55 AÑOS DEL ATENTADO

Rusia no es la única: La CIA también tiene historia con diplomáticos

El intento de asesinato del ex espía ruso Sergei Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, que se debaten entre la vida y la muerte diez días después de haber sido envenenados en Salisbury ha abierto el debate sobre las relaciones diplomáticas entre algunos países, algunos señalan a Rusia como responsable e incluso el hecho se está investigando como un "intento de asesinato". Todos se muestran concomocionados, pero al archivo muy pocos resisten y la historia nos recuerda que este 15 de marzo se cumplen 55 años de un atentado a diplomáticos que llevó a cabo Estados Unidos contra un avión cubano. La nave explotó en los cielos y todos sus tripulantes murieron en el acto.

Un 15 de marzo pero de 1963 un avión explotó tras un ataque terrorista realizado por la CIA estadounidense. Parece que de estos hechos en contra de diplomáticos, políticos, o como el actual: de espías, no se salva casi ningún país, y aunque ahora el mundo se asombra por el caso del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia que fueron envenenados de forma "intencionada", ha habido mucha gente que murió de la misma forma: tras ataques bien pensados con fines políticos.
 
El 15 de marzo de 1963 a las 13:55 horas cayó en la ladera norte del monte Chechecomati (Perú), 10 km al sur-suroeste del volcán Tacora (Chile), un avión Douglas DC-6B de la empresa aérea Lloyd Aéreo Boliviano. Fallecieron los 3 tripulantes y los 36 pasajeros: entre ellos los diplomáticos cubanos Juan de Dios Mulén Quirós de 44 años y Enrique Valdés Morgado de 27.
 
El avión había partido a las 13:27 desde el aeropuerto Chacalluta (ARI/SCAR), cerca de la ciudad de Arica (Chile) y debía llegar al aeropuerto La Paz-El Alto, en Bolivia, a las 21:00. Pero a los 28 minutos de la partida, habiendo recorrido 81 km en dirección sur-norte, estalló en pleno vuelo y cayó sobre la ladera norte del monte Chechecomati.
 
Según especialistas en accidentes aéreos el nombre del monte donde cayó el avión siniestrado era "pico Chachacomani". Pero ese lugar se encuentra al norte de la ciudad de La Paz, a unas 8 horas de distancia de vuelo de este lugar.
 
Si hubiera simplemente chocado contra el monte, los restos se habrían encontrado en la ladera sur. Pero se encontraron en la ladera norte, lo que apoya la afirmación del Gobierno de Cuba acerca de un atentado con explosivos por parte de agentes terroristas de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) estadounidense, que entre 1961 y 1965 perpetró centenares de actos terroristas de este tipo, bajo las órdenes del presidente John Fitzgerald Kennedy.
 
Cuba no perdona y aplica la misma idea:
 
Aunque las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos están "mejorando", hubo a finales del año pasado un extraño ataque a diplomáticos estadounidenses que estaban en la isla gobernada por los Castro. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado al Gobierno cubano como "responsable" de los ataques acústicos sufridos por el personal diplomático norteamericano en La Habana, a pesar de que el régimen de Raúl Castro ha negado cualquier relación y ha prometido investigar los hechos.
 
Washington ha asegurado que estos ataques, cuyas circunstancias u origen no han trascendido, iban dirigidos contra el personal diplomático y causaron a los afectados problemas de oído y visión, mareos, dolores de cabeza, fatiga y dificultad para conciliar el sueño, entre otros síntomas.
 
Los incidentes llevaron a la Administación Trump a reducir al mínimo el personal diplomático desplegado en La Habana y a expulsar a trabajadores en la Embajada cubana en Washington. También se han impuesto restricciones en el alojamiento en dos hoteles de la capital de la isla.
 

Como “ciencia ficción” calificaron funcionarios cubanos a los misteriosos ataques a diplomáticos estadounidenses en La Habana que han provocado una crisis entre Cuba y Estados Unidos.

En entrevistas con la cadena de televisión NBC y la agencia de noticias Reuters, cuatro funcionarios a cargo de la investigación por la parte cubana negaron enfáticamente que su gobierno estuviera involucrado en los ataques y desecharon la idea como una “calumnia”.

“Es algo imposible. Estamos hablando de ciencia ficción”, dijo a Reuters el teniente coronel José Alazo, jefe de la unidad de investigaciones criminales del Ministerio del Interior (MININT).

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