CHAU VETO DE TRUMP

El 1er transgénero se alista en el Ejército de USA

El Gobierno debe decidir ahora si los que ya están en servicio pueden continuar. Luego de que el presidente Donald Trump se manifestara en contra de la propuesta en julio, el Departamento de Defensa se vio obligado a permitir su inscripción a raíz del fallo de un juez federal en diciembre.

La comunidad LGTB está ganado el pulso a Donald Trump en el Ejército. Un recluta abiertamente transgénero se ha alistado por 1ra vez en el Ejército de USA después de que el pasado diciembre un juez tumbara el veto que había impuesto el presidente.

La Administración de Barack Obama ya aprobó en 2016 que los transgénero podían continuar en servicio una vez empezasen su transición y fijó para 2017 la posibilidad de que pudieran ingresar siendo ya transgénero. Trump lo bloqueó pero los tribunales le han quitado la razón.

Ahora, la Casa Blanca debe decidir su política para los que ya son militares. El Pentágono, según la prensa estadounidense, le ha recomendado que no los expulse. El fallo fue pronunciado meses después de que el presidente Donald Trump publicara una serie de "tuits" en julio, en los cuales expresaba su deseo de impedir que las personas transgénero sirvan en el Ejército.

"Por favor, estén al tanto que el Gobierno de USA no aceptará o permitirá que individuos transgéneros sirvan en ninguna capacidad en las fuerzas militares", escribió el mandatario en ese entonces.

"Nuestros militares deben estar enfocados en la victoria abrumadora y decisiva, y no pueden estar cargadas con los tremendos costos médicos y la disrupción que generarían (los transgéneros). Gracias", agregó.

Las nuevas normas para el alistamiento transgénero incluyen la certificación de que un recluta haya sido considerado "clínicamente estable" en su sexo preferido durante 18 meses. El Pentágono fue el encargado de confirmar este lunes 26/02 que la primer persona transgénero firmó un contrato para unirse al Ejército. "El Departamento de Defensa confirma que a partir del 23/02/18, hay una persona transgénero bajo contrato de servicio en las Fuerzas Armadas de USA", dijo el Comandante David Eastburn a CNN. Aún no se sabe el género ni ningún otro dato de este sujeto por motivos de privacidad.

La persona ha cumplido todos los requisitos para servir, pero aún no ha comenzado su entrenamiento. Además, el republicano puso en cuestión la continuidad de los que ya estaban sirviendo porque llevaron a cambio su transición cuando eran militares (hay unos 13.000 en esta situación, según algunos estuidios, el 1% del total). La medida se enmarca en el giro conservador que se han producido en las políticas sociales bajo la Administración de Trump. A los aspirantes a militar la justicia ya les dio antes de acabar 2017.

El 11/12 una juez federal en Washington DC, Colleen Kollar-Kotelly, ordenó a las Fuerzas Armadas a aceptar las solicitudes de ingreso de personas transgénero a partir del 1/01. La juez ya había fallado en octubre, en una sentencia preliminar, que la prohibición podía violar el principio de igualdad bajo la Constitución.

La Administración de Trump quería mantener el veto en vigor mientras recurría el fallo en los tribunales de apelación, pero la magistrada lo denegó.

Mientras batalla en los tribunales, el presidente también debe decidir su política sobre los transgeénero que forman parte del Ejército.

El Departamento de Defensa le entregó la semana pasada un documentos de recomendaciones en el que, según la prensa estadounidense, aconseja la permanencia de estos militares, a quienes han defendido otros republicanos como el senador John McCain, excandidato presidencial y héroe de guerra.

"Estamos esperando a que el presidente tome una decisión básandose en las recomendaciones del Departamento de Defensa", dijo otro portavoz del Pentágono este lunes 26/02.

Trump justificó su veto a los trangénero, el retorno a la época aún más oscura que la del Don't ask, don't tell ("no preguntes, no cuentes", en referencia a que los homosexuales podían convertirse en militares si estaban en el armario), con el argumento de que su tratamiento acarreaba costes médicos excesivos.

Sin embargo, los informes independientes encargados en la época en la que Obama aprobó su norma para dejar de discriminarlos señalaban que el gasto era irrisorio para el Ejército.

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