Benedicto XVI pasó a retiro al controvertido Maciel, de los Legionarios de Cristo

Marco Maciel ha sido invitado a retirarse a su vida privada, lo que resulta, para muchos, un triunfo de Regnum Christi considerando las denuncias existentes contra su fundador, Marcial Maciel.

Después de un "maduro examen" de las acusaciones contra el sacerdote mexicano Marcial Maciel y de un "atento estudio" de la investigación realizada por el Vaticano, el papa Benedicto XVI ha invitado al fundador de la Legión de Cristo a retirarse completamente a la vida privada y "renunciar a todo ministerio público".
El abandono del ministerio publico es una sanción muy dura, pero tanto el padre Maciel, de 86 años, como la Legión de Cristo, manifestaron acogerla con obediencia. El Vaticano subrayó que "con independencia de la persona del fundador, reconoce con gratitud el encomiable apostolado de los Legionarios de Cristo y de la Asociación Regnum Christi".
De todos modos, quienes esperaban en México, país donde con mayor fuerza arreciaron las denuncias, una condena firme de Benedicto XVI contra Maciel se dijeron disconformes.
"Se negoció con un criminal", dijo Alberto Athié, el sacerdote que impulsó a partir de 1995 las acusaciones contra Maciel y que abandonó el sacerdocio ante la falta de respuesta de Roma.
Alberto Athié afirmó que la decisión le produce una "gravísima preocupación. En el texto -añadió el ex sacerdote- esta condena es una especie de decisión del padre Maciel. Se trata de una pena que él se autoaplica a cambio de no llevar un proceso canónico".
Para el sacerdote y abogado canónico Antonio Roqueñí, ex magistrado del Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de México, la sentencia es "una simulación muy bien maquillada". A juicio de Roqueñí, esta decisión se debe a que "no pueden decir lo que realmente ocurrió dado el escándalo que todo eso causaría a los católicos".
Tanto para el Papa como para todas las personas que han tomado parte en el estudio del caso, la decisión ha sido un trago muy amargo, pero el Vaticano está decidido a hacer borrón y cuenta nueva en el problema de los abusos sexuales, por dolorosos que sean los remedios.
El Vaticano precisó que "teniendo en cuenta la edad avanzada del reverendo Maciel y su fragilidad de salud" el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal William Levada, "ha decidido renunciar a un proceso canónico, e invitar al padre Maciel, que actualmente vive en México, a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado esta decisión".
El milimetrado comunicado no explicita los motivos de la sanción, pero los da a entender en el primer párrafo: "A partir del 1988, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha recibido acusaciones, hechas públicas en parte, contra el reverendo Marcial Maciel Degollado, fundador de la Congregación de los Legionarios de Cristo, por delitos reservados a la exclusiva competencia del Dicasterio. En el 2002, el reverendo Maciel publicó una declaración para negar las acusaciones y manifestar su disgusto por la ofensa recibida de algunos ex Legionarios de Cristo".
El Vaticano precisa que "todos esos elementos han sido objeto de examen maduro", a raíz del cual, el cardenal Joseph Ratzinger, responsable entonces de la Doctrina de la Fe, "autorizó una investigación de las acusaciones. Después de haber sometido los resultados de la investigación a un atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, cardenal William Levada", tomó la decisión anunciada ayer.
Las acusaciones fueron presentadas a finales de los años '90 por 9 ex Legionarios a la Congregación para la Doctrina de la Fe, competente en materias de disciplina, pero fueron también publicadas por 'The Hartford Courant', un pequeño periódico de Connecticut, USA.
Según los 9 ex Legionarios -uno de los cuales ha retirado las acusaciones y otro ha fallecido- el padre Maciel abusó de ellos cuando eran seminaristas o jóvenes sacerdotes en momentos que van desde 1943 hasta principio de los años '60.
La Congregación cerró el caso en 1999 pero volvió a abrirlo en 2004 a raíz de nuevas acusaciones de más de una docena de personas, cuyo testimonio fue recogido por un investigador oficial en Roma y en México. En mayo del 2005, respondiendo a una oleada de rumores, la secretaria de Estado del Vaticano envió a la Legión un fax timbrado, pero sin firma, que decía textualmente: "No hay ningún proceso canónico en curso contra el padre Maciel ni se prevé para el futuro".
Aunque la Legión divulgó la noticia como una exoneración plena, el texto Vaticano no era eso, ni mucho menos. No ha habido proceso canónico -vista la edad y la salud del padre Maciel- pero sí una sanción, la más ejemplar impuesta hasta el momento tanto por la importancia de la persona como de la institución.
Una sanción ejemplar
La primera sanción de este tipo (y por motivos en parte similares), fue impuesta por el cardenal Levada y aprobada por Benedicto XVI en julio de 2005 al padre Luigi Burresi, fundador de los Siervos del Corazón Inmaculado de Maria.
El caso era más grave, pues incluía abusos de la Confesión, por lo que se le prohibió, además del ministerio publico, impartir ese sacramento a cualquier persona, incluso en privado. Con todo, la sanción era inferior a la suspensión 'a divinis', que excluye celebrar cualquier sacramento.
El cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, manifestó ayer que "si bien la persona del fundador presentase algunos aspectos dudosos y discutibles, el árbol que ha crecido es muy sano". El Vaticano confía plenamente en los Legionarios, cuyo timón lleva desde enero del pasado año el padre Álvaro Corcuera Martínez del Río.
El Capítulo General Ordinario reeligió al padre Maciel, pero éste declinó el cargo. El Capitulo eligió al padre Luis Garza Medina como vicario general y un consejo general del que forman parte miembros de España, USA, Irlanda, México y Chile.
Aunque algunos delitos prescriben en Derecho Canónico a los 10 años, la responsabilidad moral se mantiene, y el Vaticano lleva ya casi 4 años intentando evitar que los abusos se repitan en el futuro.
A lo largo de su vida, el padre Maciel fue objeto de decenas de acusaciones.
En su comunicado, que consta de de cinco puntos, la Legión de Cristo precisa que "nuestro venerado padre fundador" ha recibido a lo largo de su vida (Marcial Maciel tiene 86 años) "un sinnúmero de acusaciones" y que en los últimos años, "algunas de ellas fueron presentadas a la Santa Sede para que abriera un proceso canónico".
"Ante las acusaciones hechas en su contra, él afirmó su inocencia y siguiendo el ejemplo de Jesucristo optó siempre por no defenderse de ninguna manera", precisó el comunicado, que en ningún momento se refiere a que las acusaciones contra su fundador fueron de supuestos abusos sexuales y fueron, además, presentadas por antiguos miembros de la congregación.

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