ACUERDO DE LOS REPUBLICANOS

Trump al ataque: Baja de impuestos, denuncia al fiscal y presión LGBTQ

Los republicanos en el Congreso de USA acordaron una versión definitiva de la histórica reducción de impuestos impulsada por el presidente, Donald Trump, con importantes recortes impositivos para empresas y ricos. Sin duda, se cumplen los preocupantes vaticinios sobre la merma posible de capitales financieros hacia países emergentes como la Argentina. En el marco de la ofensiva de Trump, Kory Langhofer, del Trump for America, Inc., acusando al fiscal especial Robert Mueller de recibir en forma ilegal información que compromete al Presidente. Por último, la Casa Blanca ha informado a los responsables de la agencia de salud pública que no podrá emplear en documentos oficiales palabras como "feto", "transgénero", "diversidad", etc.

 

Tras meses de reveses y luchas internas, el presidente Donald Trump se vistió de neoliberal ortodoxo y ha logrado que los republicanos alcancen un acuerdo definitivo sobre la prometida reforma fiscal: un gigantesco paquete de recortes, de US$ 1,5 billón en 10 años, que combina la mayor rebaja del impuesto de sociedades en la historia reciente de USA (del 35% al 21%) con advertencias sobre la pobreza que provocará a amplios sectores sociales.

“Esta legislación hará crecer nuestra economía, aumentará los salarios y promoverá la competitividad. El presidente aplaude al Senado y la Cámara de Representantes por un acuerdo que da cumplimiento a su promesa ante el pueblo americano de aprobar la rebaja de impuestos antes de fin de año”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.

“Es una norma que aliviará a la clase media sacando el dinero de los bolsillos de Washington y poniéndoselo en los suyos. China ya tiembla porque saben que esta ley hará a América más competitiva y estimulará la inversión”, afirmó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

También la Argentina tiembla, no sólo China, si es que fuese cierto lo de McConnell.

Hay algo muy grave en todo estyo: implica un aumento del déficit presupuestario de US$ 1,5 billón en la próxima década, que Trump considera fundamental para revitalizar la actividad económica y acelerar el crecimiento anual del país por encima del 3%. Trump dice que el crecimiento aumentará la base imponible y así compensará, pero es altamente improbable.

Los republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado habían acordado un texto a mediados de semana, pero en la versión dada a conocer ahora introdujeron algunas modificaciones que exigió, para brindarle su apoyo, el senador Marco Rubio.

Ambas cámaras aprobaron hace algunas semanas con el apoyo exclusivo de los republicanos sendas versiones, y el texto presentado hoy es fruto de un trabajo de conciliación.

El texto, de 1.000 páginas es el más importante cambio fiscal de USA en 30 años (Ronald Reagan, en 1986). Su núcleo es rebaja del impuesto de sociedades.

Tal como ya se sabía, el acuerdo recoge una bajada del 35% al 21 % en el actual impuesto de sociedades que pagan las empresas, piedra angular del plan fiscal que prometió Trump en la campaña electoral.

Trump quería que la bajada fuera al 20%, pero finalmente accedió al 21% porque no salían los números. La medida entrará en vigor el 01/01/2018.

La reforma impositiva de Trump incluye una bajada de Ganancias del 39,6% al 37% al tramo más alto de la renta individual, que pagan hogares con unos ingresos de medio millón de dólares al año.

Otro de los puntos destacados de la reforma impositiva es las reducción de impuesto de sucesiones: los republicanos acordaron doblar la actual cifra libre de impuestos en las herencias, que pasa de US$ 5,5 millones a US$ 11 millones para los ciudadanos solteros y de US$ 11 millones a US$ 22 millones para los matrimonios.

El nuevo plan impositivo, sin embargo reduce a US$ 10.000 la deducción anual en impuestos locales y estatales, que hasta ahora era ilimitada.

La deducción de US$ 10.000 inicialmente estaba limitada al impuesto a la propiedad, pero con el texto definitivo los republicanos la ampliaron a todos los impuestos, incluido el de la renta.

El cambio llegó después de que los congresistas de los estados con mayor carga impositiva, como Nueva York, California y Connecticut, alertasen de que las rentas más altas en estos territorios podían terminar pagando más.

Otro de los cambios, que se introdujo para contentar al senador Rubio, fue la deducción impositiva por hijo, que pasa de US$ 1.000 a US$ 2.000 por niño o niña. La medida beneficia a las familias con menores ingresos porque amplía de US$ 1.100 a US$ 1.400 las posibles devoluciones derivadas de esta deducción.

Dentro de la reforma fiscal los republicanos han incluido 2 medidas de su agenda legislativa:

> deroga la obligación a todos los ciudadanos de tener un seguro médico que figura en la actual ley sanitaria, conocida como "Obamacare" porque fue promovida por el expresidente Barack Obama; y

> autoriza por primera vez las prospecciones de gas y petróleo en el Ártico.

Se espera que Cámara de Representantes y el Senado voten el texto definitivo la próxima semana para que Trump pueda ratificar la ley antes de Navidad.

De este modo, los republicanos no esperarán, tal como habían pedido los demócratas a que tomara posesión el senador elector por Alabama, Doug Jones, que limita la mayoría conservadora en la Cámara Alta a 1 solo escaño.

Trumpistas defienden a Trump

En el marco de la ofensiva de Trump, Kory Langhofer, consejero del equipo de transición conocido como Trump for America, Inc. (TFA), escribió una carta a las comisiones del Congreso asegurando que los colaboradores del fiscal especial Robert Mueller recibieron de forma impropia los correos electrónicos de la Administración General de Servicios (GSA, por sus siglas en inglés), una agencia gubernamental.

Integrantes de la plantilla de la agencia “produjeron de manera ilegal materiales privados de TFA, incluyendo comunicaciones privilegiadas, para la Oficina del Fiscal Especial”, según la carta, a la que tuvo acceso Reuters. Asimismo, aseguró que los materiales incluyen “decenas de miles de correos electrónicos”.

El equipo de transición de Trump utilizó instalaciones de la GSA, que ayuda a gestionar la burocracia del gobierno, en el periodo comprendido entre la victoria electoral del republicano en noviembre y su inauguración en enero.

La acusación del equipo de Trump se suma a la creciente fricción entre los seguidores del mandatario y la oficina de Mueller, que investiga si Rusia interfirió en la elección y si Trump o alguien de su entorno se coordinó con Moscú.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo a preguntas de los periodistas que “seguimos cooperando por completo con el fiscal especial y esperamos que este proceso se acabe pronto”.

La oficina de Mueller rechazó la queja del equipo de transición. “Cuando hemos obtenido correos electrónicos en el curso de nuestra investigación criminal, nos hemos asegurado de que tener el consentimiento del propietario de la cuenta o el proceso criminal apropiado”, dijo el portavoz Peter Carr.

La GSA no respondió de inmediato a una petición de comentario.

Prohibición

La Casa Blanca ha informado a los responsables de la agencia de salud pública de USA, Centro de Control de Enfermedades (CDC), que no podrá emplear en documentos oficiales una lista de palabras que quedan prohibidas, entre ellas "feto", "transgénero", "diversidad" y expresiones como "basado en pruebas" o "basado en la ciencia".

Los responsables de política presupuestaria del CDC fueron informados de estas restricciones vía verbal, según fuentes del 'The Washington Post', en un 'briefing' de 90 minutos.

Particularmente significativa es la eliminación de las denominaciones sobre orientación sexual o identidad de género, dado que son varias ya las agencias que están alterando la forma que tienen de recopilar información, por ejemplo, sobre la población LGBTQ (Lesbianas, Gays,​ Bisexuales y Transexuales).

Sin ir más lejos, la Seguridad Social estadounidense eliminó en marzo sus preguntas sobre orientación sexual en 2 encuestas sobre la población jubilada, y ha borrado cualquier mención a la población LGBTQ de su web.

Según las fuentes presentes en la reunión, la encargada de informar a los responsables del CDC fue una destacada integrante de la Oficina de Servicios Financieros, Alison Kelly, quien no dio explicaciones sobre el motivo de la prohibición, y se limitó a explicar que su misión era simplemente el de trasladar el mensaje.

"La reacción de la gente fue de sorpresa absoluto. Era en plan '¿Esto es una joda?", han recordado las fuentes del 'Post', presentes en la reunión. "No recuerdo en mi vida haber sufrido una restricción ideológica", asevera una de las fuentes. "Esta orden todavía no ha repercutido sobre nuestros expertos, pero no se van a quedar callados".

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