Graciela Dieser: Habla a 5 años de la muerte de su hija Natalia Fraticelli

30 Noticias tuvo acceso al testimonio de una amiga íntima de Graciela Dieser, al cumplirse cinco años de la muerte de su hija Natalia Fraticelli, quien falleció en un dudoso episodio cuando su esposo, Carlos Fraticelli, era juez de Rufino. Los padres de la adolescente fueron acusados de homicidio calificado y cumplen su condena. Esta nota nace de diversas conversaciones y encuentros entre Dieser, quien se encuentra en la alcaidía de Melincué, y su amiga.

A continuación se reproduce la nota publicada en 30 Noticias:

El viernes pasado se cumplieron cinco años de la muerte de Natalia Fraticelli. Como se sabe, la mamá de Natalia Graciela Dieser, fue acusada junto con su ex esposo el juez Carlos Fraticelli, de homicidio calificado y ahora cumple condena en la alcaidía de Melincué. Una señora rosarina, Liliana Nartallo, amiga de Dieser, quien suele visitarla y además mantiene con ella una relación epistolar y telefónica, tuvo un diálogo con ella de un profundo contenido humano y es un testimonio invalorable de fe. Esta mujer trajo a nuestra Redacción una carta, un escrito en donde transcribe el diálogo mantenido con la detenida y que reproducimos. Por otra parte, 30 Noticias realizó una entrevista a la amiga de Dieser (ver recuadro "¿Quién es Graciela Dieser?"), en donde describe cómo es el lugar donde transcurre su vida la mamá de Natalia, qué hace y qué cosas la acompañan en la celda permanentemente.

Este es el diálogo entre Graciel Dieser y su amiga sobre el que, naturalmente, este semanario constató su autenticidad:

"Por respeto a la justicia y a su abogado, no incluyo en este mensaje, en esta charla que tuve con Graciela aspectos de la causa, sólo diré que sobre el triste hecho ocurrido el 20 de mayo del año 2.000 ella dijo que "A partir de todas las pericias médicas que ha hecho mi abogado defensor la muerte de Natalia se la atribuyo a un suicidio".
Después de estas palabras hablamos y recordó los primeros días de vida carcelaria y le pregunté:

-¿Cómo vivió el impacto de la prisión?-Primero viví dos meses en el hospital, donde realmente no me daba cuenta de cuál era mi situación. Era como una persona enferma a la que estaban curando que luego regresaría a su casa, a su hogar con su familia, pero esto no sucedió y el 9 de julio me trajeron a la alcaidía de Melincué. Fue terrible, porque entré a una habitación donde había una cama, un colchón y nada más. Allí estaba yo, sola entre cuatro paredes preguntándome por qué y por qué y toda esa noche estuve pensando en mi hija, en qué había pasado y en cómo iba a hacer yo desde acá adentro para encontrar el por qué, si yo era inocente, si yo no lo había hecho, cómo iba a hacer para poder demostrar la verdad si estaba entre estas cuatro paredes. No podía hacer nada. Entonces me senté en la cama y me dije: "Jesús me pongo en tus manos, toda mi fe la pongo en vos. Te prometo mi lucha, te ofrezco mi cruz".

-¿Cómo fue posible, cómo es posible, Graciela, sobrellevar todo esto?-Solamente puedo sobrellevar esto porque desde muy chica mis padres me inculcaron la fe, pero la fe desde lo más profundo del corazón. La fe en creer realmente que Dios está porque yo les aseguro que en estos cinco años Dios no me abandonó. En los momentos difíciles tomaba mi Rosario, lo apretaba en mis manos y le decía: "Señor me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea lo aceptaré". Y en el momento me ponía mejor, dejaba de llorar, siempre alguien me necesitaba y eso me ponía muy bien. Trataba de ayudar a los demás, trataba de ayudar a Franco (su otro hijo) con un teléfono público, como podía, pero tenía que darle fuerzas a él. Y así fueron pasando los años y Dios me hizo ver muchas miserias humanas aquí adentro y otras cosas que yo podía hacer por los demás y que hacía y que me ponían bien. Pero sobre todo la oración, la gran fe que tengo, porque sé que en los momentos en que me he caído le he escuchado a Él (Dios) decirme levántate y anda.

-Como son seres humanos y por lo tanto falibles, es posible que los jueces se hayan equivocado en el fallo y que la hayan condenado por un delito que no cometió ¿Si usted lo cree así ¿siente algún tipo de resentimiento hacia ellos y qué le pide a Dios?
-A Dios le pido que los perdone. Yo no les guardo rencor.

-Usted es una persona muy creyente, sé que siempre lo fue. Hagamos este juego de imaginación: Si de pronto Dios le concediera la posibilidad de tener frente a usted a su hija ¿Qué le diría?-Que me lleve con ella, que quiero estar con ella. Que vuelva conmigo, que no puedo vivir sin ella, que necesito su amor, su paz, todo su cariño, todo lo que vivimos juntas, todos los proyectos que teníamos.

- ¿No tiene sueños para usted y para otras personas?
-Sí, los tengo, pero siempre junto a Nati, porque Nati tiene que estar en mis proyectos, en mi vida, en mis cosas como está con Franco. Porque Franco siempre me dice que siente exactamente lo mismo: que en todos sus proyectos está Natalia. Y también me dice una cosa que pensamos los dos, que a nosotros nos pueden decir muchas cosas, que la gente puede decir muchas cosas y nos puede quitar muchas cosas, pero no nos puede quitar la fe que tenemos y al angelito que tenemos. Nadie nos puede quitar la fe en Dios.

Y Él es misericordioso y nos va a ayudar.

-¿Tiene fe en la justicia? ¿Aguarda con fe el fallo de la Corte de la Nación?
-Tengo esperanzas, porque creo que Natalia los va a iluminar y le pido a Dios que esté en cada uno de ellos y que piensen lo difícil que es haber perdido a Natalia y estar acá, presa, culpable por algo tan horrible y que jamás, jamás, jamás se podría haber cruzado en la mente de una madre. Cuando tuvo tantos proyectos esa madre para esa hija, cuando le dio tanto.

-Cuando usted recupere su libertad ¿que hará?-Mi vida, como dije antes es toda en base a lo que Natalia le gustaba, a lo que Natalia quería y en estos cinco años que yo estoy aquí adentro vi que hay muchas madres humildes que han cometido errores, reconocen sus errores y se arrepienten, que tienen hijos y no se los pueden traer porque no tienen medios económicos. A mí lo que me gustaría hacer es poder llevar adelante una obra carcelaria y poder tener esos hijos de estas mujeres, darles un estudio, traérselos para que pudieran darle fuerzas, para que pudieran darle amor. Mi objetivo es ese y además, que no le pase a nadie más lo que me pasó a mí.

-Usted sabe que hay mucha gente angustiada, mucha gente en soledad. No puede haber mayor dolor que el de una madre a quien su hija se le muere y además es privada de su libertad, acusada por un crimen que no cometió. Desde su dolor ¿Qué mensaje le daría a esa gente atribulada?
-Que crean en Dios que se entreguen por completo a Dios, porque Dios calma todo, Dios da paz. La muerte de un hijo es muy triste, pero Dios la calma. Hay mucha gente anciana que también me gustaría ayudar, porque están solos, porque están angustiados. Pero sobre todo les digo que recen, que recen mucho, porque eso los va a ayudar.

# Quién es Graciela Dieser?

Lo que sigue es un testimonio de Liliana, la amiga de Graciela Dieser.

"Una mujer sincera, totalmente inocente del delito del que se la acusa", dijo Liliana en su visita a esta Redacción y agregó: "Creyente, con firmes convicciones sobre la existencia de Dios. Hacendosa, muy trabajadora, una persona capacitada para todo tipo de tareas manuales y artísticas. Bondadosa, dispuesta a brindar ayuda a las compañeras como por ejemplo, enseñarles a leer y a escribir y respetada por las personas que la rodean. Inteligente, se preocupa por cultivarse a través de la lectura y se mantiene informada. Sensible, expresiva en cuanto a los sentimientos y situaciones dolorosas que la agobian injustamente. Excelente madre, preocupada continuamente por el bienestar de su hijo, su nuera y su nieta. El sólo hecho de conocerla y escucharla hacen que uno la comience a querer y a valorar su injusto sufrimiento".

"La primera vez que visité a Graciela fue porque recordé las palabras del Evangelio ‘Estuve preso y no me visitaste’ –dice Liliana- y porque yo tenía la intuición, por lo que me habían contado personas muy queridas mías y conocedoras del caso, que esta mujer era inocente del crimen que se le adjudicaba. Entonces recuerdo que pensé que no podía haber dolor más grande que el de la muerte de un hijo y ser, además, acusado injustamente de esa muerte.

También recuerdo que en la primera visita, y sabiendo que ella era muy creyente, le llevé un Rosario bendecido por el padre Giménez de la Catedral de nuestra ciudad".

-¿Qué fue lo que vio cuando entró a la pequeña celda de Graciela Dieser aquella tarde?-Una mirada muy triste, un alma profundamente acongojada. Vi también fotografías familiares y, por supuesto, la fotografía grande de Natalia. Me bastaron unos minutos, hablar con ella apenas un poco para darme cuenta, para tener la impresión de que yo no estaba frente a un criminal. Lloramos las dos, ella mucho más que yo,por supuesto.

-¿Por qué tuvo tan rápidamente la impresión de su inocencia?-Porque un criminal puede armar toda una historia, pero no puede armar los detalles que surgen espontáneamente y rápidamente, casi sin pensarlos, en varias charlas. Me di cuenta por un montón de cosas, de que esta mujer es inocente y que está soportando la peor de las torturas.

-¿Qué hace ella?-Manualidades de todo tipo como esto que me regaló (muestra un hermoso tapiz). Cosas muy lindas, muy hermosas. Ora mucho y la verdad es que su situación es un testimonio muy grande, muy fuerte para todos aquellos que nos quejamos a diario de problemas insignificantes. Es también una guía para aquellos que padecen graves dificultades.

# Nota de la redaccion

No son pocos los que sostienen que Graciela Dieser es inocente del delito por el que ha sido condenada. Resulta complejo entender que una madre que con amor cuidó a su hija durante tantos años, velando por ella días enteros cuando estaba enferma en un sanatorio pueda de pronto cometer un crimen tan atroz. Es inexplicable, por otro lado, que se obligue a una persona a ingerir cantidades de pastillas para matarla y sin que la víctima se defienda y deje rastros como sucedió con Natalia. Como bien han dicho muchos médicos, es imposible que un estrangulamiento no deje marcas y en el cuerpo de Natalia Fraticelli ningún rastro hizo suponer tal modo de muerte. La remota opresión de un punto específico en el cuello –como se sostuvo- es de tan difícil logro que casi es un imposible y a un médico incluso le costaría conseguir el propósito de la muerte por esa vía.

Por otra parte, un sinnúmero de dudas quedan flotando a poco que se investiguen los hechos. Todo ello sin contar que a la defensa le negaron aportes de pruebas y que algún juez preopinó antes de que se dictara sentencia.

Unas horas, unos días significan para el hombre honesto y privado de su libertad una verdadera tortura. Si Graciela Dieser, como muchos sostienen, es inocente, habrá padecido –como dice su amiga- la peor de las torturas que puede cargar el alma de un ser humano.

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Producción y edición periodística: Carina Zanelli

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