AMIGOS RUSOS EN EL ATLÁNTICO SUR

"Una explosión por hidrógeno y oxígeno es la hipótesis más aceptable"

La hipótesis más fuerte desde un principio finalmente alcanzó su clímax una vez cumplidos los plazos y protocolos. Con el paso de los días, las esperanzas disminuyeron, pero hay familiares que miran al cielo y piden una señal; un milagro. Aún así, desde Rusia, apuntan a la mezcla de hidrógeno y oxígeno como responsable de la posible explosión que dejó sin respuestas a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan.

Los especialistas militares rusos comenzaron la búsqueda del ARA 'San Juan' con ayuda del aparato sumergible teledirigido 'Pantera Plus'. En el grupo especial del Ministerio de Defensa de Rusia se incluyen doce personas: especialistas en elevación de barcos, buzos, operadores de aparatos submarinos teledirigidos y técnicos, según informó el capitán de primer rango Serguéi Bashmakov, jefe del Instituto de Investigación Científica de Rescate y Tecnologías Submarinas de la Flota de Guerra de Rusia.

Una nave de la Armada Argentina llevó al equipo de especialistas rusos hasta la región de búsqueda. Los especialistas se encuentran a bordo del “Islas Malvinas”, que los conducirá a ellos y al aparato sumergible “Pantera Plus” hasta la región de destino. La nave zarpó del puerto de Comodoro Rivadavia a las 3 :00.

Según opina el ex jefe del estado mayor principal de la Flota de Guerra de Rusia, Víktor Krávchenko, lo más probable es que la tripulación pereció en los primeros minutos de la catástrofe debido a un incendio a bordo luego del estallido de las baterías.

El almirante aclaró a RIA Nóvosti que este tipo de submarinos como el “San Juan” no son compartimentados, sin divisiones, por eso ante un incendio el fuego se difundiría por todo el cuerpo de inmediato. En relación con esto, según sus palabras, se justifica reconocer que la tripulación pereció.

Konstantín Sivkov, doctor en ciencias militares y miembro correspondiente de la Academia rusa de ciencias misilísticas y de artillería (ARCMA) reiteró su opinión de que en el submarino argentino pudo concentrarse el hidrógeno.

“Esta nave no es vieja según las normas de los países de esta región, tiene algo más de 30 años. Lo más probable es que la causa de la explosión haya sido que no se reemplazaron las baterías agotadas, como resultado de lo cual se acumuló el hidrógeno y se produjo una mezcla altamente explosiva de hidrógeno con el aire, que condujo al estallido. Es la versión más aceptable. Tampoco podemos excluir que, como resultado de una incorrecta explotación o de un golpe en el fondo detonara algún proyectil. En estas condiciones prácticamente la tripulación no tenía ninguna chance”.

El experto también expresó su presunción de dónde puede ahora encontrarse el submarino: “Si se encontraba en profundidades relativamente menores y golpeó contra el fondo, entonces se encuentra en una profundidad de entre 300 y 400 metros. Si esto ocurrió a mayor profundidad, la nave pudo ser aplastada por el agua”, afirmó Sivkov.

 

Importante rescatar a Dmitrii Serguéiev:

"La Armada argentina reconoció la muerte de la tripulación del submarino “ARA San Juan”, con el que hace más de dos semanas se perdió la comunicación. Al mismo tiempo continúan los trabajos de búsqueda de la nave, en los que participan los especialistas rusos.

El salto de “Pantera”

Rusia fue una de las primeras en ofrecer su ayuda a la Argentina, cuando se conoció la tragedia. Nuestro país tiene una gran experiencia en la realización de trabajos de rescate submarino, y las correspondientes unidades de la Flota de Guerra de Rusia pasaron en los últimos años una seria preparación y recibieron el equipamiento más moderno. Las breves conversaciones entre los jefes militares de ambos países culminaron con el traslado operativo de nuestros especialistas y técnica en un An-124 “Ruslán” de la aviación militar de transporte a territorio argentino.

En el puerto de Comodoro Rivadavia los buzos de gran profundidad y su equipo se embarcaron en el “Islas Malvinas”, una nave de la Armada argentina. Encabezó el equipo el director del Instituto de Investigación Científica de Rescate y Tecnologías Submarinas, del Centro de Instrucción Científica de la Flota rusa, capitán de primer rango Serguéi Bashmakov, y el grupo está compuesto por especialistas del Destacamento Expedicionario 328 de rescate de la flota rusa. Todos tienen una sólida experiencia y hábitos precisamente en asegurar la búsqueda y el rescate y en prestar ayuda a las tripulaciones de submarinos y están preparados para actuar en distintos acuatorios marítimos y zonas climáticas.

Nuestros especialistas y sus colegas argentinos forjaron grandes esperanzas en el complejo móvil del aparato teledirigido sumergible “Pantera Plus”, que se encuentra en uso en el Servicio de trabajos de búsqueda y rescate de la Flota de Guerra rusa. El equipo está en condiciones de realizar ese tipo de trabajo en profundidades de hasta mil metros. El autor de estas líneas ocasionalmente observó el accionar de este sistema. Reconozco que durante todo el tiempo que observamos en las pantallas de los monitores las imágenes que transmitía este aparato desde las profundidades, no me abandonó la sensación de que veía el trabajo de la técnica del futuro.

“Pantera Plus” es un aparato de dimensiones no demasiado grandes. Pero así y todo es capaz de encontrar objetos sumergidos con ayuda de un hidrolocalizador de visión circular a distancia de 300 metros, transmitir la imagen al barco portador, tomar videos y además de ello cumplir distintas operaciones con ayuda de manipuladores en los que se pueden ubicar cortadores e incluso sierras. Coordinan la acción del equipo operadores con ayuda de dos telecámaras delanteras de elevada sensibilidad al color, así como una videocámara de visión trasera.

“Pantera plus” está capacitada para realizar ciertos trabajos de salvamento como, por ejemplo, unir los tubos de ventilación al cuerpo del submarino en el caso de ser necesario el suministro de aire a la nave averiada. El aparato teledirigido tiene también un sistema de mantenimiento automático de la profundidad, un ecoradar propio, un equipo de posicionamiento satelital y un artefacto para remover el fondo. No hay para él problema para levantar desde una profundidad de un kilómetro una carga de más de cien kilos. A su vez el barco oceanográfico “Iantar”, también de la Flota rusa, que llegará a la región de la presunta catástrofe a principios de la semana próxima, está capacitado para revisar la profundidad de hasta 6.000 metros. Los trabajos de tal complejidad son realizados por 2 aparatos autónomos de gran profundidad, de los que está provisto el “Iantar”.

Buzos de misión especial

El Instituto de Rescate y Tecnologías Submarinas de la Flota rusa es una estructura única, sin exagerar. Se trata del único centro de investigación científica en el país que se ocupa del desarrollo de las tareas de rescate, de los medios y los métodos de realización de trabajos de buceo, de levantamiento de buques y de grandes profundidades.

Los miembros del instituto participaron en el levantamiento del submarino “Kursk” y del barco “Bulgaria” y fueron los primeros, tanto en el país como en el mundo, en sumergirse a profundidades récords. Por dominar la tecnología de sumergimiento a grandes profundidades de 500 metros en condiciones de compleja presión tres miembros del instituto fueron condecorados en 1991 con la estrella de oro de Héroe de la Unión Soviética y Héroe del Trabajo Socialista, y en 1995 otros dos se convirtieron en Héroes de Rusia.

Con esa misma condecoración fue distinguido el ex jefe del destacamento 328, capitán de primer rango Andréi Zviaguintsev, quien participó en la operación de gran profundidad para elevar el submarino “Kursk” en el Mar de Bárents.

Las tareas que cumplen hoy los especialistas del instituto se equiparan a las militares. Por ejemplo hace muy poco ayudaron a que los acuanautas lograran una profundidad record en condiciones marítimas: llegaron al fondo en la marca de 317 metros en el acuatorio de gran profundidad del Océano Pacífico. El anterior record era de 307 metros.

Se utiliza un equipo GBK-450 para buceo de gran profundidad, ubicado en barcos de salvamento. Es decir que se aplica no sólo un equipo individual, sino todo un sistema. Este nuevo equipo permite bajar a profundidades de 450 metros y es el que están utilizando los buzos en el rescate del “San Juan”. La compresión (elevación de la presión) en las barocámaras a profundidades de 300 metros se lleva a cabo en 2 días. En el logro del nuevo record tomaron parte buzos del Destacamento 328 que ahora se encuentran operando en las costas argentinas.



Algoritmo de salvación

En general el equipo que poseen los servicios de salvamento de la flota rusa supera por sus características técnicas cualquier análogo. Por ejemplo este verano (boreal) los especialistas del instituto llevaron a cabo experimentos de explotación del novísimo equipo de salvamento de submarinistas SSP-M. Las posibilidades del equipo fueron comprobadas en la salida a través de los aparatos de torpedo del submarino condicionalmente averiado.

A diferencia de anteriores modelos, el nuevo sistema tiene una serie de serias ventajas: el traje es más liviano y permite a cada tripulante del submarino averiado vestirse con él sin ayuda colateral y ofrece la posibilidad de abandonar la nave averiada desde grandes profundidades. Otra de las ventajas del nuevo equipo es la posibilidad de usarlo sin aparato respiratorio gracias a la existencia de un capuchón hermético. En el traje inflado con aire es posible respirar y además, el SSP-M no tiene el sistema que antes aseguraba el freno de la emersión libre del submarinista y tenía grandes dimensiones. La seguridad del salvamento se da ahora a cuenta del aumento de la velocidad de descompresión y la velocidad de la emersión libre, lo que minimiza el tiempo de permanencia de la gente a gran presión.

Por los dichos del jefe del servicio de búsqueda y rescate de la flota rusa, capitán de primer rango, Damir Shaijutdinov, se planifica proveer de equipos de salvamento perfeccionado para la tripulación de averiados submarinos atómicos y diésel-eléctricos de cuarta generación, desde profundidades de hasta 220 metros. El SSP-M, de dotación en el Destacamento 328 que opera en el Atlántico Sur, supera significativamente los modelos de otros países.

Luchar hasta lo último

El jefe del Destacamento 328 en la región de la catástrofe, capitán de primer rango Serguéi Bashmakov, está convencido de que sus especialistas no defeccionarán en el curso de la actual operación en las costas argentinas.

En el grupo de 12 personas se cuentan los operadores del “Pantera Plus”, buzos de gran profundidad y un médico buzo. Junto con el jefe del destacamento están el comandante del grupo, capitán de 3 rango, Vladímir Ilchukov, y el director de la sección de elevación de barcos del instituto, Antón Aguéiev.

“Los operadores del ‘Pantera Plus’ tienen más de 6 años de experiencia en trabajos con estos medios de búsqueda –señala Bashmakov-. Participaron en una serie de ejercicios de búsqueda y rescate en las flotas del Mar Negro, del Báltico y del Mar del Norte. En su curso cumplieron tareas dificilísimas, asimiladas a situaciones reales, incluyendo el trabajo con elementos para prestar ayuda a submarinos averiados que yacen en el fondo. Muchos de estos operadores han actuado en situaciones reales”.

El líder del grupo define a sus buzos como auténticos profesionales, capaces de trabajar en situaciones de máximo nivel de complejidad. “Poseen tal experiencia de acciones práctica que apenas poseen pocos rescatistas en el mundo”, asegura el oficial. “¡No los asustan las frías aguas del Atlántico después de pasar por nuestro helado mar de Barents!”.

Ahora los expertos estudian cuál fue el extraordinario suceso que pudo acarrear consecuencias trágicas para la tripulación del submarino perdido.

El ex comandante de la Flota del Báltico, Vladímir Valúiev, supone que la causa de la muerte de los marinos pudo ser el cloro formado como consecuencia del agua marina que se filtró dentro del cuerpo.

A su vez, una fuente de emisión del hidrógeno que estalló y provocó el incendio en el interior del “San Juan” pudieron resultar las baterías. Valúiev opinó que la tragedia pudo ocurrir cuando la nave emergió para cargar baterías a profundidad de periscopio y viajaba en régimen de trabajo de diésel bajo el agua. Sea como fuere, sucesos del tiempo más inmediato deberán descubrir el secreto de la tragedia del “San Juan” y los especialistas buzos de profundidad rusos pueden desempeñar en este tema un principal papel."

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