Tartagal es una herida que no cicatriza

¿Qué quedó en Tartagal luego de que los medios de comunicación nacionales pasaran por la inundación? Por cierto que no fue un drama natural.

TARTAGAL ( Periodismo Social). El 31 de diciembre de 2005 se cayó el puente sobre el  Río Seco en Tartagal, provincia de Salta, y dejó aislada una de las zonas más ricas en recursos naturales del Noroeste argentino, pero también con grandes carencias sociales, económicas y educativas.
Tartagal había sido noticia en 1997, cuando cientos de personas decidieron cortar la ruta nacional 34 con la inédita modalidad de los piquetes para protestar contra la privatización de YPF, que dejaría sin trabajo a cientos de personas.
Esa pueblada dejó muertos y heridos, y fue el principio de una historia de grandes desigualdades sociales que alcanzó otro pico de dramático protagonismo cuando en marzo de este año el torrente de agua comenzó a socavar el terreno y se llevó con él las casas que estaban a la vera del río.
Otra vez, móviles de televisión, radio y enviados especiales de los diarios mostraban en vivo y en directo la desgracia en Tartagal, cobertura que el gobernador de esa provincia, Juan Carlos Romero calificó en una solicitada que publicó en diarios nacionales como ataque "terrorista" de la prensa porteña, en un intento de "enlodar su imagen" culpándolo por un desastre que no es más que un "drama natural".
 
¿Es sólo un 'drama natural' el de Tartagal? ¿Sirvió para entender la situación la cobertura de los medios nacionales? 2 preguntas básicas para intentar responder con la opinión de organizaciones sociales, pobladores y periodistas.
Lluvia y soja
En los últimos 7 años, se han deforestado 290.000 hectáreas en los departamentos salteños de San Martín, al que pertenece Tartagal, y en Orán y Anta, según la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación, para permitir el avance la frontera agrícola, para cultivar soja.
El gobierno de Salta justifica las inclemencias climáticas como únicas causantes del  drama y afirma que "desde 1984 no se producían lluvias semejantes". Y si bien es cierto que en los primeros tres meses de este año llovió lo que corresponde al promedio anual,  otros años las lluvias no causaron los mismos daños.
"Esto por que la alta, media y baja cuenca de los ríos estaba cubierta íntegramente de vegetación boscosa que amortiguaba las lluvias, favorecía la infiltración en el lugar, reforzaba las laderas y evitaba las escorrentías, causantes principales de la erosión de los suelos y el desmoronamiento y profundización de cauces", dice el periodista Miguel Brizuela en  www.saltalibre.org.
Noemí Cruz, coordinadora en el NOA de la Campaña de Biodiversidad de Greenpeace Argentina, afirma que la situación se agravó especialmente en Tartagal, después de que el avance del río -que divide a la localidad de Villa Saavedra y el centro de la ciudad- creciera durante este año por el aumento de las corrientes y como consecuencia de la mala sustentación del terreno.
"Sin la vegetación propia del lugar, la estructura de las laderas se vuelve cada vez más inestable. Sin retención suficiente, se acelera el escurrimiento superficial. Con poca retención y excesivo escurrimiento, las crecidas no se regulan. Con grandes crecidas, no hay puente ni camino que resista", aporta Cruz.
También Yacuy
Julio Rojas y Manuel Tapia  son dirigentes de la etnia guaraní de Yacuy, localidad a 18 kilómetros de Tartagal que también vive en constante peligro y que debió ser evacuada preventivamente, en la misma fecha en que el río Seco se llevaba casas de Tartagal.
Rojas y Tapia junto a aborígenes del Norte argentino, Paraguay y Bolivia estuvieron reunidos el 19 de abril en Buenos Aires pare debatir sobre su realidad en el marco del Programa integrado de apoyo y acompañamiento a la defensa y promoción de los derechos de los pueblos indígenas del Gran Chaco Americano  que lleva adelante la organización local Fundapaz.
 
Periodismo Social dialogó con ellos sobre la situación que viven en su comunidad a partir de la crecida de ríos, las lluvias y la acción de los hombres.
-¿Se atenta contra la naturaleza en su tierra?
-Las consecuencias de las acciones del hombre sobre la naturaleza son las que sufrimos ahora. En la década del 90 explotaron nuestra tierra, sobre todo la zona oeste de nuestra comunidad, las serranía tartagalense, que fue utilizada por empresas petroleras que dinamitaron la zona y se dejó todo el terreno removido y agujereado. Entonces, a medida que se cortan los árboles, dejan el terreno libre y el agua no sigue su curso natural.
-¿Las empresas o funcionarios gubernamentales consultan a la comunidad aborigen sobre las obras que hacen teniendo en cuenta que en su cultura la tierra está íntimamente relacionada a la vida del aborigen?
- ¡Noooo!
-¿Lo que pasó en Yacuy es similar a lo que vivió o vive Tartagal?
-Se formó un dique natural en los cerros producto de la deforestación, lo que puede provocar el desborde del río Yacuy, porque cambió su cauce natural. Hubo una evacuación preventiva y nosotros mismos fuimos a trabajar para evitar que eso sucediera. Después llegó Gendarmería y Vialidad.
-¿Hay solución posible?
-Acá se trata de aplicar desarrollo sustentable, si las empresas cortan árboles, tienen que reponerlos.
Lo mismo opina Greenpeace, que en un documento en su web insiste en que se debe "planificar de manera urgente el ordenamiento territorial de los bosques nativos argentinos. Esto significaría terminar con los desmontes indiscriminados y reorientarlos priorizando efectivamente el establecimiento de los "bosques protectores" que, entre otras cosas, evitan impactos cuyas consecuencias económicas y sociales sí son una verdadera traba al progreso y desarrollo y no las campañas ambientalistas para salvarlos".
El fenómeno natural afecta la vida de las personas y el Consejo de Asesores de la Sede Regional Tartagal de la Universidad Nacional de Salta difundió una resolución a principios de abril en la que habla de una "situación de catástrofe económica, social, sanitaria y educacional, que no es producto de un desastre natural  sino la consecuencia de un manejo irracional de los recursos naturales y  de  la ausencia del Estado".
El Consejo solicitó una investigación que documente científica y técnicamente "las causas de la situación de desastre que vive nuestra población, atendiendo especialmente al manejo irracional de los recursos naturales  por parte de las empresas petroleras, madereras y agrícolas".
Medios necesarios con reservas
Cuando algunos  pobladores de Tartagal vieron que la situación seguía complicándose en su zona decidieron llamar la atención de los medios nacionales. Armaron una cadena de mail y "bombardearon" las redacciones anticipando la tragedia.
 
Oscar Mongelli, de la Asociación  De Usuarios de Tartagal, organización que nació luego de los cortes de ruta del año 1997, fue uno de los impulsores de esta medida y en contacto con Periodismo Social se muestra satisfecho con lo conseguido.
-¿Cómo considera que trataron los medios el tema de Tartagal?
-Principalmente mostraron la realidad y cuando los funcionarios del gabinete de Romero y el mismo gobernador intentaron mentir, tuvimos la posibilidad de defendernos en tiempo real demostrando que hablaban para la audiencia de "afuera" y no para los vecinos de Tartagal, a quienes subestimaron y así les fue. Los periodistas que llegaron de Buenos Aires vieron que no les mentíamos.
-¿Cómo sigue ahora la tarea de ustedes?
-Tratando de que no se apague la llama de la esperanza, con el convencimiento que los medios nacionales nos ayudarán por habernos mostrados honestos y confiables, hasta ahora y si hay posibilidades de denunciar irregularidades, seremos atendidos. No confiamos en otra cosa que no sea la prensa, aunque parezca algo maniqueo, pero hasta ahora dio un buen resultado.
-¿Qué logros consiguieron?
-Por ahora mínimos, las obras están recién iniciadas, algunas otras están en proyecto, pero creo que con un gran alboroto antes de las próximas lluvias conseguiremos un poco mas. Lo que más nos aflige es que la gente evacuada pueda reubicarse y en este tema tenemos ayuda de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de la  provincia.
La Agencia informativa del Norte Argentino (www.copenoa.com.ar) publicó el 30 de enero una crónica donde relata el "caso emblemático del matutino El Tribuno, que es propiedad de la familia del gobernador Romero, que apelando al recurso de la subestimación, planteo desde un primer momento una visión ligth de la realidad. El estallido de la información en los medios nacionales, obligo al diario oficial a mostrar un cuadro mas cercano con la realidad y los titulares pasaron de la subestimación a la utilización de la palabra 'crisis'. La estrategia oficial había fracasado".
Liliana Lizondo, comunicadora social y docente de la UNAS, tiene una doble sensación cuando analiza la cobertura.
"Siento que la labor de la prensa fue amarilla completamente -dice en diálogo con PS- porque estuvo reducida a las imágenes del río y a los derrumbamientos y creo que eso impacto mucho en la gente de fuera de Tartagal. Las imágenes no mienten, pero la situación de Tartagal es mucho mas grave que lo que se vio, la miseria se expande a los cuatro lados del río y eso no se mostró. Pienso que los medios nacionales estuvieron 13 días acá sin correr la mirada del río. No dejo de pensar que si ellos no producían esas imágenes nuestra situación podría haber sido peor, porque esta situación  tiene historia. Por ejemplo, tengo que recordar que el 31 de diciembre se rompió el puente sobre el río Seco y nadie hizo nada hasta un mes y medio después".
Los medios nacionales también estuvieron en Yacuy y los miembros de la comunidad guaraní  Julio Rojas y Manuel Tapia muestran reservas cuando hablan de la cobertura.
"Nos parece muy importante que los medios nos visiten, pero si dicen la verdad o por lo menos muestran las distintas opiniones. Que cuenten lo que ven, pero también que nos pregunten sobre nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra educación. Por ejemplo a nuestra escuelita se le está cayendo el techo, hay rebrote de enfermedades, tenemos un solo enfermero para atender a casi dos mil personas y estamos limitados en nuestro trabajo porque hay tierras inundadas o erosionadas".
Consultada por PS, Susana Gonzáles directora de RENA, agencia de noticias que se especializa en cubrir catástrofes y tragedias, considera que los primeros días de cobertura fueron muy intensos "pero a medida que la desgracia se mantenía  tuve la sensación que "se ablandaba": los centimetrajes iban disminuyendo y los minutos en los medios audiovisuales se convertían en segundos. Esa pobre visibilidad del tema, contribuyó a la desatención de la sociedad en general sobre tamaña tragedia".
Gonzalez cree que "hoy por hoy hay muchas cosas que no se saben aún de Tartagal:
> ¿Cuántos lugares más de la misma provincia peligran de correr igual suerte?
> ¿Se están haciendo estudios de alta ingeniería para evitar lo que hoy es un hecho?
> ¿El gobierno salteño está preparado para gestión de riesgos?,
> ¿Cuál es el futuro de los salteños que viven a la vera del río Seco?".
Y plantea el desafío que quizás sirva para responder las dos preguntas planteadas al principio: "Los medios deberíamos profundizar sobre porqué sucedió ese desastre y especialmente sobre como sigue esa historia".
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Más información:
www.nortedelbermejo.com.ar/
www.saaltalibre.org/
www.copenoa.com.ar/

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