TESTEO

Por qué estos robots azotan, engrasan y empapan a los teléfonos Huawei

Dicen que lo que no te mata, te fortalece. En el Centro Automatizado de Pruebas de Dispositivos Finales de Huawei, los robots testean a los smartphones presionando sus pantallas con grasa, dejándolos caer, sometiéndolos a temperaturas de -40 grados, exponiéndolos al agua, la arena, el sudor, la corrosión, la humedad y otras torturas. La peor de todas: una en la que el teléfono está en una especie de rueda de la fortuna, da vueltas en todas direcciones y se golpea constantemente con las 4 paredes.

La empresa china Huawei, lanzada de lleno a competir con Apple y Samsung en el mercado de los teléfonos de alta gama, lanzó en octubre sus 2 nuevos teléfonos móviles, el Mate 10 y el Mate 10 Pro, que otorgan, entre otras cosas, la posibilidad de utilizar la inteligencia artificial (IA) para tomar fotografías, cargar una batería y el reconocimiento de voz, entre otros. Huawei se ha hecho popular por la duración de su batería y su virtud multitarea. "Huawei invierte cerca de 200 millones de dólares al año para desarrollar nuevos estándares de calidad de manufactura y, por ende, mejorar la calidad de sus productos", explica Benjamín Ortega Chávez del portal Paréntesis.

Y entre los destacados desarrollos de Huawei, existe un Centro Automatizado de Pruebas de Dispositivos Finales, dentro del Instituto de Investigación de Huawei en Beijing, donde los smartphones son testeados. “Aquí se pueden probar hasta 5,000 teléfonos en tiempo real. Es como si tuviéramos cinco mil ingenieros trabajando 24 horas, los siete días de la semana”, explicaron desde el centro a Javier Rodríguez Labastida del portal AltoNivel.

En lugar de 5.000 ingenieros trabajando, hay sólo 10 personas. El resto son robots. Robots que navegan por internet, robots que activan apps musicales, robots que usan apps de texto, robots que reproducen video. Es decir, utilizan los teléfonos como lo harían sus futuros compradores.

"Parte de mi experiencia con Huawei, en China, fue visitar un centro de investigación y desarrollo que tiene en Beijing, la capital del país. En ese lugar se hace todo tipo de pruebas de resistencia a los teléfonos, desde el ya clásico 'drop test' hasta el casi recién creado 'bending test' —por aquello del célebre bendgate del iPhone 6", escribió Ortega Chávez. (Recordemos que el 'bendgate' fue un duro golpe para apple, cuando resultó que sus iPhone 6 y 6 plus se doblaban haciendo determinados gestos que no deberían haber tenido mayores consecuencias).

"De lo primero que puedes ver cuando entras en estos laboratorios es una máquina que simula tener muchos dedos, mismos que está oprimiendo la pantalla miles de veces para asegurar que no haya ningún problema con su respuesta táctil. Más adelante, hay un robot parecido que también presiona la pantalla, pero con un elemento más: grasa. El propósito de esta prueba es entender cómo reacciona el display del teléfono ante este elemento natural de nuestro cuerpo", agregó Ortega Chávez.

El Centro Automatizado de Pruebas de Dispositivos Finales busca en los smartphones si existe un patrón de falla, cuánto tiempo tarda repararlo y qué mejoras necesita hacer para optimizar la experiencia del usuario. La información de los robots se integra a la que llega en tiempo real de los centros de atención de todo el mundo. "En una pantalla con un mapamundi -explica Rodríguez Labastida-, los ingenieros de este centro reciben al momento los datos que especifican cuáles fueron las causas por las que el celular llegó al centro de atención. Con esto determinarán cuáles son los pasos a seguir y qué requiere el usuario para mejorar su experiencia."

"Antes de llegar a la cadena de producción y tras haber diseñado un terminal, Huawei comprueba que sus móviles funcionan correctamente en los laboratorios. En estos se preparan para cumplir todos los estándares mundiales que se exigen para que sean seguros, primeramente, aunque también eficientes energéticamente e incluso resistentes", explicó Pedro Delgado del portal ElGrupoInformatico. "En estos laboratorios encontramos máquinas que prueban la resistencia de los móviles con auténticas caídas, centrifugaciones, cambios drásticos de temperatura, etc. Y curiosamente se prueba hasta la resistencia de los botones o incluso el roce dentro de un bolsillo. Así podemos decir que se ha probado realmente todo antes de llegar a tus manos."

Entre las pruebas realizadas en el Laboratorio Final de Dispositivos del Instituto, están las siguientes:

> Protocolo de Comunicación. Este laboratorio simula escenarios en línea para mejorar la expriencia de conexión, explica AltoNivel. "Aquí, la empresa china es capaz de simular todos los entornos de red, e incluso creó un espejo de red de 36 ciudades de 14 países, y más de 100 escenarios de usuario (regiones de montaña, edificios de oficinas, centros comerciales y supermercados)", escribió Rodríguez Labastida.

> Laboratorio de fiabilidad. Este espacio realiza pruebas de fátiga mecánica al smartphone, durabilidad mecánica (botones, etc.), choque mecánico (caídas), protección del dispositivo (agua, arena, sudor, corrosión), vibración del dispositivo (en bicicletas, etc.). "La prueba será equivalente al uso que le da un usuario en al menos un año de vida", explica Rodríguez Labastida.

Con respecto a las pruebas de caída, hay "un robot se encarga de azotar el celular unas 20 veces, las primeras cinco a una altura de un metro y las 15 restantes, a 1.5 metros... ¡Ouch!", escribió Ortega Chávez. Además, existe ua prueba de 3 horas para que el teléfono funcione como un dispositivo de navegación con vibraciones de alta frecuencia, y otra de aspersión salina, que simula escenarios a orillas del mar, explica AltoNivel.

Según Ortega Chávez, la máquina que comprueba el funcionamiento y durabilidad de los botones físicos -aquellos con los que subimos y bajamos el volumen o bloqueamos el teléfono-, es interesante. "Con 'dedos ficticios', los presiona miles de veces y con diferentes patrones —a veces de uno en uno, otras, todos al mismo tiempo", escribió Ortega Chávez.

> Temperaturas y condiciones extremas de clima. El smartphone es testeado frente a temperaturas extremas, que van desde los -40 grados hasta los 80 grados, así como cambios drásticos de temperatura y ambiente húmedos. "Para eso hay pequeñas cámaras que pueden simular humedad de hasta 90%, altas temperaturas e incluso tormentas de arena u otra en la que el teléfono está en una especie de rueda de la fortuna, en la que da vueltas en todas direcciones y se golpea constantemente con las cuatro paredes", explica Ortega Chávez.

> Prueba de USB. "¿Y qué hay del conector USB-C? Para ese elemento también se tiene un robot, uno que parece estar obsesionado con su tarea, pues cada teléfono en desarrollo pasa por esta prueba, en la que el cable de corriente y transmisión de datos se conecta y desconecta entre 5 mil y 10 mil veces", explica Ortega Chávez.

> Anti-bending. "Pero, definitivamente, una de las más curiosas es la máquina que prueba la resistencia que tiene el teléfono para no doblarse, pues ésta ejerce presión sobre un pantalón de mezclilla en cuya bolsa trasera está el celular", agrega Ortega Chávez.

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