TURQUÍA NO CREE EN LA LIBERTAD

Erdogan, el cazador de periodistas

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, denunció este lunes 11/09 la represión ejercida por el gobierno turco contra académicos, funcionarios, periodistas y activistas, y criticó las miles de detenciones arbitrarias realizadas por orden del presidente Recep Tayyip Erdoğan.

El proceso contra 17 directivos y periodistas del diario turco Cumhuriyet acusados de colaborar con organizaciones terroristas se reanudó el lunes 11/09 en la prisión de Silivri, cerca de Estambul, tras 6 semanas de receso.

Los acusados afrentan penas de entre 8 y 43 años bajo la acusación de "colaborar con organizaciones terroristas, sin ser miembros".

Cumhurriyet es considerado uno de los pocos diarios que mantiene una línea crítica con el Gobierno del partido islamista AKP y con su fundador, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

El diario Cumhuriyet, fundado en 1924 y con una tirada de 40.000 ejemplares, no figura entre los diarios más leídos de Turquía pero sí entre los más prestigiosos, y tanto el medio como su ex redactor jefe Can Dündar fueron galardonados el año pasado con el Right Livelihood Award, conocido también como el "Nobel alternativo".

"Los derechos de expresión y de información están bajo una presión desproporcionada, con un gran número de periodistas turcos, jueces, académicos, funcionarios arrestados y detenidos y otros echados o vigilados de forma abusiva, sometidos a censura, amenazas y violencia", afirmó el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Recordó el arresto de 10 defensores de derechos humanos relacionados con Amnistía Internacional y dijo que este comportamiento "puede sugerir que otros también pueden enfrentarse a prácticas abusivas que socavan una sociedad libre y abierta". Zeid pidió cesar con estas prácticas y urgió al Gobierno a no renovar el estado de emergencia en vigor desde hace más 1 año.

En Estambul, la sesión empezó con fuertes medidas de seguridad y una muchedumbre manifestándose a favor de la libertad de los acusados ante la sala de juicios adosada a la prisión.

Pilares del Cumhuriyet tales como el director ejecutivo Akin Atalay; su jefe de redacción, Murat Sabuncu; el columnista Kadri Gürsel, y el periodista de investigación Ahmet Sik, continúan en detención preventiva. También el tesorero, Emre Iper.

Según la acusación, los colaboradores de Cumhuriyet ayudaron a al menos 3 "organizaciones terroristas":

> los separatistas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK);
> un grupo de extrema izquierda llamado DHKP-C; y
> el movimiento del predicador exiliado en USA, Fethullah Gülen, según el gobierno, instigador del intento de golpe.

Kadri Gürsel está acusado de vínculos con el movimiento del predicador Gülen -al que critica desde hace años- por haber recibido, sin responder, un SMS de presuntos seguidores de Gülen.

También es acusado de haber "creado la percepción según la cual Turquía está un país dirigido por un régimen autoritario", en una crónica titulada "Erdogan quiere ser nuestro padre".

"Símbolo de nuestra época, el juicio del Cumhuriyet quedará en la historia como la ilustración más concreta y más absurda de la caída de las instituciones y del problema de la justicia", escribió el domingo 10/09 en Cumhuriyet la columnista Asli Aydintasbas.

Can Dündar, exjefe de redacción de Cumhuriyet, es criticado por Erdogan tras publicar en 2015 un artículo en el que afirma que Ankara entregaba armas a islamistas en Siria. Exiliado en Alemania, es juzgado en rebeldía.

Sin embargo, por ejemplo, Noam Chomsky escribió en su momento en el periódico The Guardian:​ “Turquía culpa a Isis [del ataque a Estambul], a la cual Erdoğan ha estado ayudando de muchas formas, y mientras apoya al frente al-Nusra, que no es muy diferente. Más tarde lanza una diatriba contra aquéllos que condenan sus crímenes contra los kurdos, que precisamente son el principal ejército opositor del Isis tanto en Siria como en Irak. ¿Hace falta decir algo más?".

La acusación inicial contra Erdogan provino de Rusia, cuando las relaciones entre Turquía y el gobierno de Vladimir Putin se enturbió por el derrito de un caza ruso en la frontera con Siria.

Según el portal de internet P24, especializado en libertad de prensa, unos 170 periodistas están detenidos en Turquía, la mayoría en el marco del estado de emergencia decretado después del golpe fallido.

La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha solicitado la puesta en libertad de todos los acusados y ha señalado que este proceso es un ejemplo del "estado crítico de la libertad de prensa en Turquía".

También el Instituto Internacional de Prensa ha denunciado que este juicio tiene una motivación política.

Al menos catorce organizaciones de medios de comunicación alemanes han exigido a Turquía la liberación inmediata del periodista turcoalemán Deniz Yucel, que cumplió 44 años el domingo 10/09.

Yucel, que trabaja como corresponsal para el periódico alemán 'Die Welt', fue detenido en Turquía el 27/02 por presuntamente incitar al odio y difundir propaganda terrorista a favor del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y del movimiento del clérigo turco Fethulá Gulen.

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que su país no detiene a periodistas, después de que Ankara pidiera a sus ciudadanos que no la voten.

"Aquí puede venir cualquier ciudadano. Aquí no detenemos a ningún periodista. Aquí hay libertad de expresión y rige el estado de derecho", aseguró la jefa del Gobierno y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Steinhorst (oeste de Alemania).

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a los ciudadanos de origen turco con derecho a voto en Alemania -la mitad de los 3,1 millones de turcos en el país europeo- que no apoyen ni a Merkel ni a su rival socialdemócrata, Martin Schulz, ni a los Verdes, por considerarlos "enemigos de Turquía".

Posterior al intento de golpe de Estado (para muchos, fue una simulación) el gobierno turco ejecutó medidas que en algunos casos faltaron a los derechos básicos como la presunción de inocencia al hacer una "purga" y despedir a 127.000 funcionarios, entre ellos jueces, profesores y administrativos sospechosos de estar ideológicamente unidos a los golpistas.

La Unión Europea advirtió que Erdogan "no tiene un cheque en blanco después del golpe para actuar como quiera". Desde entonces, las relaciones entre Turquía y la UE empeoraron. Entonces, Erdogan decidió disculparse ante Rusia por derribarle el avión e intentar acercarse.

En marzo de 2017, en plena campaña para el referendum que daría mayores poderes al Presidente turco, ministros de Estambul viajaron a varios países europeos para hacer campaña a favor de Erdogan. Holanda le negó al ministro Mevlüt Çavuşoğlu, la entrada en el país y a la ministra Fatma Betül Sayan Kaya se le impidió la entrada en la embajada turca en Rotterdam alegando "riesgo para la seguridad".

Erdogan llamó la actitud de los holandeses como "remanente del nazismo".

Ahora, Erdogan le exige a España que extradite al periodista Hamza Yalçin. El opositor turcosueco fue detenido el 03/08 en el aeropuerto de El Prat (Barcelona), en cumplimiento de una orden cursada por la Interpol a petición del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, quien le acusa de terrorismo.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha pedido al Gobierno de España que frene la extradición de Hamza Yalçin.

Hamza Yalçin fue detenido por la Policía española el 03/08 en el aeropuerto de Barcelona y encarcelado en la prisión de Can Brians por orden del juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Se trata de una decisión sustentada en la "falta de arraigo del periodista en España". En Turquía le acusan de ser crítico con el gobierno de Erdogan desde la revista 'Odak'.

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