UN ALIVIO PARA EL MERCOSUR

Brasil comprará autos uruguayos sin impuestos

El gobierno brasileño dispondrá en  15 días mecanismos para exonerar a Uruguay de las obligaciones que impone a vehículos importados de otros países, igualándolo así con el beneficio para la industria argentina.

por LEONARDO LUZZI
 
MONTEVIDEO (El Observador). Una breve llamada de la presidenta Dilma Rousseff a José Mujica puso las cosas en claro. En esa comunicación del viernes 23/09 la mandataria llevó tranquilidad a Uruguay de que quedaría exento del alcance del impuesto de 30% que Brasil impuso a las importaciones de autos, fundamentalmente buscando desalentar el ingreso de vehículos provenientes de China. 
 
Ese día, en Nueva York, el canciller Luis Almagro y su colega Antonio Patriota, comenzaron a delinear el acuerdo. Patriota llamó a Itamaraty para dar instrucciones directas de que Uruguay no debía ser afectado, dijeron a El Observador fuentes de Presidencia.
 
Ahora con las cartas vistas y un acuerdo sobre la mesa, el gobierno hace también una lectura positiva de la estrategia “dialoguista” que desarrolla en política exterior, cuando en estos días se escuchó a empresarios y dirigentes políticos reclamar al Poder Ejecutivo una actitud más enérgica para hacerse respetar. 
 
Este martes 27/09 el presidente Mujica anunció que se alcanzó un acuerdo con Brasil para el sector automotor y que se continúa negociando sobre otros temas. Esta vez la sintonía política de dos mandatarios de izquierda funcionó para un negocio que en lo que va del año redituó ventas para Uruguay por US$ 88 millones, en un sector que da trabajo a 1.000 personas.
 
La semana pasada, Mujica mencionó públicamente por primera vez la hipótesis de retirarse del Mercosur, lo que marcaba el malestar del gobierno ante las trabas que reiteradamente imponen Brasil y Argentina al comercio.
 
Con ese telón de fondo, una delegación oficial negoció este martes en Brasilia los detalles que garanticen a las armadoras de vehículos instaladas en Uruguay el no pago del impuesto que las dejaría sin posibilidades de competir.  
 
La delegación fue integradapor el  subsecretario de Economía, Luis Porto; Sebastián Torres, director Nacional de Industrias; y Alvaro Ons, director de Integración de la Cancillería, quienes lograron destrabar la situación planteada. 
 
En una declaración conjunta, ambos países señalaron que Brasil se comprometió a adoptar “en el más breve plazo posible” las medidas necesarias para que la importación de automóviles de Uruguay se beneficie con la “reducción” del impuesto. 
 
Porto especificó a El Observador desde Brasilia que la “reducción” llevará la tasa a cero por ciento, lo que significa volver a la situación anterior.
 
Se estima que el trámite puede implicar unos 15 días debido a aspectos procesales del ordenamiento jurídico de Brasil. Pero también las delegaciones acordaron profundizar la integración productiva de sus economías estimulando la creación de joint ventures entre empresas de los dos países. En particular se incentivará las alianzas productivas en la cadena automotriz para acelerar el ritmo de incorporación de contenido regional a los vehículos y autopartes. 
 
Porto explicó a El Observador que el acuerdo se logró “siguiendo la estrategia marcada por el presidente Mujica”, con quien ayer se comunicó por teléfono varias veces a lo largo del día para contarle la marcha de las negociaciones. 
 
La delegación uruguaya explicó a su contraparte que entendía las presiones a las que está sometido Brasil por la crisis internacional y que comprendía los objetivos del plan “Brasil Maior”, por el cual la administración Rousseff busca aumentar la competitividad de la industria nacional a partir de incentivos, innovación tecnológica y agregar valor.
 
Porto dijo que Uruguay “ve necesario trabajar en conjunto para que las empresas uruguayas, con la de los países socios, logren acuerdos de complementación productiva con lo que se evitarán las restricciones al comercio”.

“Si se apuesta sólo a lo comercial habrá intereses contrapuestos pero si las empresas se integran en cadenas los objetivos serán comunes y la integración avanzará más rápido”, 

comentó el subsecretario de Economía.
 
A la salida de una reunión en la embajada de China, Mujica fue consultado ayer por el tema automotor.

“El problema son dificultades jurídicas en cuanto a los días que puede demorar, pero no en cuanto a la decisión que tiene tomada Brasil que es levantar la presencia de ese impuesto para las importaciones de automóviles del Uruguay”, dijo el Presidente dando por hecho que el acuerdo quedaba cerrado. 

 
También reveló que cuando visitó la semana pasada a la planta de EFFA –compañía que anunció el envío al seguro de paro de 400 empleados por la situación derivada de Brasil– ya “tenía la seguridad” de que se iba a arreglar el diferendo. El ministro Roberto Kreimerman, (Industrias) que ayer estaba acompañando a Mujica señaló que “la voluntad política está” para zanjar el asunto. 
 
Desde Brasilia, las informaciones de las agencias EFE y AP señalan que el gobierno de Rousseff se comprometió “a estudiar con mucho cariño” la posible exención del impuesto a los automóviles importados desde Uruguay, según lo señaló Heloisa Meneses, secretaria de Desarrollo de la Producción. “La medida fue muy significativa para Uruguay, pero el comercio de automóviles importados con ese país es poco significativo para Brasil”, reconoció la jerarca, tras participar de la reunión con la misión uruguaya.
 
El impuesto de 30% que impone Brasil para defender a su industria es exigido a la producción de autos que no tengan 65% de piezas regionales. La jerarca valoró el “esfuerzo” por elevar el número de componentes regionales de los automóviles fabricados en Uruguay, pero admitió que la “industria de autopartes” en el Mercosur todavía es “incipiente”.
 
El incremento en el impuesto sobre productos industrializados fue adoptado hace dos semanas por Brasil tras comprobar un crecimiento en la entrada de autos armados en el exterior. Según datos de las importadoras, 19,5% de los autos que circulan en Brasil son producidos fuera del país.
 
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, explicó que la disposición apunta a aumentar la competitividad de la industria local. La delegación oficial que viajó también llevó en carpeta otros aspectos de la relación bilateral, entre ellos las dificultades que enfrentan los textiles para ingresar al mercado brasileño, según confirmaron a El Observador fuentes empresariales.

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