La ANMAT se olvida de la frase que dice "más vale prevenir que curar" (y lamentar)

Hoy se conoció la triste noticia sobre la muerte de una joven en el partido bonaerense de San Martín, cuyas funciones hepáticas quedaron inutilizadas luego de haber recibido una inyección de hierro mientras esperaba un transplante de hígado. La Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) se dedica a investigar al laboratorio que realizó la vacuna y sostiene que la vacuna era trucha. De todos modos la muerte de la joven podría haber sido evitada si hubiese controles más efectivos.

Verónica Díaz de 22 años viajo desde Río Negro a la provincia de Buenos Aires, más precisamente al Hospital Eva Perón del partido bonaerense de San Martín con la ilusión de recibir un transplante de hígado. Pero Díaz falleció luego de que sus funciones hepáticas quedaran inutilizadas tras recibir una inyección de hierro.

La Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) declaró de modo apresurado que el medicamento que se le otorgó a Díaz era "trucho", sin siquiera evaluar la composición de mismo, eludiendo de este modo la responsabilidad por la muerte de la joven.

La ANMAT también inspeccionó la planta del laboratorio AstraZeneca, quien elabora el fármaco Yectafer, y ordenó "retirar preventivamente del mercado el lote legítimo del medicamento (L03100718, con fecha de vencimiento octubre de 2006) para evitar la circulación y la confusión en la población".

Díaz no fue la única mujer inyectada. A otras nueve personas se les aplicó el complejo ferroso en mal estado en Río Negro, y por el momento están en observación. Díaz recibió en el Hospital de Viedma una inyección fortificante de hierro para tratarse de un cuadro anémico pero hubo una reacción alérgica y debió ser trasladada a Buenos Aires con sus funciones hepáticas comprometidas.

El objetivo principal de la ANMAT debería ser evitar que personas inocentes mueran por la ingesta de medicamentos nocivos, en mal estado o "truchos". ¿Cuántas personas alrededor del mundo deberán morir para que instituciones como ANMAT o su par estadounidense Food and Drug Administration (FDA) realicen bien su labor?

Días atrás se conoció la noticia sobre los riesgos cardíacos que causaba el analgésico Celebrex en las personas que lo ingerían, es decir, en las personas con artritis. Hace instantes la FDA y sus pares internacionales también investigan los riesgos que pueden causar otros medicamentos similares a Celebrex como lo son Bextra, Valdure, Dynastat, y Arcoxia.

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