AVATARES DE UN DISCURSO

Dilema de 'Mariu': ¿Política o Estadista?

Hace tanto tiempo que la Argentina carece de un estadista que ocurren situaciones irregulares: hay acostumbramiento a la mediocridad, se desconocen los beneficios de esa categoría de gobernante, cualquier '4 de copas' cree tener alguna autoridad intelectual. ¿Puede María Eugenia Vidal escalar hasta la altura del estadista o se conformará con lucir la 'cocarda' de política profesional en función ejecutiva? De eso trata esta columna:

La diferencia entre un político clásico y alguien que se convierte en estadista es muy sutil. El primero realiza la mayoría de sus acciones con la mente puesta en las proximas elecciones, mientras que el estadista lo hace pensando en los venideros 20 años del lugar que gobierna.

Los discursos de apertura de sesiones este miércoles 01/03 dejaron esa sensación de manera notable. O, al menos, la mezcla de ambas. La idea rectora de Cambiemos es mostrar que están llevando transformaciones profundas cuyos resultados aún no se notan pero que sentarán las bases para el futuro. De ello se trató gran parte del mensaje de la gobernadora donde puso especial énfasis en la puja sindical con los docentes que en las próximas horas anunciarán un paro de 48 horas.

El fondo del conurbano y la relación de los intendentes también fueron parte de la dialéctica, además del ya clásico “combate” a las mafias como la policial, judicial y gremial.

Arturo Frondizi, último estadista que tuvo la Argentina.

María Eugenia Vidal sabe como apelar a las fibras más intimas del sentir de los bonaerenses, que en gran parte de los casos están afectados o perjudicados por las políticas nacionales. En ese camino, el rumbo de la economía pasa a ser central para las discusiones que están y vienen. No en vano, el momento más álgido y encendido del discurso de Vidal fue cuando se refirió a la cuestión docente. Eligió la legislatura para contestarle a los gremios.

De la única forma que se puede saltar de la discusión salarial es poner en agenda los problemas estructurales que tiene la educación. Y con cifras. Ahora se ha puesto de moda remarcar el 17 de ausentismo en el sector público contra el 5 por ciento en lo privado. Los gremios descreen de esas cifras. Pero se instalaron. La verdadera razón es que Vidal cree que hay licencias truchas avaladas por organizaciones gremiales. Por eso, eliminó el sistema de médicos prestatarios por un método on line.

Es verdad que hay que dar la discusión de fondo sobre la realidad educativa donde muchos chicos aún van a comer a las escuelas. Pero habrá que buscar la manera de llevarlo adelante sin que esté en riesgo el inicio del ciclo lectivo. Clásico de todos los años.

Eje político de Vidal y de todo Cambiemos: lo peor ya pasó. Y dejar claro que están sentando las bases para crecimiento sustentable. Pero sobre todo para lograr un cambio cultural. Nada de lo que se pone en agenda es posible plantearlo si no hay una manera de ver las cosas distintas y con otro prisma. Requiere de un gesto que la política no tiene muy claro en dar. Un enorme desprendimiento de intereses sectoriales.

Proponer futuro es invitar a creer. Sirve para sobrellevar mejor el presente cuando no hay noticias tan gratas para dar. El problema es que la coyuntura, en el conturbano sobre todo, no tiene tiempo de esperar el cambio cultural que el gradualismo requiere.

En tanto, Vidal aceleró la exposición de sus logros en materia de “combate a las mafias”. Mención para los policías separados y detenidos, como para los fiscales que fueron apartados por estar sospechados de tener vínculos con el delito. Allí anunció que irá por la reforma del código penal en Buenos Aires y la maneras de seleccionar a los jueces.

En resumen, Vidal quizo dejar en claro que es la gobernadora que está haciendo lo que otros no se animaron. Caso concreto: la pelea por los recursos y actualización del fondo del conurbano. Por ahora, la estrategia le dio más resultados que a Macri. Sigue alta en la consideración publica y son cada vez más las voces que se animan a ubicarla como sucesora del presidente en el próximo turno electoral. ¿Política o Estadista? Esa es la cuestión.

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