberg, quien organizó su propia asociación de familiares de víctimas -APEMIA-, dijo que reclamará la nulidad del fallo mediante el cual el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 absolvió a todos los sospechosos que fueron enjuiciados como cómplices de la masacre.

Mientras tanto, el Consejo, escucha las declaraciones de Galeano, quien podría ser removido por la presunta fabricación de evidencias en la causa por el ataque terrorista.

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