CON LEGISLACIONES DESCONECTADAS

Odebrecht: Bonadio deja todo en el limbo

En una situación insólita quedó el caso Odebrecht, luego de que el juez Claudio Bonadio pidiera la captura internacional y extradición del Leonardo Meirelles, tras considerar que mintió para perjudicar al jefe de inteligencia Gustavo Arribas. Ocurre que en Brasil, al contrario, le creen a Meirelles y sospechan del actual funcionario argentino, a quien acusan de evasión, lavado de activos y fuga de divisas. Pero como las legislaciones de ambos países están desconectadas entre sí, si no hay ajuste, tampoco habrá Meirelles en Argentina, ni Arribas en Brasil.

El juez federal Claudio Bonadio dio por cierto el descargo hecho por el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, y resolvió pedir la captura internacional de uno de los arrepentidos del 'Lava Jato', el brasileño Leonardo Meirelles, por presunto falso testimonio. Meirelles había declarado ante la justicia brasileña haber pagado sobornos al jefe de la AFI por casi US$800 mil, en cinco transferencias hechas en 2013. El juez también pidió que se investigue la conducta de los fiscales argentinos Federico Delgado y Sergio Rodríguez, quienes al tomar testimonio a Meirelles no le impusieron el juramento para que diga la verdad.
 
Bonadio consideró probado "sin lugar a dudas" que Meirelles solo completó una transferencia a favor de Arribas, pero no las restantes que declaró ante la prensa, ante los fiscales Delgado y Rodríguez, ni ante los investigadores brasileños como parte de la llamada operación Descarte.
 
Según la policía y el organismo tributario brasileños, Arribas resultó el beneficiario final de múltiples transferencias por un total de US$850.000 que recibió a través de una estructura montada para lavar dinero y evadir a través de sociedades "pantalla" y cuentas offshore.
 
"Ese dinero salió de Brasil, pasó por una cuenta en Hong Kong y fue a parar a la Argentina, en una cuenta ligada al director de inteligencia de aquel país", precisó el delegado de la Policía Federal, Víctor Hugo Rodrigues Alves Ferreira, el 1° de marzo pasado, al detallar la investigación por presunto lavado de activos, fuga de divisas y evasión tributaria, bajo la supervisión de la Segunda Vara Federal Criminal de San Pablo.
 
Sin embargo, en la Argentina, Bonadio no detectó ningún rastro de esas transferencias. "Solo está acreditada la recepción en la cuenta N° CH8304835037364552000 de Gustavo Arribas en el banco Credit Suisse de la ciudad de Lugano, de una única transferencia de 70.475 dólares. Las restantes ("cuatro", "más de diez" o "catorce") NO lo están", concluyó el juez, que pidió la detención internacional del "valijero" Meirelles.
 
El dilema es que en Brasil le creen a Meirelles y sospechan, en cambio, de Arribas. Mientras que en la Argentina le creen a Arribas y sospechan de Meirelles. 
 
Ello provoca una situación insólita puesto que Bonadio sostiene que no hay asidero en lo que Meirelles dijo, y que no hay evidencia que convalide sus dichos, mientras que el caso, en su arista internacional, en Brasil, Meirelles se acogió a la delación premiada y entregó papeles, que el juez Sergio Moro envió a los países implicados, pero mientras en la Argentina se descartan, en Panamá y Perú, por ejemplo, se emplean para poder avanzar.
 
O sea, lo que en otros países se acepta, en la Argentina se descarta...
 
Ahora, ¿cómo avanzar? Bonadio dejó la situación totalmente trabada, pues, mientras aquí piden la extradicción de Meirelles, en Brasil, la misma información que aportó Meirelles sirvió para avanzar sobre Arribas y lo quieren allá.
 
Pero sucede que las legislaciones de ambos países están desconectadas entre sí, según contó el periodista de 'La Nación', Alconada Mon, mientras no haya un ajuste de legislaciones, esto quedará trabado.

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