¿POR QUÉ QUERÍA SER INCINERADO?

El "pequeñísimo" secreto de Adolf Hitler sale a la luz

Adolf Hitler habría dejado en su testamento instrucciones específicas para que, posterior a su muerte, su cuerpo sea incinerado. Pues el poderoso líder nazi temía que los rusos descubrieran sus anomalías genitales exponiéndolas públicamente y avergonzándolo.

El líder del movimiento neonazi Adolf Hitler poseía una pequeña particularidad que caracterizaba su parte genital. Una investigación realizada por los historiadores, autores del famoso libro, “Hitler´s Last Day: minute by minute”, reveló que el Führer más famoso de la historia tenía un pene pequeño.

Esta información también fue confirmada por un artículo publicado en el diario norteamericano New York Post, donde resalta que el líder de la II Guerra Mundial sufría de un poblema congénito llamado hipospadias, padecimiento que genera un desarrollo anormal del miembro masculino.

La hipospadias es una malformación donde se observa una fusión incompleta de los pliegues uretrales, lo que da lugar a que el meato urinario no se localice al final del glande, sino en algún punto entre éste y el perineo.

Además se estima que Hitler también tenía una falencia testicular, lo que no permitió que estos descendieran en su niñez, según explicaron los historiadores Emma Craigie y Jonathan Mayo, en el libro.

El Centro que controla las Enfermedades, el cual se cita en la publicación del periódico New York Post afirma que aquellas personas que padecen estas complicaciones se ven forzados a tener que orinar sentados y esta anomalía suele estar acompañada por un testículo que no desciende.

Asimismo, la publicación bibliográfica señala que la hipospadia de pene acarrea problemas que perjudican las relaciones sexuales, lo que justifica que Theodor Morell, doctor personal del Führer, le haya recetado anfetaminas, hormonas y cocaína para fortalecer el hambre y deseo sexual.

Estas anomalías anatómicas podrían explicar por qué Hitler dio instrucciones en su testamento de que su cuerpo fuera incinerado tras su muerte, temiendo que su cadáver fuera expuesto y ridiculizado por los rusos, según creen los historiadores.

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