Otra vez Scioli-Pierini-Santa María (como en el 2003)

La alianza Víctor Santa María-Alicia Pierini-Alberto Fernández-Daniel Scioli viene marchando. Un verdadero problema para los porteños.

Daniel Scioli es el candidato a jefe de Gobierno porteño de Alberto Fernández. El hermano vicepresidencial, 'Pepe' Scioli, aceptó el convite de Alberto, quien no puede aspirar a un cargo electivo, a menos que sea en una lista sábana, y bien escondido, por cierto. El poeta erótico Fernández le provoca sarpullido a los porteños.
Pero Scioli todavía no provoca similar espanto. Un poco porque lo acompaña la misericordia popular por su discapacidad física. Otro poco porque es un personaje instalado en la TV y las revistas, junto a su mujer, Karina. Y también porque no tiene responsabilidades ejecutivas, y entonces todo es más fácil.
Scioli se arremangó e hizo lo que no aceptó hacer Jorge Telerman, a quien las burlas acompañarán hasta el final de su gestión con su autodefinición de 'afrancesado', su error lingüístico-político fenomenal.
Scioli, gracias a Alberto Fernández, tiene nuevos 'compinches' de la política. Por ejemplo, Víctor Santa María, el dispendioso y procesado dirigente sindical de los encargados de edificios (fue directivo del ex Banco Patricios); también Alicia Pierini, Defensora del Pueblo en la Ciudad.
Bueno... Scioli-Pierini era la fórmula para jefe y vicejefe de Gobierno porteño en 2003, que no pudo presentarse porque Néstor Kirchner le ofreció a Scioli ser su vicepresidente, y éste aceptó.
Dicen que el grupo, vía Pierini, va a meter presión sobre Telerman y su secretario Legal y Técnico, Sergio Beros.
No es fácil lo de Terlerman: carece del apoyo de Cristian Ritondo, Diego Santilli, Daniel Amoroso y los otros PJ que apoyan a Mauricio Macri; y es difícil el diálogo con lo que quedó del 'ibarrismo' como Raúl Fernández, básicamente por el desbande de esa fuerza, ya minúscula cuando Aníbal Ibarra era jefe de Gobierno.
'El Colorado' Fernández e Ibarra no se hicieron cargo aún que la fuerza política que les dejó Carlos Álvarez cuando precozmente se jubiló de la política partidaria, era mucho mayor y más influyente que la que quedó luego que estos improvisados destruyaran su patrimonio.
Pero ahí andan, con deseos -y fortuna- como para intentarlo una vez más.
Durante la tragedia de República Cromañón, Alicia Pierini se mantuvo en silencio, algo que no correspondía a su rol de Defensora del Pueblo. Pero ha recuperado la memoria acerca de sus funciones, y decidió presionar a Telerman, probablemente porque él no la designó en el cargo que ella esperaba.
El problema de Telerman es su ausencia de acuerdos sólidos que contrarresten las alianzas en su contra. Y no se puede esperar que 'la gente' lo aclame porque todavía es desconocido para gran parte de los vecinos, y otro poco porque para casi todos él aún es sinónimo de Ibarra.
Telerman no quiere ser el candidato del 'peronismo macrista' a jefe de Gobierno porteño pero tampoco lo es del 'kirchnerismo', recordando que Alberto Fernández es el referente del Presidente en la Ciudad; y esa posición es muy riesgosa.
Por supuesto que Telerman puede ser candidato en la Ciudad, pero antes deberá elaborar mecanismos que aseguren la gobernabilidad porque ello es esencial para un candidato que, a la vez, se encuentra en la gestión. Mientras tanto, cada vez que pueda, Pierini seguirá haciendo de las suyas. Inevitablemente.

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