DISTRIBUCIÓN DE GANANCIAS

Moyano y su ambición, de Ámbito a El Cronista

Hugo Moyano, vía Héctor Recalde, tiene el proyecto, demorado, de participación de los trabajadores en el 10% de las Ganancias empresarias pero sin riesgo de contrapartida. Una nota al respecto en el diario El Cronista Comercial, se complementa con otra de Ámbito Financiero.

¿Comenzamos por Ámbito Financiero o por El Cronista Comercial?
 
Es probable que, en este caso, resulte más conveniente comenzar por el matutino de Francisco de Narváez.
 
 
"Después de varios meses en el freezer, la conducción de la CGT, comandada por Hugo Moyano, decidió reactivar en el Congreso su ofensiva para apurar el tratamiento del proyecto de ley que dispone el reparto de una parte de las ganancias empresarias entre los trabajadores, una postura que desató el malestar en la cúpula de la Unión Industrial justo en momentos en que la entidad fabril pretendía reabrir el diálogo con los gremios para fijar un horizonte consensuado de cara a las negociaciones salariales de 2012. 

"Me parece que en un momento como este lo que tenemos que tratar todos juntos es de traer serenidad a la economía, y no más alteración que la que ya está teniendo por factores externos", afirmó el jefe de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, en respuesta a la determinación sindical de renovar el impulso por la sanción parlamentaria de la iniciativa.

De Mendiguren insistió en destacar sus críticas al proyecto cegetista elaborado por el abogado y diputado Héctor Recalde y consideró que solo "busca la cogestión sindical" de las empresas. 

"No lo comparto en lo más mínimo. Es un proyecto que más que hablar de distribución de utilidades estaba buscando la cogestión sindical, es decir la intervención de los sindicatos en la aprobación de los balances y esto me parece un abuso", remarcó.

Los cuestionamientos del titular de la UIA fueron rechazados por el propio Recalde, quien negó que la iniciativa promueva un esquema de cogestión gremial y sostuvo que "lo que hay es derecho a la información, que es un derecho primario. ¿Por qué (las empresas) tienen que ocultar cuáles son las tasas de rentabilidad?", se preguntó Recalde, tras lo cual criticó que, según la visión de los empresarios, "nunca es el momento oportuno" para avanzar con el proyecto. (...)".
 
 
 
"Por ahora, el Gobierno no tiene en sus planes avanzar en el Congreso con el proyecto de redistribución de ganancias de las empresas para los trabajadores. Tampoco en una nueva suba del mínimo no imponible del tributo. Ambas son embestidas de Hugo Moyano para esta parte del año, luego de haber triunfado en las elecciones internas del sindicato de Camioneros y como estrategia de fin de año para posicionarse en su continuidad al frente de la CGT por 4 años más desde 2012. 

(...) La visión del kirchnerismo, en medio de una campaña presidencial, es consolidar el mercado interno y la alianza con los sectores empresarios antes que crear nuevos problemas fiscales y financieros. Se hablaba incluso del buen momento que el frente oficial mantiene con los privados en lo que va de la campaña y ciertos cortocircuitos con Moyano que serían tratados después del 23 de octubre. Hay incluso quien desde las cercanías de la presidente Cristina de Kirchner no vio con buenos ojos estas embestidas moyanistas, luego de su triunfo en Camioneros. 

La primera intención del titular de la CGT es que el diputado nacional Héctor Recalde acelere en Diputados el debate por la ley de reparto de ganancias, un proyecto que aún descansa en la Comisión de Legislación Laboral, sin fecha concreta para ser tratado en el recinto. Saben Moyano y Recalde que la única manera de acelerar el proyecto este año es con el apoyo total del bloque del Frente para la Victoria y de los aliados del oficialismo, y aun así no tendría éxito asegurado. Por esto, desde el Gobierno se congeló a comienzo de año la iniciativa a la espera de una nueva cámara y un nuevo ejercicio. En otras palabras, recién para 2012 la idea sería tratada. 

Si esto sucediera, sabe Recalde, la aprobación de una reforma de este tipo implicaría que la aplicación del reparto de utilidades (hasta el 10%, el 5% directo y el otro 5% para un fondo de estabilidad laboral) podría arrancar recién en 2013. Esto sucede porque Ganancias es un tributo anualizado, y sólo puede implementarse una reforma sobre ejercicio terminado. Sólo si Diputados y el Senado lo aprobara antes de diciembre de este año (una utopía) podría comenzar a regir desde 2012. Además, si el tributo se aprobara el próximo año, los trabajadores comenzarían recién en marzo de 2014 a percibir algún tipo de dividendo. Por todo esto, desde el Gobierno ven esta embestida con una intencionalidad más política que económica real. 

Situación similar existe en el otro reclamo de Moyano, la intención de que nuevamente el Gobierno suba el mínimo no imponible de Ganancias. El camionero, como muchos otros gremios, analiza con cierta razón que los aumentos de las paritarias de este año, que en la mayoría de los casos operan ya casi a pleno, hicieron que muchos empleados en relación de dependencia perdieran gran parte del incremento salarial al ser alcanzados por Ganancias. Esto pese al incremento aplicado por el Gobierno en marzo de este año, que llevó el nuevo tope a los $ 5.782 para los solteros y $ 7.998 para los casados con dos hijos. 

Nuevamente, la iniciativa no está en los planes oficiales por una cuestión fiscal."

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