VILLA SOLDATI

Gran show de la Gendarmería pero el parque sigue ocupado

Todo indica que ha nacido una nueva villa de emergencia en la Ciudad, con inédita protección de Gendarmería Nacional, y pese a la opinión contraria de los vecinos de Soldati, Lugano, Copello y Samoré.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). ¿Quién ganó y quién perdió? Esa es una pregunta que corre por estas horas.

 
El Ejecutivo Nacional percibió que estaba perdiendo y por eso ahora despliega a un par de batallones móviles de Gendarmería Nacional, con gran exhibición ante las cámaras de TV. Es la forma que tiene de desmentir lo obvio: que es indolente ante la inseguridad.
 
El Ejecutivo comunal percibió que podía quedar como 'el malo de la película' y por eso se rodeó de líderes de las colectividades paraguaya y boliviana cuando pidió paciencia a los vecinos de Soldati, Lugano y adyacencias. Y apeló a la paciencia y la pacificación. 
 
Pero para ellos, Macri perdió porque las viviendas precarias siguen levantándose en el Parque Indoamericano. La Gendarmería solamente garantizará la seguridad de los ocupantes ilegales.
 
Es decir que el Estado fue al rescate de quienes violan la ley invocando un problema habitacional que también padecen muchas otras personas, que no realizan acciones similares.
 
Los ocupantes ganaron una batalla importante: para muchos medios de comunicación (por ejemplo el canal de noticias del Grupo Clarín, TN), pasaron de ser ocupantes ilegales a alcanzarles también la categoría de vecinos, como los que no los quieren allí y pagan sus impuestos.
 
¿Han ingresado ya materiales de construcción? ¿Cuándo ingresarán los materiales de construcción? Eso se preguntan los de Soldati y Lugano, básicamente ante la idea de que han perdido el control del Parque. Muchos creen que ha nacido una villa a la que ellos se oponen. Pero ahora hasta demostrarlo será más difícil.

Ha ingresado más gente al Parque con el argumento de que ya estaban desde antes. Además, la Gendarmería aclaró que no se encuentra ahí para impedir el ingreso de más personas. Al contrario, son los propios okupas quienes frenan ahora porque tienen un orden de loteo que no quieren que se vulnere.

 
El mensaje para la sociedad es desolador. La transversalidad K se encuentra feliz: demostró que no hay giro al centro de parte de Cristina, ganaron un ministerio (de Seguridad) y retomaron el diálogo con organizaciones sociales que parecían críticas hacia el 'modelo K'.
 
Pero esto recién comienza y con la inflación que promueve la propia Cristina, es el inicio de muchos otros problemas similares en el año electoral. Gobernadores e intendentes saben cómo frenarlo: con clientelismo 'duro'. No es ninguna solución.

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