Corsi se declaró culpable y pasará 3 años en prisión

El psicólogo acusado de abuso sexual de menores fue condenado en un juicio abreviado donde admitió su culpa en la “promoción de la corrupción de menores”. Será sometido a un tratamiento psiquiátrico.

 

El psicólogo y especialista en violencia familiar Jorge Corsi, que estaba acusado de corromper sexualmente a un menor de edad, deberá cumplir una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo.
 
Ahora, Corsi, de 68 años, deberá ir a prisión porque su condena no es en suspenso y será conducido a una unidad penitenciaria donde, además, será sometido a un tratamiento psiquiátrico.
 
En rigor, Corsi ya estuvo arrestado -entre julio de 2008 y enero de 2009- y se estima que en breve su defensa pediría alguna una morigeración de la pena para obtener arresto domiciliario.
 
El 12 de marzo el Tribunal Oral en lo Criminal 11 iba a comenzar el juicio contra Corsi y el profesor de música Marcelo Rocca Clement, ya condenado a 11 años de cárcel en otro juicio por un delito similar ocurrido en 2008 por el abuso de un chico de 13 años.
 
En setiembre pasado, en tanto, el resto de los imputados -Augusto Correa, Pablo López Vidal y Adrián Isacovich- ya habían sido sometidos a una probation con tareas comunitarias y la indemnización para la víctima (que tenía 16 años al momento de los hechos).
 
Ahora, al reanudarse la actividad tras la feria judicial, se supo que Corsi había sido condenado a tres años de cárcel. No obstante, se estima que su defensa podría solicitar una morigeración de la pena, ya que -al haber aceptado los delitos que se le endilgan- es difícil que pueda apelar la condena ante la Cámara de Casación Penal.
 
La familia del denunciante se mostró conforme con la pena que se le impuso al psicólogo, porque entiende que al no haber debate oral se evitó una revictimización del menor.
 
 
"Acá hubo un acuerdo en un juicio abreviado en donde Corsi reconoció su culpa. Si hubiera sido inocente, no lo hubiera aceptado. Pero lo importante aquí es que el espíritu de la condena busca que vaya a prisión. Parece poco pero en la mayoría de los denuncias por abuso no hay condena. Se ha hecho Justicia", afirmó el abogado querellante Javier Moral en diálogo con C5N.
 
El caso de Corsi desató un escándalo en 2008 porque el psiquiatra era un reconocido especialista que dirigía la Carrera de Especialización en Violencia Familiar en la facultad de Psicología de la UBA, y había escrito numerosos libros sobre el tema.
 
Según la denuncia a la que accedió DyN, entre los meses de febrero y mayo de 2007 un chico identificado como NGD sufrió "distintas prácticas sexuales idóneas para desviar de tal modo" su libre crecimiento psico-sexual a través de una serie de episodios que incluyeron "actos sexuales forzados, tocamientos de partes pudendas, exhibición de material pornográfico, con contenido pedófilo y consumo de drogas".
 
La investigación se inició un año después cuando el joven contó a sus padres que había sido abusado y filmado, y se abrió una causa en busca de un grupo de pedófilos. Según las diligencias de la Policía Federal, la organización tenía a dos jóvenes que recorrían los cíber de Barrio Norte y Recoleta y ponían especial atención en los adolescentes que allí estuvieran navegando en sitios pornográficos.
 
Después los invitaban a su casa donde accedían a material pornográfico y, más tarde, terminaban teniendo relaciones homosexuales entre ellos para ver la reacción del menor, y la participación de otros adultos. Durante la investigación se apuntó a que esa situación había sido mediante engaño, pero más tarde ese agravamiento fue anulado.
 
Lo cierto es que Rocca Clement ya fue sentenciado por el abuso del chico de 13 años, con el que Corsi no habría tenido ninguna relación, y casi simultáneamente se abrió la causa que salpicó al psicólogo donde el menor involucrado tenía 16.
 
En medio del escándalo que generó su caso, cuando estaba detenido Corsi dijo vía e-mail a los medios que nunca cometió delito alguno y denunció haber sufrido un "encarnizamiento mediático" que comparó con una "lapidación pública", en donde los medios de comunicación ya lo habían condenado.
 
"Tengo la íntima convicción de no haber cometido delito alguno en toda mi vida -había dicho-. No tengo nada que ver con esa especie de monstruo que han inventado los medios".
 

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