LOS CLÁSICOS DAN LA ESPALDA

Los números no cierran en Rusia: Adidas y Coca-Cola rescatan a la FIFA

Cuando falta poco más de un mes para que se inicie el Mundial Rusia 2018, los números no dan a la FIFA, el Estado conducido por Vladimir Putin no se hace cargo y el quebranto recae sobre las espaldas de los dos sponsors principales, Adidas y Coca-Cola. El escándalo por las coimas que derrocó al suizo Joseph Blatter y terminó con funcionarios presos por cargos de corrupción ahuyentó a muchas empresas de rubros tradicionalmente participantes, como los de alimentación, telecomunicaciones y seguros, que evitaron un posible patrocinio, y para colmo hay enfrentamientos políticos y entre fans que amenazan la paz en los espectáculos, según un informe que firma el profesor Emérito en Marketing Deportivo y CEO de Euromericas Sport Marketing, Gerardo Molina. Capear el temporal obliga a ambas marcas líderes en el financiamiento de la contienda a direccionar hacia Moscú presupuestos afectados a otros sponsoreos deportivos. Coca Cola, por ejemplo, suspendió el apoyo publicitario a tenistas de la cúspide del circuito internacional hasta nuevo aviso, que salieron eyectados a buscar cubrir el hueco con Pepsico, mientras que Nike inició una ofensiva para desplazar a su archirrival de la exclusividad con celebridades.

El escándalo de coimas que involucró a la FIFA y se llevó puesto a quien la presidía, el suizo Joseph Batter, junto a los dirigentes de otras partes del mundo que lo rodeaban, se convirtió en un pianta-sponsors para el Mundial de Fútbol 2018 en ciernes. Tanto, como las aprehensiones del escenario en el que se realiza, Rusia.

A esta altura se estima que la facturación tendrá, en promedio ponderado,  una baja de 34% respecto de Brasil 2014, es decir unos US$4.350 millones, cifra que hasta podría duplicarse cuando estén los números finales de la asistencia a los estadios, merchandising, publicidad en medios tradicionales y redes sociales, expendio de comidas y bebidas y la incidencia del turismo en términos generales.

Adidas y Coca-Cola, que asumieron un padrinazgo casi excluyente de la contienda, ahora cargan con el peso absoluto del financiamiento sobre sus espaldas, ya que la FIFA no podrá sumar en estas instancias patrocinadores adicionales a los actuales que compartan desventuras económicas como nunca en la historia del evento.

Un informe de situación del Mundial de Rusia de Euromericas Sport Marketing, fechado el 3 de mayo en Alemania, indica que, como no sucedía desde 1998, “algunas de las industrias más potentes del mundo no tendrán representación en la FIFA, como los son las empresas de alimentación, telecomunicaciones y seguros”.

“En las ediciones de Brasil, Sudáfrica, Alemania y Corea/Japón fueron patrocinantes las marcas, Oi, Deutsche Telekom, MTN y Korea Telekom/NTT”, precisa Gerardo Molina, reciente autor del libro “El negocio de la Pasión, las claves del Patrocinio Deportivo".

A tan breve tiempo para el inicio de la justa deportiva, giran en círculo problemas de índole no solo deportivo, sino económicos, financieros, diplomáticos y de seguridad, como nunca se había presentado una afluencia de factores semejantes.

Que el Mundial haya sido siempre el evento más visto del mundo, un escaparate de entusiasmo emocional, una catarata de adrenalina y una pasión sin límites, en esta oportunidad lo embarga la duda acerca de lo que ocurrirá con los públicos, la FIFA, los medios y las marcas.

El motivo por el que aparece este estado de ánimo expandido es que la FIFA afronta graves problemas económicos y de financiamiento, así como el nivel más bajo de empresas patrocinadoras, a lo que se le suman ingredientes atípicos y preocupantes como lo son las amenazas de naturaleza política, económica y terrorista.

Peligro de choques entre fans

Las tensiones políticas sobre el evento en tierras de Rusia han hecho que una serie de países occidentales: el Reino Unido, Islandia y Australia, le restaran apoyo a la Copa del Mundo.

En tal sentido, la primera ministra inglesa, Theresa May, confirmó que no habrá presencia de los ministros y miembros de la familia real, un eventual boicot al que se han sumado Islandia y su gobierno.

En su informe, Euromericas Sport Marketing alerta que, de modo directo e indirecto, otros países le darán la espalda, ingrediente al que se agrega la preocupación, en el más alto nivel de audiencia mundial, de que pueda perpetrarse un ataque terrorista. Ya hubo amenazas emitidas por ISIS mostrando una foto del mejor jugador del mundo Lionel Messi, a quien se ve llorando sangre y tras las rejas.

A varias compañías que han continuado su alianza, como Adidas, Coca-Cola, Gazprom, McDonalds y Budweiser, así como por las regionales Rostelecom, Alpha Bank más las anexadas de urgencia, como los ferrocarriles estatales locales, les preocupa evitar el papelón de salir perdiendo en una confrontación comercial, y el Estado ruso es clave para la puesta en marcha de esta Copa.

Los escándalos de corrupción provocaron la huida de  Visa, Sony, Castrol, Continental, Marfring y Johnson & Johnson. Estas 5 compañías patrocinaron únicamente del Mundial de Brasil, una categoría en la que, respecto de 2014, sólo continúan McDonald’s y Budweiser, detalla Molina.

Otra de las amenazas que se ciernen sobre la Copa del Mundo son los posibles enfrentamientos entre los fanáticos que provocarían un descrédito como jamás se ha conocido en el fútbol:

-¿Hay realmente peligro de vandalismo en Rusia 2018?

-¿Se volverán a ver imágenes de disturbios entre los aficionados como en la copa disputada en Francia en 2016?

Muchos medios y empresas consideran la posibilidad de tensiones políticas entre los fans ingleses y rusos. Especialmente, los titulares negativos de los medios de comunicación pueden hacer que la situación incluso se torne más tensa una vez que se produzcan los enfrentamientos.

Según el informe, una certeza sobrevuela Rusia: será un Mundial que pondrá en juego más que una copa en busca de un campeón.

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