ECONOMÍA & REGIONES

"No es una reforma, es un parche (fiscal)"

Buena síntesis de la consultora Economía & Regiones: "Si el Congreso no llegara a sancionar la ley con el cambio de fórmula de las jubilaciones, no sólo sería un duro golpe político para el gobierno, sino que también pondría en riesgo el cumplimiento de las metas de inflación y el escenario de déficit fiscal proyectado por el gobierno hasta final de mandato. Resumiendo, si no se vota la ley de cambio de fórmula de ajuste de jubilaciones, que no es una Reforma Previsional sino un parche para obtener recursos para financiar al Fondo del Conurbano Bonaerense y la Reforma Tributaria, las metas fiscales muy probablemente no se alcanzarían en la segunda mitad del mandato, se debería tomar aún más deuda y el Gobierno terminaría su mandato con un déficit fiscal más elevado que el heredado de CFK."

El proyecto previsional le mereció algunas definiciones muy interesantes a la consultora Economía & Regiones:

> "Al impacto del Acuerdo Nación-Provincias, hay que agregarle el impacto de la Reforma tributaria que a Nación le baja ingresos tributarios por -0,3% del PBI. Si se tiene en cuenta que la Reforma Tributaria es parte del mismo Combo que el Acuerdo Nación-Provincias, se entiende que el cambio de fórmula de ajuste de los jubilados persigue como objetivo financiar el Fondo del Conurbano bonaerense y dotar de más recursos a la Provincia de Buenos Aires para preparar el terreno para la contienda electoral de 2019."

> "Primero y, ante todo, hay que decir que el Proyecto de Ley que trata la modificación de la fórmula de actualización de las jubilaciones no es una Reforma Previsional. Es decir, la palabra “Reforma” le queda muy grande a dicho proyecto. ¿Por qué? Porque este proyecto de ley no soluciona “en nada” los problemas de fondo que tiene nuestro sistema previsional, que está quebrado. El sistema previsional argentino está quebrado y genera un déficit fiscal de 3% del PBI anual, lo cual explica alrededor del 42% del déficit financiero (con todos los intereses) del Sector Público Nacional (SPN) que asciende a 7% del producto. Es más, el aumento del pago de jubilaciones es el principal motor (no el único) del aumento del gasto público y del déficit fiscal del SPN. De hecho, el gasto en jubilaciones (10,2% PBI) actualmente casi supera la suma del gasto en  educación (5,6%) y salud (6%) de las tres esferas."

> "El Proyecto que se iba a tratar en el Congreso no es una reforma, porque no sirve para empezar arreglar “en serio” los problemas de fondo del sistema previsional. Por un lado, no se arregla el problema de fondo del efecto cantidad, ya que sólo se incluye un aumento optativo de la ley jubilatoria y no se aumenta la edad jubilatoria. Por el otro, tampoco se da una solución de fondo a los problemas originados por el efecto precio, porque el cambio de fórmula sigue manteniendo totalmente desligado la retribución jubilatoria de la riqueza que genera el pago (PBI per cápita). Es simple de ver, si la economía continúa con altos niveles de inflación y con crecimientos magros, las jubilaciones continuarán creciendo en términos  reales en un escenario de PBI per cápita estancado; es decir seguirá la dinámica actual. (...)".

 

>"¿Cuál es el problema técnico de la fórmula de actualización actual? Dado que el gobierno K mentía con la inflación y no podía utilizarse para la actualización, la fórmula que se usa hasta ahora está atada un 50% a los recursos tributarios del ANSeS y un 50% a los salarios (RIPTE o INdEC el mayor). Dado que los recursos tributarios crecen con una elasticidad de 1,09 con respecto al PBI nominal (crecimiento + inflación) para el período 2004/2016, esta mitad de la fórmula hace que las jubilaciones y la AUH aumenten por arriba de la suma del crecimiento y de la inflación yendo de la mano del incremento de la presión tributaria. De esta manera, las jubilaciones y la AUH son lo que más crecen de toda la economía argentina. Desde 2008 a la fecha, las jubilaciones acumulan un aumento de +950%, mientras que los salarios (+873%) y la inflación (+762%) crecieron mucho menos. En términos más dramáticos, mientras que en 2008/2017 el PBI per cápita creció +0%, las jubilaciones crecieron +23% en términos reales, sacándole 10 puntos porcentuales de ventaja al aumento real de los salarios privados (+14,5%) durante el mismo período."

> "En un país con 13 años consecutivos de inflación de dos dígitos y +1.383% de inflación entre diciembre 2004 y diciembre 2017, pretender que las jubilaciones le ganen siempre holgadamente a la inflación implica terminar ahogando necesariamente a “otra” gran parte de la economía. ¿Qué “otra” parte de la economía? Si se tiene en cuenta que también se pretende que los empleados públicos y los empleados sindicalizados tampoco pierdan frente a la inflación, los trabajadores privados no sindicalizados y los empresarios son la “otra” parte de la economía que necesariamente tiene que terminar perdiendo con altos niveles de inflación. Es así de simple, con inflación alguien tiene que perder sí o sí, caso contrario la inflación no sería un problema económico y ningún país habría ahondado esfuerzos en eliminarla. (...)".

"Este déficit previsional es consecuencia de dos efectos: un efecto cantidad y un efecto precio. El efecto cantidad es resultado de la duplicación de la cantidad de jubilaciones en la era K, que pasó de 4 a 7 millones de jubilados. El efecto precio, que también contribuye al déficit previsional, no es otra cosa que resultado de la fórmula de actualización de las jubilaciones. Desde que entró en vigor la fórmula elaborada por el gobierno K, las jubilaciones aumentaron 23% en términos reales (por arriba de la inflación), mientras que el PBI per cápita (es decir, la generación de riqueza que paga las jubilaciones) aumentó 0%."

> "(...) una Reforma Previsional “en serio” es aquella que aplica cambios “de fondo” que apunten a comenzar a mejorar la sustentabilidad del sistema previsional en el largo plazo, solucionando tanto el problema de cantidad como el problema de precio. En este sentido, hay que atacar los dos frentes en forma simultánea y contundente. El problema de cantidad se arregla sólo en el largo plazo; aumentando la edad jubilatoria. El problema de precio se arregla cambiando la fórmula, y poniendo una fórmula que haga aumentar menos las jubilaciones. Por un lado, la edad jubilatoria debería estar empardada entre hombres y mujeres; es decir, ambos sexos deberían tener la misma edad jubilatoria. De hecho, la expectativa de vida de la mujer es más elevada que la del hombre. (...)".

> "(...) Por el otro, la actualización de los haberes jubilatorios debería estar atada (en alguna medida) a la evolución del PBI per cápita, que es la generación de riqueza que paga las jubilaciones. Por el contrario, si la actualización de las jubilaciones es totalmente independiente del PBI per cápita, sucede que hay una falta total de correspondencia entre el principal gasto del Estado Nacional (las jubilaciones son el 43% del gasto primario de Nación) y la billetera (generación de riqueza) que las pagas. En este marco, jubilaciones creciendo muy por arriba del PBI per cápita implican, impuestos desorbitantes, asfixia del sector privado, insuficiente inversión, falta de creación de puestos de trabajo y ausencia de crecimiento económico. (...)".

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