SEXUS

GORDOS, AMARGADOS E INSEGUROS

Esto es lo que nos pasa cuando no tenemos sexo

La rutina, el trabajo, el cansancio, en general la vida cotidiana hace que los episodios sin sexo sean cada vez más frecuentes, limitándonos de los placeres entre sábanas, a solo dormir. Estas sequías a largo plazo se traducen en cambios en nuestra psiquis y el cuerpo, que crean molestias a largo plazo. Mal humor, estrés y unos kilos de más es lo que puedes "ganar" cuando no mantienes relaciones sexuales, de forma frecuente.

En estos días, la abstinencia al sexo más que una opción parece un sacrilegio. Aunque nos gusta divertirnos en la cama con nuestras parejas, “amigos” u otro tipo de compañías, todos alguna vez en la vida hemos pasado por un largo periodo de sequía, la cual parece insoportable.

En realidad, la rutina, el trabajo, el cansancio, en general la vida cotidiana hace que estos episodios sin sexo sean cada vez más frecuentes, limitándonos de los placeres entre sábanas, a solo dormir.

Pero no por eso, no lo dejamos de echar de menos. La falta de sexo puede causarnos cambios tanto en nuestra psiquis como en nuestro cuerpo. Mal humor, depresión y consecuencias cerebrales, son algunas de las afecciones que puede traer un largo verano, según explican diversos expertos sexólogos.

Obviamente, la reacciones corporales y sensoriales dependerán de cada persona, asimismo de la frecuencia con la que tenía encuentros apasionados en la cama.

Por ejemplo, si una persona está habituada a tener sexo cada día, es normal que si esa actividad desaparece de repente, reaccione de una manera determinada ante el cambio de una costumbre habitual.

En primer lugar, destacaremos que el hecho de no tener ninguna sesión de sexo durante un tiempo puede afectar negativamente a nuestra autoestima, así lo afirma la sexóloga Rosa Sanz. Hecho que, al igual que el mal humor, es más frecuente en mujeres que en hombres, tal cual reseña un estudio elaborado por el sexólogo Norberto Litvinoff.

 El hecho de querer tener relaciones sexuales, pero no poder practicarlas puede causarnos mal de humor y no sentirnos a gusto con nosotros mismos. Esto nos puede llevar a períodos de estrés, vinculados con la obesidad, ya que la falta de sexo puede llevarnos a no preocuparnos tanto por nosotros; descuidamos nuestra imagen, comemos peor y hacemos menos ejercicio.

Además, los orgasmos nos producen endorfinas y oxitocina, y éstas nos ayudan a rebajar el estrés o a dormir mejor. Sí, sabemos que se puede disfrutar del sexo en solitario, pero el conflicto se genera en la necesidad que tenemos de sentirnos deseados.

Digamos pues, que la abstinencia no deseada de la actividad sexual influye directamente en nuestra calidad de vida. Existen investigaciones que relacionan una vida sexual satisfactoria con una mayor longevidad o que incluso apuntan que las relaciones sexuales frecuentes (dos veces por semana o más) están asociadas con una menor incidencia de eventos coronarios fatales, así como con una mayor delgadez.

Dejá tu comentario