DÍA MUNDIAL DE LA SALUD

Por una “cobertura sanitaria universal”

"Los países que invierten en la CSU (cobertura sanitaria universal) realizan una importante inversión en su capital humano", afirma la Organización Mundial de la Salud. El hecho de incurrir en gastos catastróficos para los cuidados médicos es un problema mundial: cada vez más personas destinan como mínimo el 10% del presupuesto familiar a gastos de salud que pagan de su propio bolsillo. Y eso está pésimo.

 

El 07/04/1948 comenzó a regir la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un documento que definió a la salud como "el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".

El tema es muy interesante en un país de salud pública de calidad regular a mala, pero onerosa para el Fisco, y que los líderes sociales conciben como un negocio antes que un servicio esencial: desde los proveedores de la salud pública a las obras sociales y sus prestadores, y toda la medicina prepaga está desarrollada en base al concepto de tasa de retorno.

No es cierto que en la Argentina exista una salud pública accesible y de calidad para todos.

Tampoco los sindicatos que representan a los trabajadores de la salud tienen conciencia de qué trata, y la prueba más concreta consiste en que Carlos West Ocampo y Héctor Ricardo Daer sean los personajes más representativos de esas organizaciones. La eficiencia, la productividad, la capacitación, el control de calidad y la meritocracia son conceptos que deberían prevalecer en la salud pública para garantizar la cobertura sanitaria universal.

Un eficiente sistema de cobertura sanitaria universal pública y un equivalente sistema de educación resultaría un formidable beneficio extrasalarial para millones de ciudadanos, tal como ocurre en países como Finlandia. Sin embargo, el fracaso del Estado tanto en la planificación como gestión de los recursos provoca tener que recurrir a la salud y la educación privada para compensar la cobertura individual, lo que a su vez obliga a reflexionar acerca de cuál es la contrapartida que ofrece el Estado cuando impone una presión tributaria elevadísima tal como sucede en la Argentina.

"Salud para todos con la cobertura sanitaria universal" es el lema elegido por la OMS para festejar su aniversario 2018. Un día en el que la entidad pide a los líderes internacionales que tomen las medidas específicas para garantizar la salud de todas las personas en cualquier lugar.

Y la OMS precisa su reclamo: que "puedan tener acceso a servicios de salud esenciales y de calidad sin tener que pasar apuros económicos".

A juicio de la Organización Mundial de la Salud, la cobertura sanitaria universal es una herramienta clave para mejorar la esperanza y la calidad de vida. "También protege a los países de las epidemias, reduce la pobreza y el riesgo de padecer hambre, crea empleos, impulsa el crecimiento económico y promueve la igualdad de género", asegura la entidad.

Sin embargo, "Alrededor de 400 millones de personas –1 de cada 17 ciudadanos del mundo– no tienen acceso a servicios sanitarios esenciales", ha asegurado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

"Nadie debería tener que elegir entre la muerte y las dificultades económicas. Nadie debería tener que elegir entre comprar medicamentos y comprar alimentos", agregó Ghebreyesus.

Según la propia OMS, al menos la mitad de la población mundial no puede recibir servicios de salud esenciales.

Además, 100 millones de personas viven en la pobreza extrema, con apenas US$ 1,9 diarios, "porque tienen que pagar de su propio bolsillo" dicha atención médica.

Por otro lado, la entidad internacional recoge que el 12% de la sociedad debe destinar un 10% del presupuesto de su familia para afrontar gastos sanitarios, que reciben el nombre de "catastróficos".

Algunas precisiones de la OMS:

"> La cobertura sanitaria universal (CSU) consiste en asegurarse de que todas las personas puedan recibir servicios sanitarios de calidad, en el lugar y en el momento en que los necesiten, sin tener que pasar aprietos económicos.

> Nadie debería tener que elegir entre una buena salud y otras necesidades vitales.

> La CSU es esencial para la salud y el bienestar de las personas y las naciones.

> La CSU es viable. Algunos países han realizado grandes avances. El desafío que tienen ante sí es mantener la cobertura a fin de satisfacer las expectativas de las personas.

> Todos los países enfocarán la CSU de distinta forma: no existe un único enfoque que pueda aplicarse a todos los casos. Ahora bien, cada país puede hacer algo para promoverla.

> Para que los servicios de salud sean verdaderamente universales, es necesario pasar de unos sistemas de salud concebidos en torno a las enfermedades y las instituciones, a unos sistemas de salud concebidos en torno a las personas y para ellas.

> “Universal”, en el contexto de la CSU, significa “para todos”, sin discriminación y sin que nadie quede excluido. Todas las personas, en cualquier lugar del mundo, tienen derecho a beneficiarse de los servicios de salud que precisan sin verse sumidas en la pobreza cuando los utilizan."

Más de 800 millones de personas (casi el 12% de la población mundial) se gastan como mínimo el 10% del presupuesto familiar en gastos de salud para sí mismos, un hijo u otros familiares enfermos, incurriendo en lo que se ha denominado “gastos catastróficos”.

Qué es la cobertura sanitaria universal

> La CSU significa que todas las personas y comunidades reciben los servicios de salud que precisan sin sufrir por ello dificultades económicas.

> La CSU permite a todas las personas tener acceso a servicios que tratan las principales causas de morbilidad y mortalidad, y garantiza que la calidad de esos servicios sea lo suficientemente buena como para mejorar la salud de las personas que los reciben.

No es cobertura sanitaria universal lo siguiente:

> La CSU no significa cobertura gratuita para todas las posibles intervenciones sanitarias, con independencia de su costo, dado que ningún país puede proporcionar todos los servicios gratuitamente de manera sostenible.

> La CSU no solo trata de garantizar un conjunto mínimo de servicios de salud, sino también la ampliación paulatina de la cobertura de esos servicios y de la protección financiera, a medida que se disponga de más recursos.

> La CSU no consiste solo en tratamientos médicos para las personas, sino que incluye además servicios destinados al conjunto de la población, como campañas de salud pública – por ejemplo, añadir flúor al agua o controlar los lugares de cría de los mosquitos que transportan virus que pueden causar enfermedades.

> La CSU no trata únicamente de la atención sanitaria y la financiación del sistema de salud de un país. Abarca todos los componentes del sistema de salud: los sistemas y los dispensadores de atención de salud que prestan servicios sanitarios a las personas, los centros de salud y las redes de comunicaciones, las tecnologías sanitarias, los sistemas de información, los mecanismos de garantía de la calidad, la gobernanza y la legislación.

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