Debió haber ocurrido hace tiempo: Francisco Camps dejó la presidencia de la Generalitat. "Voluntariamente ofrezco mi sacrificio para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno", dijo al abandonar el cargo por su relación con la llamada "causa de los trajes".
El presidente valenciano dijo a la prensa en el Palacio de la Generalitat que él es una víctima de una "campaña" en su contra.
"Me voy con menos de lo que vine", dijo Camps, quien también se declaró inocente en el caso que investiga su relación con la trama Gürtel.
Francisco Camps anunció también, en la Junta directiva regional, su dimisión como presidente del PP valenciano, y se eligió por aclamación a Antonio Fabra, actual alcalde de Castellón, nuevo líder regional y sucesor de Camps al frente de la Generalitat. Su nombramiento, de todas formas, tendrá que ser ratificado por las Cortes (Legislativo español).
El líder del PP, Mariano Rajoy, calificó de "muy dura" la decisión de Camps y, en un comunicado difundido justo después del anuncio, aseguró que ha sido adoptada "pensando en el beneficio de las instituciones y de los ciudadanos de su comunidad".
Además, según Rajoy, esta opción "no prejuzga en absoluto su presunción de inocencia, ni menoscaba su ejecutoria intachable al frente de la Generalitat que los valencianos acaban de revalidar democráticamente".
Elena Valenciano, directora de campaña del PSOE (el enemigo del PP), dijo en cambio que Rajoy "sabía que Camps había mentido" e hizo referencia a las maniobras de la dirección nacional del PP para que dimitiera antes del inicio de la campaña electoral y al papel de negociador desempeñado por Ricardo Costa.
La dimisión del presidente de la Generalitat dejó en el aire el pacto que habrían alcanzado todos los procesados en la llamada "causa de los trajes" para aceptar los hechos, pagar la multa y evitar así el juicio por un supuesto delito de cohecho pasivo impropio.
La renuncia de Camps ocurrió después de que el juez José Flors, instructor en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, de la llamada "causa de los trajes" y que ha encontrado indicios de un delito de cohecho impropio en la actuación del dirigente popular, dictase un auto que confirmaba que el jefe del Consell se sentaría en el banquillo de los acusados.
Campos deberá sentarse a declarar ante un juez justo con la precampaña de las elecciones generales, si ocurriese un anticipo del calendario (algo que muchos ya descuentan en España).
Rajoy
“Afecta a la inteligencia pensar que alguien se vaya a vender por tres trajes”. Mariano Rajoy se mostraba así de seguro de la inocencia de Francisco Camps en abril de 2009.
La prensa española apuntalaba entonces sus portadas con referencias al "caso Gürtel", la mayor trama de corrupción de la historia democrática vinculada a un partido político.
Muchas de las frases de Rajoy para con camps las recogió la semana pasada el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en un documento:
* "Es un político honrado, que se encuentra en un estado de indefensión y que se trata de un dirigente ejemplar” (A Coruña, 19 de febrero de 2009).
* “Todo quedará en nada”. (Ourense, 25 de febrero de 2009).
* “Somos parecidos”.
* “Sé cómo es su mujer, conozco a sus hijos, y puedo decir que es una persona honrada” (Entrevista en Telecinco, 26 de marzo de 2009).
* “Afecta a la inteligencia pensar que alguien se vaya a vender por tres trajes” (Entrevista en TV3, Barcelona. 23 de abril de 2009).
* "Los Torquemada del siglo XXI, que los hay y muchos en la política, en el otro lado, y en sus aledaños, esos que presumen de demócratas y liberales y tienen una mentalidad totalitaria, se van a llevar un gran berrinche el 7 de junio porque vamos a ganar las elecciones. Paco, estamos contigo como siempre, y la historia será una historia feliz. Y nos vamos a llevar una alegría para disgusto de esos inquisidores del siglo XXI con una crueldad infinita que no tienen razón ni corazón". (Mitin en Alicante, 24 de mayo de 2009).
* “Yo creo en ti. Y yo estaré detrás de ti, delante, al lado, me da igual” (Mitin en Valencia, 2 de junio de 2009).
* "La pena por el cohecho impropio es de 2.500 euros. Es evidente que Camps lleva cuatro meses pagando una pena mucho mayor, y la pena de banquillo es aún mayor que esos 2.500 euros. Pero yo soy hijo de juez y creo en la justicia" (Conferencia en el foro de ABC en Málaga, 15 julio de 2009).
* “Tengo que decir sobre el señor Camps lo mismo que les dije entonces: confío en él, confío en la justicia y confío en que este asunto acabe pronto. Y le digo más: nadie en su sano juicio puede pensar que el presidente de una institución tan importante como la Generalitat valenciana se va a dejar corromper por unos trajes” (Entrevista en La Vanguardia, 2 de agosto de 2009).
* "Creo que Camps debe ser el candidato del PP a las próximas elecciones" (Toledo, 2 de septiembre de 2010).
* “El propio TSJCV no es que lo haya absuelto, es que ni siquiera encontró motivos para juzgarlo. Creo que no mintió. Dice que se los pagó. Eso de que el señor Camps mintió, niego la mayor” (Entrevista en Las Mañanas de Cuatro, 10 septiembre 2009)
* “El señor Camps no me ha mentido, y sigo manteniendo la misma confianza de todos estos años”.
* “No voy a consentir conductas que puedan avergonzar a ningún votante de nuestro partido” (Rueda de prensa en sede Génova sobre el caso Gürtel, acompañado de toda la cúpula del PP, 15 de octubre de 2009).
* “Todos los imputados han abandonado sus cargos (…). Si hay nuevas imputaciones, el PP actuará de la misma manera” (Ejecutiva Nacional del PP, 5 de abril de 2010).
* “Yo voy a apoyar a Camps y Camps va ser el candidato del PP a las próximas elecciones en Valencia, porque usted comprenderá que eso de los tres trajes, yo no me lo creo". Julia Otero replica: "Salvo que la Justicia diga lo contrario". Respuesta de Rajoy: "Diga la Justicia lo que quiera. La Justicia no va a condenar al señor Camps” (Entrevista en Onda Cero, 6 de mayo de 2010).
* "Mientras no se demuestre lo contrario, para mí, el señor Camps es inocente" (Almería, 4 de junio de 2010).
* "Dije que no iba a acabar con la carrera de Camps solo por los trajes, y lo mantengo, yo no doy bandazos” (febrero de 2011)
* “Creemos que Camps es inocente y por tanto tiene el apoyo completo del PP” (2 de marzo de 2011).
* “Tienes mi amistad sincera, y lo sabes” (Mitin en la plaza de toros de Valencia, 17 de mayo de 2011).
* "Hasta donde yo sé, no hay financiación irregular en Valencia. No sé" (Entrevista en la Cadena Ser, 18 de mayo de 2011).
* "La dimisión es un ejercicio de ejemplaridad política" (Comunicado tras la dimisión de Camps, 20 de julio de 2011).
Cuando los periodistas del diario El País se refieren a Camps, no faltan quienes les reprochen las simpatías socialistas de ese matutino. Entonces, ¿qué dirán en el diario El Mundo?
Entre la indignidad y la dimisión, Camps ha optado por la segunda de las opciones que Rajoy le puso encima de la mesa. Incluso para un hombre tan místico y alejado de la realidad como Camps, declararse culpable de un delito y confesar públicamente que es un mentiroso era demasiado.
Hay que reconocerle al que pronto será ex presidente de la Generalitat valenciana que, situado al borde del abismo, ha tenido un rasgo de dignidad. Tal vez la mañana del miércoles, cuando se disponía a dirigirse al tribunal superior para declararse culpable, Camps se mirara al espejo y pensara en las terribles consecuencias que tendría el paso que se había comprometido a dar. Para él, para su familia y para su partido. Quizá su mujer y sus hijos le dijeron que no podía aceptar el oprobio de arrastrarse por el fango porque no podría volver a salir a la calle.
Camps se debatió durante toda la mañana entre la vida y la muerte. O, mejor dicho, entre la muerte y la muerte. La dirección del PP le puso una pistola encima de la mesa para que la usara. Y Camps decidió usarla, disparando contra su cargo público, no contra sí mismo.
El diputado Federico Trillo ha estado en tareas de mediador para resolver el problema, como amigo y abogado defensor de Camps y también como hombre de confianza de Rajoy para estas cosas. Trillo le dijo a Camps que la decisión dependía de él y de su propia conciencia.
A una cierta hora de la mañana, Camps se decantó por anunciar su dimisión para evitar la vergüenza. La dirección del PP le ha hecho luz de gas al presidente valenciano, como Charles Boyer intentaba volver loca a Ingrid Bergman a base de hacer parpadear las luces de la casa.
La estrategia de Mariano Rajoy de dejar correr el tiempo para que las personas de las que se quiere librar acaben ahorcándose ha dado resultado, una vez más. Para ello, el PP no ha tenido empacho en obligar a Víctor Campos y Betoret, compañeros de causa de Camps, a hacer el más espantoso de los ridículos. Ellos aceptaron su delito y pagar la multa, como precursores de lo que después tendría que hacer el presidente.
Podría decirse que Camps les ha dejado tirados, pero es más correcta la interpretación de que Trillo y el PP les han obligado a presentarse en el Tribunal Superior de Justicia para dejar en evidencia a Camps y situarle ante el precipicio: o te tiras te tiramos.
La tensión y la incertidumbre alcanzaron el clímax en el PP valenciano. Pero Trillo ha sido más rápido en sacar el arma y una vez que el resto de los acusados dio el paso, a Camps se le cerraron todas las salidas.
El que mejor le conoce porque además le ha sufrido es el inefable Ric Costa, que habiéndose comprometido con la dirección del PP a reconocer el delito, no quiso ir al tribunal hasta que no fuera su jefe. Él si que sabe.
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