Acabaron con 350 años de monopolio del servicio postal británico

Después de 350 años de monopolio en los servicios postales del Reino Unido, ejercido por la compañía Royal Mail, el correo británico entró en un sistema de libre competencia.

Por primera vez desde el reinado de Carlos II de Inglaterra (1630-1685), cualquier empresa autorizada podrá prestar servicios postales en el país, como la recogida, el transporte y el envío de cartas o paquetes.

El organismo encargado de la regulación del sector, Postcomm, considera que la liberalización permitirá a los clientes elegir qué empresa prefiere y creará un servicio más eficiente y seguro.

"Cambiar 350 años de historia lleva su tiempo y muchas reflexiones. Pero estamos convencidos de que los clientes se beneficiarán de unos servicios postales más seguros, innovadores y atentos a sus necesidades", dijo la directora ejecutiva del organismo regulador, Sarah Chambers.

Sin embargo, la mayor asociación sindical del sector, Communication Workers Union (CWU), se opuso a la decisión por considerar que la liberalización del servicio pone en riesgo el futuro del suministro universal de ese servicio.

Hasta el momento, Postcomm concedió licencias a catorce compañías, que podrán competir con la empresa pública británica en ese multimillonario mercado, entre ellas el servicio de mensajería urgente DHL y la compañía holandesa TNT.

El cambio puede acabar incluso con uno de los iconos de las calles británicas, los buzones de color rojo, ya que en los próximos años podrán aparecer otros de las nuevas compañías, según el organismo regulador.

Muchos de los nuevos operadores pagarán a Royal Mail para que procese y reparta los cartas a cambio de una tarifa, pero otros optarán por llevar a cabo el servicio en su totalidad.

La mayor parte del correo, un 85%, se envía entre empresas y esa es precisamente el área donde Postcomm espera que se registre una mayor competencia.

Con la nueva normativa, Royal Mail seguirá sujeto, de cualquier forma, a mantener un precio fijo para los envíos postales, tanto de primera como de segunda clase.

La libre competencia en el Reino Unido se propuso en 2002, debido a las fuertes pérdidas de Royal Mail.

Desde 2003, varias entidades, incluidas las mayores empresas postales de Europa, pueden obtener licencias para participar hasta en un 30% del sector en el Reino Unido.

Sin embargo, Royal Mail, propiedad del Gobierno británico, seguía acaparando el 97% de ese multimillonario mercado.

La empresa pública ya advirtió que necesitará una mayor libertad para elevar los precios de los sellos a fin de compensar la pérdida de negocio, aunque también se ha mostrado dispuesta para hacer frente a sus nuevos rivales.

"Royal Mail luchará duro por cada carta", dijo el vocero David Simpson.

El primer país europeo en liberalizar su servicio postal fue Suecia, en 1993, un ejemplo que tendrán que seguir todos los miembros de la Unión Europea (UE) antes del año 2009.

Dejá tu comentario