POSITIVO BALANCE ANUAL

'Brote verde': En 2016 la producción de biodiésel fue récord

La producción agrícola, la de gas licuado y la de biodiesel exhiben números positivos en la Argentina 2016. Aquí el caso de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO):

La Cámara Argentina de Biocombustibles anunció que, en 2016, la Argentina alcanzará un récord en su producción de biodiésel de más de 2,7 millones de toneladas, un aumento del 50 % con respecto al año anterior.

De esta manera, la Argentina ocuparía el cuarto puesto en el ranking de producción mundial de biodiésel, al obtener un 9% del total de más de 30 millones de toneladas, tres puntos porcentuales más que en 2015.

"La fluidez del diálogo y la disposición de las carteras de Energía y Agroindustria para promover el consumo de biodiésel en áreas como transporte público de pasajeros, generación eléctrica y encauzar algunos problemas sobre transparencia de la información, y protocolos de certificaciones de sustentabilidad, han contribuido decisivamente para conseguir este récord de producción. Se abren buenas perspectivas para 2017 cuando esperamos afianzar estos resultados con ajustes necesarios, como la anulación de los derechos móviles a la exportación de biodiésel, para estar a la altura de los desafíos que propone el mercado mundial", dijo Luis Zubizarreta, presidente de CARBIO.

El mercado interno de biodiésel en la Argentina se ha consolidado con el incremento en el corte obligatorio, llegando actualmente al 10%, al igual que Malasia, mientras Brasil y Tailandia se encuentra en un 7%, e Indonesia lidera con el 15% del corte de gasoil con biodiésel.

En los países mencionados aprovechan la amplia disponibilidad de materia prima para reemplazar importaciones de gasoil, donde el agro se posiciona como productor de energía renovable.

El biodiésel nació como un producto para exportación. En poco más de un lustro, la Argentina pasó a ser el principal exportador mundial de este biocombustible con el que se mezcla el gasoil. Sin embargo, en 2012 la UE, que representaba el 90% de las exportaciones argentinas de biodiésel, aplicó injustificada e ilegalmente aranceles por supuestas prácticas de dumping, lo que provocó el cierre de esas exportaciones.

A partir de entonces, la Argentina tuvo que salir a buscar nuevos mercados y adecuar la operatoria de exportaciones. Así, en Estados Unidos, que tiene alta exigencia, las empresas locales pudieron cumplimentar satisfactoriamente las certificaciones de sustentabilidad, por lo que se convirtió en el principal mercado de biodiésel argentino en 2016. A la vez, la Argentina demostró la competitividad de esta producción.

En 2016, la Organización Mundial de Comercio (OMC) hizo lugar en forma definitiva al reclamo argentino por los aranceles impuestos por la UE, al igual que la Corte de Justicia Europea. Esto implica que los despachos a este destino deberían reactivarse en los próximos meses.

Asimismo, CARBIO destacó en ese proceso la labor de la Cancillería argentina que ha defendido eficazmente al biodiésel argentino contra aquellas medidas proteccionistas de la UE que se han demostrado infundadas.

Sin embargo, resultó negativa en 2016 la aplicación por Perú de medidas anti-subsidios y anti-dumping al biodiésel argentino, de la misma manera que había sucedido con la UE. La evolución de tales exportaciones a Perú muestra que, desde 2012 hasta 2015, ese mercado compró en promedio unas 195.000 toneladas de biodiésel argentino, que representan, a valores de hoy, aproximadamente 147 millones de dólares en ingreso de divisas para el país.

"En 2017 continuaremos impulsando los reclamos de la Argentina contra estas medidas injustificadas para que sean prontamente resueltos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o en ámbitos bilaterales, para poder volver a exportar biodiésel a Perú," añadió Zubizarreta.

La industria del biodiésel se caracteriza por su potencial como dinamizador del desarrollo de industrias vinculadas. Impulsa el crecimiento de la industria de la glicerina y derivados, en la que se logró la sustitución plena de importaciones y se pasó a exportar, y genera demanda sostenida de químicos como el metanol o el metilato, con capacidad de producción doméstica. Asimismo, el sector también podría inducir efectos indirectos horizontales para la generación de biocombustibles de segunda o tercera generación.

El diálogo y el trabajo conjunto entre Estado-sector privado (con las áreas de energía, agroindustria, transporte, medio ambiente y relaciones exteriores) posibilitan construir una perspectiva aún más auspiciosa para la producción y la exportación del biodiésel argentino.

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