El país despide al delegado del FMI, poco antes del reclamo que deberá atender Miceli en USA

El representante permanente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Andrew Wolfe, se despidió este fin de semana del país, enfríando aún más las relaciones con el organismo, desde donde esta semana, cuando Miceli arribe a Washington, para participar de la Asamblea de Primavera, reiterarán el pedido para que la Argentina presente un plan para atender los reclamos de los acreedores que no entraron al canje.

La ministra de Economía, Felisa Miceli, viajará el miércoles a Washington, USA, para participar de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y reunirse con el secretario del Tesoro, John Snow.
Allí, la jefa de la cartera pretende aprovechar la ocasión para reclamar una reformulación del organismo.
Pero, desde el FMI se espera –a través del diálogo que mantendrán Rato y Miceli– que reiteren el pedido para que la Argentina presente un plan para atender los reclamos de los acreedores que no entraron al canje, quienes poseen títulos por unos US$20 mil millones.
Además, desde el organismo, aconsejarán a adoptar medidas de carácter ortodoxo para combatir la inflación.
Junto a Miceli integrarán la comitiva argentina los secretarios de Finanzas, Alfredo Mc. Loughlin, y de Programación Económica, Oscar Tangelson, y la subsecretaria de Financiamiento, Alejandra Scharf.
Según la agenda que trascendió, la reunión con Snow se llevará a cabo el jueves en la sede del Tesoro de USA y luego Miceli se encontrará con el titular del FMI, Rodrigo Rato, en el edificio del organismo. Para el viernes está programada una reunión con el presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz.
Todo esto se producirá en el marco de las frías relaciones que la Argentina mantiene con el Fondo, sobre todo, de la partida del representante permanente del organismo en el país, Andrew Wolfe, este fin de semana.
El norteamericano Andrew Wolfe tenía las valijas hechas hace un par de meses y este fin de semana terminó de concretar la mudanza que estaba a medio terminar.
Su alejamiento es, sin duda, un reflejo más del enfriamiento de las relaciones entre el Gobierno argentino y el organismo con sede en Washington.
Y el golpe de gracia a esa relación lo dio Néstor Kirchner el 3 de enero último.
El paso siguiente al desplazamiento de Wolfe será el cierre total de la representación permanente del FMI en Buenos Aires.

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