PANORAMA

Guillermo mira para otro lado y Boca juega cada vez peor

Boca brindó otra pobre actuación tras empatar 1-1 con Junior de Barranquilla de Colombia en el partido de vuelta que correspondió a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2018. El empate parece ser un resultado más para el “Xeneize”, sin embargo, lo demostrado en este certamen continental es deprimente más si se tiene en cuenta que Boca reservó todas fuerzas para esta edición de Libertadores. Pero no se puede entender que todo compromiso que disputa, el equipo boquense lo juegue cada vez peor.

Nadie discute que Boca es puntero de la Superliga y que necesita ganar el próximo fin de semana si quiere celebrar bicampeonato de la mano de Guillermo Barros Schelotto como entrenador. No obstante, a medida que pasan los partidos, tanto del campeonato local como de la Copa Libertadores, las actuaciones del “Xeneize” son cada vez más pobres y plagadas de groseros errores que tranquilamente podrían haberle costarle carísimo. 

Una prueba de ello, fue el bochorno que armaron el último fin de semana cuando el árbitro Facundo Tello suspendió el partido que debían jugar Boca y Gimnasia y Esgrima de la Plata a causa del mal tiempo. Esta excusa, resultaría entendible que el “Xeneize” halla pedido la suspensión para reservar todas sus fuerzas físicas para afrontar el compromiso ante Junior en la libertadores, hasta ahí, pese a las versiones de la AFABostera, resultaría un motivo creíble. 

Sin embargo, lo demostrado ante “El Tiburón” fue paupérrimo, decadente y hasta demasiado inestable ya que a Boca le costó mantener el ritmo de juego que terminó pagando con la caída parcial en el primer tiempo; luego vino el empate en la segunda mitad y la avanzada de los “Rojiblancos” podría haber terminado en catástrofe.

Ante un panorama preocupante, el “Mellizo” Guillermo no toma cartas en el asunto y parece estar inmerso en esta lógica resultadista en el que no percibe el mal juego del equipo.

A esta altura de su ciclo, Guillermo no entiende que Boca defiende muy mal, no tiene fluidez en el juego y Carlos Tévez sigue en la misma posición de nueve, que no lo favorece para nada, algo que terminó con su salida del club en 2016 y su vuelta en este último mercado de pases. En este último, Boca dilapidó millones de dólares con la compra de jugadores de la talla de Julio Buffarini, Ramón “Wanchope” Ábila, la vuelta de Tévez, Emmanuel Mas y Emanuel ‘Bebelo’ Reynoso. La adquisiciones parecen ser “invisibles” porque ninguno, con la excepción de “Wanchope” Ábila en algunos partidos, no demostró absolutamente nada en la cancha.

Ahora, Boca depende de un milagro para clasificar a los octavos de final de la Libertadores sino, la debacle será inminente y los heridos serán muchos.

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