PARA RECORDAR EN 2017

Cuando Venezuela tuvo su Acta de la Independencia

El 05/07/1811 se firma el Acta de la Declaración de Independencia, que explica en detalle los motivos por los cuales se declara la independencia de las 7 provincias españolas de la entonces Capitanía General de Venezuela. A partir de esa declaración, se inició la Guerra de Independencia, entre la República de Venezuela y el Reino de España, enfrentamiento que duró 13 años y tuvo repercusiones en toda América del Sur, con una última batalla que expulsó a los españoles en forma definitiva el 24/07/1823.

La independencia de Venezuela comenzó con un acto de valentía: los caraqueños rechazaron al nuevo gobernador de la Provincia de Venezuela y Capitán General de Venezuela, Vicente Emparan, porque había sido nombrado por el hermano de Napoleón Bonaparte, José I de España, tras la invasión napoleónica en España.

Entonces, el 19/04/1810 convocaron a un Cabildo extraordinario en la ciudad de Caracas como respuesta a la disolución de la Junta Suprema de España y la renuncia del rey Fernando VII. Por ese motivo, se considera esa fecha Día de la Independencia en Venezuela.

Entonces designaron una Junta Suprema, gobierno provisional, vigente hasta el 02/03/1811, partidario de la Corona española pero que ejecutó reformas internas, trató de reforzar su autonomía, e hizo gestiones en el exterior para obtener la ayuda de las naciones extranjeras. Y convocó a elecciones para instalar un Congreso General ante el cual declinar sus poderes y que decidiera el futuro de las provincias venezolanas.

La convocatoria fue acatada por las provincias de Caracas, Barquisimeto, Cumaná, Barcelona, Mérida, Margarita y Trujillo. En cambio la rechazaron las provincias de Maracaibo, Coro y Guayana, que reconocían la autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias reunido en Cádiz.

Las elecciones fueron entre octubre y noviembre de 1810: votaron los hombres libres, mayores de 25 años y propietarios de bienes raíces. No votaron mujeres ni esclavos ni la población carentes de bienes de fortuna. Es decir que fue un sufragio restringido pero la oligarquía criolla era partidaria de la libertad.

Caracas aportó 24 diputados; Barinas 9; Cumaná 4; Barcelona 3; Mérida 2; Trujillo 1; Margarita 1.

El 02/04/1811, se instaló el 1er. Congreso de Venezuela, oficializando la 1ra. República.

El 03/07/1811 el Congreso inició el debate por la independencia de Venezuela.

El día que nació la República

Declaración de la Independencia

05/07/1811

De acuerdo a Wikipedia, entre los diputados que se oponían a la ruptura definitiva con España se encontraba el sacerdote de La Grita, Fernando Vicente Maya. Pero prevaleció la elocuencia de Fernando Peñalver, Juan Germán Roscio, Francisco de Miranda y Francisco Javier Zuarez, militantes de la Independencia absoluta.

Los jóvenes radicales fogoneaban el reclamo en las reuniones de la Sociedad Patriótica. En ese círculo estaba Simón Bolívar, quien ante las dudas preguntó: «¿300 años de calma, no bastan?».

El 05/07/1811 se votó. El presidente del Congreso era Juan Antonio Rodríguez Domínguez, quien cerca de las 14:30, concluído el recuento, dejó proclamada la Independencia de Venezuela. Abundó la alegría, una manifestación popular espontánea con Francisco de Miranda a la cabeza, seguido por miembros de la Sociedad Patriótica, una ciudad repleta de banderas, cantos y esperanza en las consecuencias de la libertad.

Aquella tarde, el Congreso celebró otra sesión, en la que se acordó redactar un documento, cuya autoría fue encomendada al diputado Juan Germán Roscio; y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi, texto que fundamentara los motivos de la Declaración de la Independencia, para que sometido a la revisión del Congreso, sirviese de Acta y pasara al Poder Ejecutivo.

Aquel documento fue aprobado el 07/05/1811 por todos los diputados, con la excepción del sacerdote católico Fernando Vicente Maya, diputado por La Grita.

El domingo 14/07/1811 fue publicada el Acta de la Independencia. Al frente de la multitud que presenció los actos se hallaban los jóvenes hijos de José María España, mártir de la Conspiración independentista de 1797, quienes llevaban en alto la bandera tricolor diseñada por Miranda y aprobada por el Congreso.

Nada que ver con la Venezuela 2017, repleta de manifestaciones espontáneas, pero pidiendo libertad, paz y justicia a sus gobernantes, que no son españoles sino que el oprobio es doméstico.

El 05/07 se celebra algo que el presidente Nicolás Maduro parece haber olvidado: la reafirmación de la proclamación de los venezolanos como personas libres, con derecho a una Patria digna y soberana.

¿Cómo puede ser que la colonia pionera en independizarse de los españoles hoy se encuentre prisionera del chavismo? Urgente24 anhela una Venezuela otra vez libre.

Fragmentos del Acta

"(...) En el nombre de Dios Todopoderoso, nosotros, los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía.

No queremos, sin embargo, empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado de propiedad e independencia; olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el derecho funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores, conquistadores y pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y corriendo un velo sobre los trescientos años de dominación española en América, sólo presentaremos los hechos auténticos y notorios que han debido desprender y han desprendido de derecho a un mundo de otro, en el trastorno, desorden y conquista que tiene ya disuelta la nación española.

Este desorden ha aumentado los males de la América, inutilizándole los recursos y reclamaciones, y autorizando la impunidad de los gobernantes de España para insultar y oprimir esta parte de la nación, dejándola sin el amparo y garantía de las leyes.

Es contrario al orden, imposible al gobierno de España, y funesto a la América, el que, teniendo ésta un territorio infinitamente más extenso, y una población incomparablemente más numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del continente europeo.

Las sesiones y abdicaciones de Bayona, las jornadas del Escorial y de Aranjuez, y las órdenes del lugarteniente duque de Berg, a la América, debieron poner en uso los derechos que hasta entonces habían sacrificado los americanos a la unidad e integridad de la nación española.

Venezuela, antes que nadie, reconoció y conservó generosamente esta integridad por no abandonar la causa de sus hermanos, mientras tuvo la menor apariencia de salvación.

América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a su cargo su suerte y conservación; como España pudo reconocer, o no, los derechos de un rey que había apreciado más su existencia que la dignidad de la nación que gobernaba.

Cuantos Borbones concurrieron a las inválidas estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español, contra la voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles de ambos mundos, cuando, con su sangre y sus tesoros, los colocaron en el bono a despecho de la Casa de Austria; por esta conducta quedaron inhábiles e incapaces de gobernar a un pueblo libre, a quien entregaron como un rebaño de esclavos.

Los intrusos gobiernos que se abrogaron la representación nacional aprovecharon pérfidamente las disposiciones que la buena fe, la distancia, la opresión y la ignorancia daban a los americanos contra la nueva dinastía que se introdujo en España por la fuerza; y contra sus mismos principios, sostuvieron entre nosotros la ilusión a favor de Fernando, para devorarnos y vejarnos impunemente cuando más nos prometían la libertad, la igualdad y la fraternidad, en discursos pomposos y frases estudiadas, para encubrir el lazo de una representación amañada, inútil y degradante. (...)".

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