DILEMAS DE MAURICIO MACRI

El 'mejor equipo en 50 años' no le sirve al Presidente

Hay que comenzar a aceptarlo: el gabinete de colaboradores de Mauricio Macri es deficiente, y el propio Presidente comienza a considerar que no le sirve para alcanzar sus objetivos. Hay un problema severo entre las metas de Macri y la idoneidad de sus ministros para trazar un plan y ejecutarlo, en una coyuntura global extremadamente compleja, diferente a los supuestos que tenía el propio Presidente.

Mientras los asesores de imagen en el oficialismo tratan de instalar la programación mediática de 2018 con un guion propio para la pelea entre parte del sindicalismo (con eje en Hugo Moyano y Luis Barrionuevo) vs. el Gobierno, manteniendo el escenario estelar de 2017 para Comodoro Py, la feria jucial de enero, el silencio de la ex mandataria CFK y las vacaciones de ciertos periodistas militantes, permitieron dejar de hablar del pasado irremediable y el futuro inasible para permitirnos analizar el presente.

El Presidente, convalidando su origen empresario, ha dado su vision de sus objetivos estratégicos, indicando 4 prioridades económicas:

> la energia,
> los servicios,
> la mineria y el turismo.

Según él, son las ventajas comparativas que tiene el país, pero son objetivos que compartiría cualquier consultor económico de cualquier ideología -lo llamaríamos Argentina Sociedad Anónima-.

Pero para alcanzar esos objetivos debe cruzarse un puente con algunos condicionamientos que, según los mismos criterios económicos, llamaríamos la Argentina Residual. Se trata de una Argentina deficitaria que se refleja en

> el déficit fiscal y
> el déficit de balanza comercial;

y en las dificultades emergentes de carecer de

> un tipo de cambio real más competitivo, a causa de la soberbia tras el éxito de la reunificación del mercado de cambios y la de la posterior decisión de repetir la fracasa táctica de anclar el dólar para frenar la inflación; y
> energía suficiente que para producirla necesita de una tarifa atractiva para las inversores que la sociedad promedio no la pueden pagar sin afectar sus salarios ya que su ingreso neto mensual promedio equivale al precio de 10 tanques llenos de nafta.

Si se le suman mayores impuestos, tasas y servicios, está prohibido aumentar el consumo, a menos que se verifiquen mejoras en las condiciones de financiación, algo muy complicado de conseguir cuando predominan créditos indexados y salarios desindexados.

La morosidad que está ocurriendo en el pago de las expensas confirma la llamada 'curva de Laffer' ("subir la tasa del impuesto no necesariamente aumenta la recaudación, porque la base tributaria cae") y puede alertar sobre el futuro de estos préstamos que, en muchos casos, sus cuotas ya equivalen al monto de las expensas, por más que se prorroguen los plazos de pagos para amortiguar el peso de la inflación y el reciente aumento del tipo de cambio.

El Presidente se dice decidido romper este nudo gordiano y enfrentar las contradicciones de la Argentina, que vive en un péndulo con estancamiento, resultado de una República de Constitución federal pero en los hechos unitaria, de trasfondo liberal pero que fue incorporando el nacionalismo europeo, el desarrollismo industrial y un fuerte sindicalismo, hasta llegar a un presente de importación de la pobreza de países vecinos.

Así, el Presidente incorpora al país a la idea de integrarse al mundo a través de tratados que condicionen a los diferentes lobbys, y los obliguen a encuadrarse a las reglas de juego internacionales, para evitar un desgaste político personal y tomando como ejemplo la década del '90, cuando el apoyo internacional le permitió a Carlos Menem una década de gran poder, más allá del desgaste interno.

La agenda del actual Presidente respecto de aquel mandatario diferiría en que Mauricio Macri afirma estar comprometido con el combate a la pobreza y mejora en la distribución de la riqueza, lo que no sucedió con Menem.

Sin embargo, uno de los problemas centrales del Presidente actual es que el mundo occidental se ha vuelto proteccionista, tanto el Brexit como el "América First", y una Unión Europea que, implícitamente, sólo buscaría un acuerdo-marco marketinero para las corporaciones que actúan en ambos continentes, sin abordar las áreas agrícola-ganadera ni biocombustibles que tanto importan a la Argentina.

Esto quedó demostrado en el enfoque de Francia, pero también sumaría el rechazo de Polonia y Hungría, países hoy comunitarios y de fuerte contenido agrícola que se opondrían al eventual acuerdo.

Esta situación ubica al Gobierno en una grave encrucijada en su política de apertura para el arribo de inversiones.

También se asiste a un enfrentamiento comercial de USA vs China, pulseada en la que un posicionamiento a favor de cualquiera de los contendientes podría no ser bien visto por el otro.

Semejante acumulación de acontecimientos limita cualquier expansión de las exportaciones argentinas, a la vez que posterga los proyectos de inversiones de inversores locales que dudan del alcance que los tratados internacionales propiciados por el Presidente.

Tal como se advertirá, con el aumento del costo del dinero global empiezan a encenderse las luces amarillas que anuncian que el dinero barato será difícil conseguir, y por ese motivo es mejor seguir las recomendaciones del FMI, lo que permitiría estar preparados para la eventualidad de tener que solicitar un crédito 'delivery express' que neutralice el impacto negativo del costo mayor del dinero en un electoral 2019.

El desafío del Presidente consiste en desarrollar nuevos productos financieros tal como los fondos comunes de inversión, y/o fondos de pensión con ventajas impositivas -sugerencias del vicepresidente de USA, Mike Pence, en su visita, concepto que ampliará el canciller- mientras se intenta optimizar al "mejor equipo en 50 años", que parece no estar a la altura de los objetivos que tiene el Presidente.

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