CRÓNICAS DE 2019

Plan reelectoral con muletas para saltar la crisis

De pronto se escucha a influyentes sobre la opinión pública hablar de lo que llaman 'Plan Permanecer'. Con 2 años por delante de mandato es un mal comienzo para la campaña reelectoral 2019. Permanecer supone una licuación anticipada del poder político y obstáculos insuperables en la economía. No obstante, en ese escenario Mauricio Macri impulsa su reelección.

Mauricio Macri fue una consecuencia de los Kirchner. Néstor y Cristina Fernández provocaron desequilibrios y exclusiones que facilitaron el ascenso del fundador de Compromiso para el Cambio y confundador de Propuesta Republicana (PRO) y de la alianza Cambiemos. Desde 2003, Néstor K subestimó a Macri como adversario posible en su lógica binaria Derecha vs. Izquierda, equivalente a Conservadores vs. Progresistas, o sea Nosotros vs. Ellos. Pero no llegó a verificar las consecuencias de su error.

Néstor K, y también Elisa Carrió (que no era la actual Carrió) e inclusive muchos UCR (que no eran los UCR de la coyuntural alianza Cambiemos), identificaron a Macri como "el adversario neomenemista", el regreso de los '90 y otras frivolidades, en el marco de un debate hipócrita, parcial y hasta ignorante de qué significaron los '90, período del que, en todo caso, los Macri fueron los emergentes de capítulos oscuros tales como la manipulación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para cerrar un caso de contrabando automotor.

Néstor K tenía una cosmogonía muy pueblerina, difícil de aceptar por el electorado porteño, pero lo más importante es que él no contempló que en Ciudad de Buenos Aires, en 2003, había ganado Ricardo López Murphy para Presidente de la Nación, no Menem.

Era posible alcanzar una conclusión inicial: Mauricio Macri, quien había rechazado ingresar al Partido Justicialista, podría avanzar si lograba quitarse de encima a López Murphy, lo que no le demandó demasiado esfuerzo. Esteban Bullrich hizo lo que le pidieron, incluyendo una traición.

El exministro de Economía, Ricardo López Murphy. Foto: NA/Archivo.

En 2007, Kirchner cometió otro error en su subestimación de Macri: emigró a Daniel Scioli al territorio bonaerense, cuando Scioli era el único candidato peronista que por entonces podía derrotar a Macri en el distrito capital federal. El comicio fue la 1ra. derrota, entre varias, de Daniel Filmus.

Fue un extraordinario mensaje de debilidad de Nestor K: para hacer elegir a su mujer CFK debía arriesgar el muy influyente distrito Ciudad de Buenos Aires y enviar a Provincia de Buenos Aires al siempre sospechado Scioli porque carecía de un candidato triunfador propio.

Ganó Macri, a quien Néstor K y CFK inventaron como líder de centroderecha porque Macri no tiene una concepción liberal. Como empresario y como dirigente de fútbol se desempeñó en la realidad de marcos regulados o por el Estado o por la Asociación del Fútbol Argentino. Ya en el Gobierno de la Ciudad, Macri lo confirmó, concediendo más participación al Estado, abundando en gasto público y deuda pública para financiar obra pública, pero cuidando el marketing y la comunicación política para presentar una determinación diferente.

La sociedad porteña precisaba un líder no K, una contracara a los K, y por ese motivo las indulgencias eran permitidas. Macri hizo un oportuno aprovechamiento de la situación.

Mauricio Macri y Néstor Kirchner.

Néstor Kirchner y Daniel Scioli.

Ya en la Casa Rosada, Macri no hizo nada diferente de lo que había ejecutado en la Ciudad. La diferencia es que en la Ciudad siempre se tiene una exposición menor a la Nación, aún cuando la geografía no resulte distante. Mientras duró la distracción de la corrupción K, Macri pudo continuar gozando de la indulgencia de muchos.

Sin embargo, superados los 2 años de gestión ya no hay forma de mantener la agenda enfocada en la corrupción K, que comienza a sospecharse como humo; y comenzó a extinguirse la tolerancia de muchos electores de Cambiemos.

Siempre fue un riesgo posible. Por ese motivo Macri esperaba gozar para esta etapa de los primeros éxitos de la economía consolidada. El problema principal fue que el desconocimiento, la subestimación y la ineficacia de la gestión le impidió a Macri obtener los resultados imprescindibles para sostener los 2 años finales de su mandato.

'Gradualismo' vs. 'shock' nunca fue un debate baladí, aunque algunos así lo creyeran. Cuando Macri decidió, en nombre 'de la gente', priorizar el ajuste gradual no sólo asumió falta de imaginación para ejecutar cambios audaces desde una perspectiva creativa sino que exhibió falta de decisión política, amparándose en las repercusiones probables de reformas drásticas. También dejó afuera de su gestión al 'círculo rojo', al que le reclamaba que aportara dinero (¡¿?!), las inversiones directas.

Cuando los resultados no fueron los requeridos, el Presidente y su grupo de amigos concluyeron que su fortaleza se encuentra en el ejercicio del proselitismo, y presentaron su plan Triple Reelección 2019, para involucrar a Cambiemos en una prematura campaña electoral.

Horacio Rodríguez Larreta, el presidente Mauricio Macri Y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal

El asunto es engorroso: un Presidente que ha perdido más de 10 puntos porcentuales de popularidad y no consigue recuperarlos inicia un proyecto reelectoral amparado en la popularidad de los otros 2 integrantes del combo.

Así, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal -en especial la gobernadora- parecen muletas del Presidente. ¿El Presidente no puede lanzar su propia reelección y debe recurrir a sus 2 excolaboradores hoy con mejor imagen pública que él? Sin duda, una exhibición de debilidad.

Luego, los 3 pertenecen al mismo partido político, el PRO, no representando a las otras fuerzas aliadas, en especial Coalición Cívica-ARI y la Unión Cívica Radical.

Y el afán reelectoral difundido ni siquiera fue consultado previamente a ambas fuerzas partidarias asociadas.

Más bien parece la necesidad de reafirmar una ambición para intentar, desde esa decisión reelectoral, recuperar autoridad y, eventualmente, popularidad.

Ahora bien, las encuestas de tendencias de opinión pública coinciden en que la percepción de Macri que tienen los ciudadanos se encuentra muy agrietada por la inflación, el ajuste de tarifas de servicios públicos y la escasez de empleo. ¿Qué logros puede ofrecer en estos 3 ámbitos?

Macri debería exhibir logros al respecto para entonces ir por su reelección, y no parecer que pretende saltar por sobre los problemas.

Macri obtuvo un triunfo electoral a escala nacional en octubre de 2017 y no pudo mantenerlo más de 90 días. Es una situación de alguna manera comparable con el gran triunfo de CFK en 2011, quien también dilapidó rápidamente su victoria con aquel histriónico, mesiánico y autoritario "Vamos por todo", dicho en Rosario apenas inició su 2do. mandato y cuando aún forzaba el marketing del luto.

La administración del triunfo es casi tan importante como el logro de la victoria. Macri debería regresar a su triunfo de octubre 2017 y revisar los errores desde ese momento para intentar reescribir la historia desde entonces, antes de lanzar su desafío 2019.

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