Luego del G-20, el mundo le sacó tarjeta amarilla a la Argentina

Por si no quedaba claro el mensaje del G-20, el Fondo Monetario Internacional acaba de advertirle a la Argentina que se encuentra en graves problemas si no llega a un acuerdo con los bonistas acreedores. El cerco se sigue cerrando y los irresponsables dirigentes locales intentan no darse cuenta.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) redobló hoy su ofensiva hacia la Argentina al advertir que el organismo no debería renovar sus préstamos al país en caso que la reestructuración de la deuda no
sea sustentable.

Así, el G-20 le hizo llegar su mensaje a la Argentina dado que el gobierno de Néstor Kirchner no envió una misión al encuentro.

En las últimas horas, la presión externa sobre la Argentina se torna cada vez más ostensible e ingresa plenamente en el terreno diplomático. El embajador italiano, Roberto Nígido, solicitó una audiencia urgente con el canciller Rafael Bielsa para buscar una solución a la situación de miles de italianos que tienen sus ahorros atrapados en el default.

"Si el acuerdo no se alcanza como lo sugiere un plan sustentable de mediano plazo y la posición no parece viable el Fondo no puede continuar prestando", sostuvo Jack Boorman, asesor del Directorio del organismo que dirige, Rodrigo de Rato.

El funcionario del FMI advirtió además que la entidad "en última instancia, tendrá que hacer un juicio sobre el mantenimiento de la posición de la Argentina conforme a cualquier acuerdo alcanzado".

Los conceptos de Boorman fueron publicados hoy en la página web oficial del FMI y corresponden a un discurso que pronunció en un seminario realizado en Londres.

La Argentina y el FMI acordaron suspender las revisiones del acuerdo en curso desde setiembre y en consecuencia el país pagará hasta fin de año US$ 1.100 millones.

La prórroga en la negociación obligará al país a hacer frente durante el
primer trimestre de 2005 vencimientos con el organismo por US$ 1.600
millones.

Durante su presentación en Gran Bretaña, Boorman condicionó la actuación del FMI bajo cualquier escenario.

El asesor dijo que "si se alcanza un acuerdo, el FMI tendrá que juzgar la
sustentabilidad de la posición externa argentina bajo ese acuerdo y su
capacidad para cumplir con sus obligaciones con el FMI".

El texto original de Boorman que acaba de publicar, en inglés, el Fondo Monetario Internacional, puede leerse en:
http://www.imf.org/external/np/speeches/2004/111704.htm

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