Y LO MÁS GRAVES ES QUE NICOLÁS MADURO PUEDE GANAR

Maldito espejo: El control de precios no aleja el desabastecimiento

Venezuela es el desquicio económico-social al que no quieren asomarse millones de argentinos. Venezuela es inflación impactante, desabastecimiento, desfinanciación del Estado, clientelismo puro clientelismo para continuar en el poder... una Argentina caribeña. Y hay novedades en un país en el que habrá elecciones el 14/04, en las que el heredero Nicolás Maduro Moros puede imponerse en nombre del cadáver de Hugo Chávez Frías (una lástima que él se haya perdido el derrumbe de su 'modelo', tal como también sucede en la Argentina, donde Néstor Kirchner dejó como heredera de lo bueno y de lo malo, a Cristina Fernández).

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En Caracas, Mauricio Tancredi presidente de Consecomercio (Consejo Nacional del Comercio y los Servicios), opinó por Globovisión sobre el resultado de la ley de Costos y Precios Justos: “Se ha creado desabastecimiento, ha habido pérdida en la calidad de vida porque  la población debe ir a varios lugares para conseguir productos, muchas veces no el que se quiere sino el que se encuentra”.
 
Tancredi agregó: “Es una ley de carácter popular, la población lo entiende como positivo, pero no puedes decretar precios unilateralmente sin consultar las estructuras de costos de las empresas”.
 
Luego él recordó que los controles de precios no han resultados positivos en ninguna sociedad: “Los controles no han sido positivo resultan en desabastecimiento escasez y quitan la posibilidad de la población que obtenga lo que quiera tener (…) La forma en que puedes optimizar la vida es que permitas la oferta y la demanda, donde le permitas a la persona escoger lo que quiera utilizar. La libre competencia es lo que permite que los precios se nivelen y se pueda competir”.
 
Control de precios + cepo cambiario
 
La escasez de alimentos se agudizó en Venezuela durante el 1er. trimestre de 2013, aunque la tendencia se remonta a noviembre de 2012, cuando fueron advertidas graves fallas en el abastecimiento, que la Administración bolivariana menospreció. En ese momento, la escasez era de 11,2% pero en marzo se ubicó en 17,7%, con un pico de 18,2% en enero, el más elevado de los últimos 3 años, según el indicador del Banco Central de Venezuela (BCV). 
 
La escasez de divisas para la reposición de inventarios de materias primas, insumos y material de empaque resultan el mayor problema que enfrentan las industrias de alimentos desde el 3er. trimestre de 2012. 
 
En enero y febrero la entrega de dólares para importaciones privadas disminuyó 27%. 
 
El informe del BCV destaca que los aceites "han tenido permanencia en los niveles de escasez durante los últimos meses". En marzo, el aceite de mezcla tuvo escasez de 75,3%; el de maíz 69,6% y el de girasol 68,3%. 
 
La margarina y la manteca, que también se elaboran en su mayoría con grasas importadas, alcanzaron una escasez de 68,1% y 74,5% respectivamente. 
 
En azúcar y leche también se registraron serios problemas de abastecimiento, con escasez de 73,7% y 70% respectivamente; mientras que el café faltó en 50,9% de los establecimientos consultados. 
 
En el caso de éstas materias primas, la importación la realiza directamente el Estado, a través de la Corporación Venezolana de Servicios Agrícolas (CASA), que luego las distribuye tanto a las empresas públicas como a las privadas para que sean envasadas y enviadas al comercio minorista. 
 
Entre las recomendaciones que el Banco Central y el Ministerio de Finanzas hacen al Presidente encargado y candidato presidencial Nicolás Madura, aparece la propuesta de "diseñar un plan de abastecimiento que garantice los inventarios de materia prima de las empresas productoras de pan y cereales (trigo, azúcares y envases)". 
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En el caso de la leche, el presidente de Cavilac (Cámara Venezolana de Industrias Lácteas), Roger Figueroa, señaló que la producción está afectada por la escasez de envases, pues la siderúrgica Sidor tiene graves problemas de producción de hojalata. El 50% de la leche que se procesa en Venezuela se envasa en latas. 
 
Además, Figueroa destacó que el Gobierno les aseguró que hay materia prima, y en inventarios tienen 14.000 toneladas. El consumo mensual es de 16.000 toneladas al mes: "Tenemos leche pero no dónde empacar. Hay leche en riesgo por los envases", dice que le dijeron. 
 
En cuanto a la leche pasteurizada, en marzo no había en 64 de cada 100 establecimientos. Y los quesos blancos y amarillos registraron escasez de 33,1% y 29,2%, respectivamente. 
 
En el caso de estos productos, la escasez de materia prima y los precios controlados son los factores que están perjudicando la producción. Por 1 litro de leche a puerta de corral, las empresas pagan hasta 7 bolívares cuando el "litro" de leche líquida está fijado en 5,83 bolívares: las cuentas no cierran.
 
Los cortes de carne de res como 'punta trasera' (no regulado) y 'muchacho' (regulado) también tienen niveles significativos de escasez, según el BCV. Un 40% de la carne que se consume en Venezuela proviene de las importaciones. Los precios regulados desestimulan la producción nacional.
 
El problema de los feriados
 
“Fueron muchas las semanas que se dejó de procesar harina de trigo y si se agregan los feriados de diciembre, luego Carnaval y Semana Santa, además de los días de duelo, aún no se ha logrado estabilizar el suministro, además de las compras nerviosas”, dijo un empresario del sector del trigo. 
 
Juan Crespo, presidente del sindicato Fetraharina (Federación Nacional de Trabajadores de la Harina), coincidió en que los muchísimos feriados interrumpieron las operaciones en varias empresas que aprovecharon para hacer labores de mantenimiento preventivo y fumigación. 
 
“Ya no hay conflicto laboral en los molinos de trigo, pero si no hay divisas se originan problemas. En este momento tenemos un buen inventario de trigo en los silos y las empresas están moliendo a toda capacidad, quizás el problema sea de logística y distribución”, indicó Crespo, consultado sobre la escasez de harina de trigo que según el BCV es de 86%. 
 
El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, Pablo Baraybar, declaró que en 2012 las divisas para las empresas del gremio se redujeron 11%. En promedio, los retrasos en la liquidación en muchos sectores agroproductivos asciende a 210 días y la deuda preliminar llega a entre US$ 895 millones y US$ 1.000 millones. 
 
Las procesadoras medianas y pequeñas de café registran falta de materia prima. “El Gobierno centralizó todas las compras de cosecha de café y dejó sin producto a las torrefactoras privadas”, afirmó un empresario. 
 
Según el BCV, el café faltó en marzo en 50,9% de los comercios. 
 
Otra de las dificultades que afectan el abastecimiento es el control de precios. Hay rubros que tienen 25 meses con los mismos precios, como es el caso de los regulados como el pan de trigo, las pastas alimenticias. 
 
Mientras que el aceite vegetal de mezcla lleva 23 meses sin revisión, la carne de res 22 meses, el pollo 21 meses, el aceite de maíz 18 meses, al igual que la leche en polvo y pasteurizada. Los quesos no se revisan desde hace 16 meses y el azúcar desde hace 15 meses. 
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“¿Cómo se puede producir con los mismos precios controlados desde hace más de 2 años cuando ha habido 4 aumentos de salario mínimo, una reforma que incrementó la carga laboral de las empresas, 2 devaluaciones este año más la de 2011 que eliminó el tipo de cambio de 2,60 bolívares por dólar para alimentos?. Se añade el aumento del flete de transporte, alza de materia prima nacional e importada, costos por los apagones eléctricos en las empresas, incremento de los envases y otros factores que inciden en los costos de producción”, explicó Baraybar.
 
Productos perecederos
 
Las frutas subieron 7,8% y los pescados 7,3%, según el trabajo del Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Planificación y Finanzas, enviado a Maduro. 
 
Sobre el comportamiento de los precios de las frutas, el limón subió 30,5% en el mes de marzo, el melón repuntó 17%, la manzana 14,8%, el durazno 13,3%, y la uva 6,6%. Según el documento las alzas están relacionadas con la estacionalidad. 
 
En el caso de los pescados, el BCV y el despacho de Finanzas mostraron que en marzo, en promedio subieron 7,3%. El precio del mero aumentó 19,4%, el rayado 20,6%, el pargo 17,7%, el lebranche 15,7%, el cazón 13,9% y el dorado 13%. La merluza subió 10,5% y el corocoro 10,3%. 
 
“Se observa un fuerte componente estacional en los pescados debido a las festividades de Semana Santa”, apunta el informe.
 
El jamón tuvo una variación entre febrero y marzo de 9,4%; mientras que el jamón de espalda se aceleró un poco menos y cerró el mes en 9,2%. 
 
La chuleta de cerdo ahumada experimentó un alza de 8,7%, las salchichas de 8,5% y la carne de res de 4,1%. 
 
“Los derivados de la carne de cerdo han incrementado sus precios en los últimos meses, situación que amerita una revisión de todos los eslabones de la cadena de comercialización debido a que los productores de chancho mantienen el precio de venta al por mayor”, dice el reporte.
 
Con relación a las carnes de res, ha influido el desacato del precio regulado que lleva 2 años incrementándose mes a mes. “Es necesario actualizar el trabajo que realizaron los ministerios de Alimentación, Comercio y Agricultura, en el que se estudió a fondo la estructura de costo del sector”. 
 
Los dólares
 
Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria (Confederacion Venezolana de Industriales) dijo que faltan divisas y materias primas, y que las empresas básicas requieren con urgencia insumos, lo cual se complica con la congelación de precios.
 
En una declaración sobre la encuesta de la Coyuntura Trimestral del 4to. trimestre del 2012, Larrazábal dijo que la disminución de los inventarios de materias primas, por la paralización de entrega de divisas, va a originar una caída de la producción doméstica, que afectará el suministro de productos de consumo masivo.
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La referencia básica se remite a que los retrasos de Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) superaron los 6 meses. Las empresas han estado trabajando con los inventarios de materias primas, que están a punto de agotamiento, y no pueden adquirir nuevos compromisos de compra, ya que los proveedores exigen la cancelación de la deuda anterior, porque las divisas no llegaron.
 
En una rápida revisión del sector de la confección, dijo que sólo disponen de insumos para una actividad de 60 a 90 días como máximo, porque en esta área la entrega de divisas lleva una demora de más de 250 días.
 
Los fabricantes de autopartes tienen una situación más crítica, porque desde el 15 de julio de 2012, recibieron de la Autoridad de Adquisiciones de  Divisas (AAA) y esperan el reconocimiento de US$ 104 millones, del dólar a 4,30 bolívares.
 
Las empresas de alimentos esperan en la AAA, autorizaciones de US$ 895 millones desde antes del 15/10/2012; la industria de medicamentos reporta una deuda de más de US$ 1.540 millones; el sector químico US$ 74 millones; el metalúrgico US$ 80 millones; los refractarios, vidrio y cerámica US$ 20 millones, y los textiles US$ 4 millones.
 
Las empresas de alimentos y medicamentos están en una situación más sensible, porque están sometidas a estrictos controles de precios, calculados a una tasa de 4,30, y ahora deben cancelar la deuda contraída con los proveedores internacionales a 6,30, que los llevaría a una asfixia económica total.
 
El derrumbe de la producción envuelve en un círculo conflictivo el  suministro al mercado doméstico. Larrazábal expresó que los lapsos establecidos por el convenio cambiario N°14, y el tiempo que duran los procesos de importación, es casi imposible que ninguna empresa pueda cumplir para que se le reconozca el dólar, a un valor de 4,30.
 
Ahora están la obligación de cancelar la deuda en divisas a la nueva paridad, lo que es imposible. El mecanismo que se estableció para sustituir el Sitme (Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera, eliminado el 08/02/2013), no cubre los requerimientos de la industria, y se ha mantenido bajo un clima de “secretismo”, al desconocerse el precio al que fueron vendidas estas divisas, ni a las empresas a las que fueron adjudicadas.
 
Existe una justificada preocupación en Conindustria, agregó Larrazábal, de que el Sistema Complementario de Divisas (Sicad) no solucionará la falta de acceso a los dólares, para la pequeña y mediana industria, ni tampoco se ha definido como se pagará la deuda con los proveedores internacionales.
 
En ese aspecto, el presidente de Conindustria advirtió, que las medidas aisladas en materia cambiaria, no transmiten confianza y es muy probable que no se producirán los resultados esperados.

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