Un atisbo de "brote verde" -de esos que viene prometiendo la Casa Rosada desde enero de 2016- podría verse en la creación del primer frigorífico de la era Macri: dos empresas familiares argentinas invirtieron en la compra y puesta a nuevo de una planta en Azul, cerrada durante años. Pero el brote verde parece marchitarse, a la luz de datos difundidos por el Ministerio de Agroindustria, que informó que se achicaron los márgenes de la cría y el ciclo completo en un 60%, comparados con de los de junio de 2011.
UNA BUENA Y UNA MALA
Apareció un 'brote verde' (pero cortito)
Desde enero 2016 la Casa Rosada promete 'brotes verdes' en la economía, pero hasta ahora éstos han sido casi inexistentes. Ahora se conoció la creación del primer frigorífico de la era Macri: dos empresas familiares argentinas invirtieron en la compra y puesta a nuevo de una planta en Azul, cerrada durante años. La buena noticia viene opacada por otra realidad: según el Ministerio de Agroindustria, se achicaron los márgenes de la cría y el ciclo completo en un 60%, comparados con de los de junio de 2011.
Las dos noticia fueron publicadas por el portal Valor Carne. Primero, la buena: las familias Duhau y Zymnis reabrieron un frigorífico en la localidad bonaerense de Azul, que había sido cerrado hace años. La iniciativa apunta a impulsar la exportación de carne aprovechando su know how en mercados de alto valor.
Desde entonces, el industrial vive en Europa y viaja frecuentemente a la Argentina donde siguió con la producción agropecuaria de la firma familiar, que incluye el ciclo competo Angus y un feedlot para 10.000 cabezas en Carlos Tejedor.
“Elegimos volver a la industria argentina porque nuestro corazón y nuestro know-how están aquí. Además, podemos integrarla con la producción de ganado y con el comercio internacional. Es una fortaleza para el negocio”, aseveró.
# ¿El brote se marchita?
La otra noticia, que opaca el "brote verde", es que según el Ministerio de Agroindustria, se achicaron los márgenes de la cría y el ciclo completo: sus resultados retrocedieron 60% en valores constantes desde 2011. En tanto, la invernada mostró fuertes picos en el primer semestre y caídas en julio/agosto al nivel de las otras actividades.
La 21° edición del boletín Resultados Económicos Ganaderos del Ministerio de Agroindustria, analiza la evolución de los márgenes brutos en el período junio de 2011 a febrero de 2017, considerando los modelos más característicos de cada actividad: cría en la Cuenca del Salado, invernada de alta producción en la región subhúmeda pampeana y ciclo completo en Córdoba.
Todos los márgenes fueron expresados en moneda constante (pesos de febrero de 2017) utilizándose el IPC Congreso para realizar el ajuste.
La cría y ciclo completo presentan curvas de evolución similar y llegaron a superponerse durante 2014. Los resultados estuvieron en alza durante 2015, superando los 3.000 $/ha en la cría, como consecuencia de los muy altos precios de venta de los terneros. En 2016, comienzan a caer y hoy están 60% por debajo de los de junio de 2011.
Los márgenes de la invernada muestran un patrón más definido, con picos en la primera mitad del año y caídas en la segunda, coincidentes con la estacionalidad en los precios de compra del ternero. En la serie analizada, se observa que en los meses de julio-agosto los resultados tienden a converger con los de las actividades de cría y ciclo completo.
En tanto, en el primer trimestre de 2017, los resultados de la cría continuaron achicándose, aunque la diferencia respecto al anterior fue poco significativa. A un menor precio del ternero se le sumó un ajuste en algunos gastos de estructura (servicios, impuestos fijos, etc.). Habrá que ver si el ternero, avanzando la zafra, sigue bajando y arrastra los resultados de la cría que, en los modelos con buenos índices productivos, presenta números muy aceptables, según publica Valor Carne.
En los modelos de ciclo completo sucedió algo similar: los márgenes brutos presentaron pocas variaciones pero el resultado final se deterioró por los mayores costos fijos.
Los modelos de invernada se beneficiaron con la relación ternero/novillo y recuperaron rentabilidad, especialmente los más productivos. Al mes de febrero, esa relación alcanzó a 1,28, bastante por debajo del 1,37 de febrero de 2016, en línea con el debilitamiento de la fase de retención que transita el ciclo ganadero. Debería bajar algo más conforme avance la zafra, lo cual le daría un poco de aire a las actividades de engorde, que venían con la rentabilidad bastante acotada. A esto contribuiría, además, un precio del maíz que podría caer por la muy buena cosecha que se espera.
Con respecto al precio del maíz, los resultados del último año de los modelos que utilizan suplementación muestran que la eliminación de las retenciones no los dejó fuera de juego. Por el contrario, la intensificación y la mejora en la eficiencia productiva son las herramientas que permiten sostener los márgenes.