SECOS DE AGUA Y DE VERDES, PERO CON MUNDIAL

Lo que queda del semestre, para pocos (y pocas)

El zapato no aprieta por igual para la mayoría de menores recursos de la población y la minoría mejor posicionada en la pirámide socioeconómica en la gesta de afrontar el 'stand by' económico de este 1er. semestre de alta inflación, tarifazos que se corren la cola, recorte en la indexación de las paritarias estatales y de servicios, como se había hecho con las jubilaciones, inestabilidad financiera, fuga diaria promedio de US$100 millones y los devastadores efectos de una sequía sin fin en la producción agropecuaria y la actividad económica en general. Pero el partido amistoso contra Italia (2 a 0) dio el puntapié inicial de la' onda Mundia'l, de la que todos y todas por más de 70 días estaremos pendientes. Y que durará hasta que se acallen los ecos. Habrá que ver si a partir de entonces la calle empieza a notar el repunte que prometió el gobierno para el 2do semestre. Ahora la lluvia de inversiones privadas en ciernes son las PPP para obras públicas, cuya primera licitación se abre el mes que viene. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, las estimó en US$30.000, justo la misma suma de endeudamiento que le demanda conseguir anualmente el programa financiero. Sin la presencia activa de los agroexportadores en el abastecimiento de divisas a la plaza cambiaria y hasta que se haga sentir la inyección de capitales de los proyectos ejecutados y financiados por el sector privado, la única que queda es prenderle una vela a Messi para que levante la copa y otra a Macri para que se cumplan sus pronósticos y vaya todo mejor, pero ya cruzado el rubicón de Rusia 2018.

Apenas el Banco Central despachó el último de los US$400 millones que tuvo que vender hoy (23/03) para saciar a la City, salieron todos corriendo para ver cómo rodaba la pelota en el partido amistoso de la selección con Italia, en Manchester, dando comienzo a la gran expectativa nacional por el Mundial Rusia 2018, cuando faltan apenas 70 días de su efectivo comienzo.

Desde que se decidió a intervenir en el mercado para evitar que la cotización del dólar se le siga yendo a los precios, en 18 días se llevan sacrificado el 3% de las reservas internacionales en el altar de la especulación financiera.

De algún modo, el gobierno decidió tomar el lugar de los exportadores de cereales en el abastecimiento de divisas a una plaza cambiaria firmemente demandada, que moviliza diariamente US$800 millones, de los que ahora el campo aporta el 10%.

Desde el tórrido jubileo poselectoral de metas que la coordinadora económica decidió para la inflación y las tasas a fin de dar cabida principalmente a los tarifazos, los fondos, principalmente, así como los bancos, se pusieron activos en la ejecución de órdenes de compra provenientes de las carteras que administran y el BCRA se quedó mirando, complacido, cómo el dólar saltaba arriba de los $20 y suministraba un placebo al atraso cambiario. 

Pero el reacomodamiento local de los portafolios no quedó ahí nada más, porque la Fed de EE.UU. soltó amarras con la tasa y sumó otro factor de absorción de los dólares, no sólo para Argentina sino al resto de los países de la región, muchos de los que respondieron devaluando las monedas.

Para colmo, en el campo el cambio climático pega cada vez más duro: economistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimaron el daño económico que provocará la sequía en u$s 3.436 millones, el equivalente a 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI) del país, tras haber achicado sus pronósticos de cosecha a sólo 39,5 millones de toneladas de soja y 32 millones de maíz.

Los productores se ven venir una merma del 15% en sus ingresos y se sientan arriba de los dólares y de las silobolsas todo lo que les es posible. Están en todo su derecho porque desde noviembre, por decreto presidencial, han sido autorizados a liquidar cuando quieren.

Según los cálculos de las consultoras, el agrobusinnes aporta unos US$8 millones por día y gracias, el resto de la demanda se cubre con reservas, que le deben los US$ 61.000 que lleva acumulados al promedio de u$s150 millones diarios de deuda externa que toma el pais.

Ante el foro empresarial “Interacción Inteligente con el Mundo: promoviendo las economías regionales y la inversión en infraestructura" que se lleva a cabo en el marco de la reunión anual del BID, en Mendoza, el ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo, depositó la esperanza de inversiones en el desarrollo de la infraestructura y habló de más de 60 proyectos en PPP por US$30.000 millones, que el sector privado estaría dispuesto a encarar.

Genéricamente hablando, en lo que va del año ese sector privado contribuye apenas con un 2% de la inversión y seguramente no será en esta parte del año en que deje de succionarle dólares al mercado y aporte anticipos de lo que insumirán los proyectos a los que acaba de aludir el funcionario nacional.    

De algún modo, da la sensación que buena parte de la ciudadanía se quedó esperando si de veras la situación mejorará en el 2do semestre, como viene prometiendo el gobierno, mientras se entretiene con el proceso del Mundial que mediáticamente acaba de dar comienzo.

Compás de espera, según desde dónde

Lo afirma el indicador de Confianza al Consumidor (ICC), elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella, que permaneció estable en marzo con respecto a febrero y lo corrobora que no haya volado una mosca en las calles entre las 4 y las 6 y media de la tarde mientras jugaba Argentina.

Sin embargo, la distribución territorial de esa meseta no es pareja: baja 2% en el interior, sube 2,2% en Gran Buenos Aires pero cae 2,8% en Capital Federal.

Tampoco es equitativa la percepción según el nivel de ingresos, ya que los que están mejor se sienten 9,6% más optimistas que el mes pasado, pero los que están peor 7,8% menos.

Claramente se traducen en la vida cotidiana estas diferencias, según detectó INdEC, cuando en enero los supermercados vendieron 3,1% menos que en igual mes del año pasado, y los shoppings aumentaron 4%. Los primeros facturaron 17% más y los segundos, 21%.

No es que la población más pudiente haya sido la que volcó su poder adquisitivo a comprar en los megacentros comerciales en el primer mes del verano, sino que probablemente fueran los de menores recursos, que no viajaron al exterior ni hicieron turismo interno, quienes eligieron esos espacios refrigerados para pasar las vacaciones con los chicos.

En cambio, los locales de cercanía de los supermercados de los barrios urbanos con mayor éxodo veraniego padecieron en mayor medida la deserción de público.

El virtual compás de espera que resignadamente asumió la población ocupada en el primer semestre también tiene que ver con el desarrollo de las paritarias, que hasta ahora vienen cerrando en torno del 15%, con alguna cláusula de revisión. Los que se desempeñan bajo alguna forma laboral estable pero sin depender de los convenios colectivos ajustarán remuneraciones entre 18 y 20%.

Una encuesta realizada por Hidalgo & Asociados da pistas al respecto: 65% de los trabajadores dentro de convenio recibirán aumentos de sueldo entre el 15% y el 20%, mientras que el 31% alcanzará mejoras en la franja del 20% y el 25%.

El resto, estima, podrá inclusive superar un beneficio mayor a los 25 puntos, dentro de los cuales la estadística histórica podría abarcar a sectores agroexportadores, camioneros y otros.

La incertidumbre sobre la capacidad adquisitiva de que dispondrán, en todo caso, está relacionada con lo que sucederá con los aumentos de las tarifas de los servicios públicos, que armaron su propia espiral de atizar la inflación y ajustarse de nuevo por ésta, lo mismo que de los combustibles y los demás precios regulados que el propio gobierno se encarga de indexar.  

El dueño de la consultora W, Guillermo Oliveto, escribió esta semana en La Nación que “claramente hay un dinero que está yendo a pagar algo que antes no se pagaba, y esas son las tarifas, que han cambiado toda la lógica de consumo en la Argentina”. Y que, en consecuencia, como “la gente dice que no alcanza para consumir igual que consumía antes, cambió la manera o el abordaje”.

El comportamiento previsible de la mayor parte de la sociedad en este período de hiperactividad del Ministerio de Energía probablemente sea desensillar hasta que aclare, archivar la tarjeta y ver quiénes les aumentan, quiénes no y hasta dónde alcanza la plata.

Así como muchos inversores institucionales y miembros del selecto club de los ABC1 amenizan el impasse comprando dólares, hay emprendedores que analizan si vale la pena aprovechar el momento y decidir inversiones.

Según el sondeo de Hidalgo & Asociados entre 240 empresas, cuya facturación conjunta supera los $850 mil millones y los 200.000 empleados, el 20% de las empresas que operan en el país tiene previsto realizar inversiones y un 29% reforzarán sus dotaciones de personal.  Habrá que ver cuándo en cada caso.

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