GEOPOLÍTICA GLOBAL

Extrañando a Barack Obama: Insólita provocación de USA + Israel a Irán

USA e Israel no sólo comparten el presente de tener jefes de Estado bajo investigación judicial por sospechas de corrupción (uno, electoral; el otro, avaricia). También se necesitan mutuamente para sostener sus gigantes bélicos, los que realmente gobiernan ambas naciones, y que buscan coyunturas de conflicto favorables a sus intereses. Irán en su objetivo presente, empujando a éste país al calor de Rusia y China para sobrevivir. Terrible para la estabilidad global que los estadounidenses tengan un presidente como Donald Trump.

El pacto nuclear con Irán prevé que el régimen de los ayatolás renuncie explícitamente a perseguir el arma atómica, reduzca su infraestructura nuclear a niveles sólo útiles para la investigación médica y para producir energía.

Irán tuvo que aceptar un régimen de inspecciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) como ningún otro país fue obligado a hacerlo.

A cambio, el Consejo de Seguridad de la ONU, la UE y USA se comprometieron a levantar todas las sanciones impuestas al programa nuclear iraní y a facilitar el restablecimiento de lazos comerciales con el país.

La renuncia de Irán a su programa nuclear con fines militares finalizó uno de los mayores problemas de las últimas décadas: el temor a un Oriente Próximo nuclearizado (aunque Israel tiene poder nuclear no declarado) y ajeno a la influencia occidental.

El éxito diplomático de sentar a la misma mesa a estadounidenses, europeos e iraníes permitió especular con una resolución de conflictos armados en Afganistán, Irak y el Líbano.

La apertura iraní comenzó a alentar una clase media moderna y secularista que exige más derechos.

Pero el peor y más ilegítimo mandatario de la historia estadounidense, Donald Trump, decidió denunciar el acuerdo y retirar a su país.

Trump tildó el acuerdo nuclear con Irán como "el peor pacto jamás firmado".

Trump acusó a Irán de inclumplir el pacto por su desarrollo de misiles balísticos, acusó a Teherán de influir en "grupos terroristas" regionales como Hezbollah (¿es Hezbollah un "grupo terrorista"? ¿No acaba de ganar las elecciones en Líbano?), etc. etc.

Teherán ha rechazado negociar sobre su programa de misiles "con fines defensivos". Y ha acusado a Washington de violar el acuerdo.

Hasán Rohani, presidente de Irán, dialoguista, moderado, impulsor del acuerdo, le respondió a Donald Trump: "He ordenado a la Organización de la Energía Atómica de Irán prepararse para restablecer [el enriquecimiento de uranio] a nivel industrial. Esperaremos todavía algunas semanas más para restablecer nuestro programa. Todo dependerá de los intereses de la nación".

El Presidente no ha detallado a qué nivel piensa enriquecer uranio, de hacerlo. Una bomba requiere más del 90%. Bajo el acuerdo nuclear, no puede superar el 3'67%.

De esta forma, Irán ha colocado el peso de la solución sobre el tejado de China, Rusia y, especialmente, la Unión Europea y el llamado E3, Reino Unido, Francia y Alemania.

Trump se encuentra aconsejado por 'halcones' que en verdad son simpatizantes de Israel y/o Arabia Saudita, como John Bolton y Mike Pompeo.

Israel y Arabia Saudita son aliados en Medio Oriente y gozan del respaldo de USA, tal como quedó en evidencia en Iraq y Siria.

De poco sirvió la presión combinada de Francia, Alemania y Reino Unido. Trump decidió fracturar a Occidente y mantener su obsesión de hombre mediocre: destruir el legado de Barack Obama.

“El acuerdo descansaba en una gigantesca ficción: que un régimen asesino deseaba solo un programa nuclear pacífico. Si no hacíamos nada, el mayor patrocinador mundial del terrorismo iba a obtener en poco tiempo la más peligrosa de las armas”, se justificó Trump.

El acuerdo del 14/07/2015 en Viena (Austria), se forjó un acuerdo tras 2 años de negociación que permitió que 2 enemigos, después de 35 años, pudieran complementarse para rebajar la tensión nuclear, respaldados por otras 5 potencias (China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) que actuaban como un estabilizador ante las presiones bélicas de Israel y Arabia Saudí, que promueven la destrucción de Irán.

¿Irán también abandonará el pacto alegando su incumplimiento por Washington y reiniciará su programa nuclear? No sería conveniente.

Trump quiere castigar a los aliados de Irán: ¿qué hará con la petrolera francesa Total, que ha anunciado inversiones en gas por US$ 4.800 millones?

Ahora, el principal objetivo de Irán, explicó el jefe del ejecutivo, es asegurarse de que la retirada de USA, y el retorno de contundentes paquetes de sanciones, no se traduzca en que empresas no estadounidenses, especialmente europeas, dejen de negociar con su país.

El corrupto 1er. ministro Benjamín Netanyahu siempre impugnó la pretendida paz nuclear.

No le ha servido que Irán cumpla escrupulosamente con los términos del acuerdo.

Ni que se haya bloqueado el enriquecimiento de uranio y plutonio, cerrado instalaciones y sacado del territorio iraní la mayor parte del combustible.

Netanyahu quiere impedir la recuperación económica iraní.

Trump arremetió contra Irán desde que era candidato presidencial.

Ya Presidente, en octubre 2017 decidió no validarlo en su revisión cuatrimestral y dejó que fuese el Congreso quien determinase su futuro.

Las Cámaras se lo devolvieron intacto, y en enero 2018 Trump comenzó a plantear su lo dejaría caer.

Trump cuestionó que Irán tenga una injerencia “terrorista y desestabilizadora” en Siria y Yemen. ¿Y USA no aparece en forma ilegan en Siria, igual que Israel? En Yemen, Irán pulsea con Arabia Saudita.

Emmanuel Macron le ofreció a Trump ofreció mantener con vida el acuerdo mientras se negociaba otro sobre misiles y estabilidad zonal.

Trump dijo no.

En presencia de Macron, Trump calificó lo acordado en Viena de “ridículo, demencial y ruinoso”.

Ahora, Trump no pudo avanzar en su pulseada con Corea del Norte, una sucursal de China; pero decidió que Irán era un adversario más posible.

"El JCPOA (Joint Comprehensive Plan of Action) no es un pacto entre Irán y USA", subrayó el Presidente. "El JCPOA es un acuerdo multilateral aprobado por la ONU. Lo que ha demostrado esta noche USA es que no se compromete en los acuerdos que firma, tal como ocurrió con el acuerdo sobre el Clima de París u otros acuerdos comerciales".

La decisión de Donald Trump supone un duro golpe para el gobierno pragmático de Rohani, uno de los artífices del pacto nuclear, tocado de muerte, por haberlo defendido a capa y espada frente a los radicales, que siempre han denunciado que "América no es de fiar".

Rohani trató de vender optimismo. "Aseguro a la nación iraní que el Gobierno, desde meses atrás, se ha preparado para una situación así", aseguró. "La gente no experimentará ningún problema serio en su vida diaria durante los próximos meses".

Y sentenció a los estadounidenses, en correspondencia al mensaje de Trump a los iraníes: "Lo siento por la nación estadounidense porque su Gobierno los haya deshonrado".

Esta radicalización ideológica sitúa la ruptura del acuerdo en un ciclo político que va más allá de Oriente Próximo y alcanza a la negociación con Corea del Norte. Para los radicales, el varapalo a Teherán le permite a Trump mostrar su fortaleza ante Kim Jong-un y exigirle un acuerdo de máximos. El propio Trump lo hizo ver en su discurso: “USA no lanza amenazas vacías. Cuando prometo algo, lo mantengo y ahora mismo Pompeo se dirige a Corea del Norte. Esperemos alcanzar un pacto”.

Es una interpretación que los demócratas no comparten. Para ellos, la salida pulveriza la credibilidad de USA. “Después de esto, ¿quién puede confiar en los acuerdos internacionales que Estados Unidos negocia?”, se preguntó Ben Rhodes, uno de los cerebros del acuerdo.

No es una opinión aislada. La mayoría de los expertos considera que con la ruptura, la Casa Blanca demuestra que cualquier pacto, antes que a su propio cumplimiento, ha de someterse a la doctrina del América Primero. No es sólo que el magnate republicano polarice a sus ciudadanos. Lo hace con el mundo. Agiganta la fractura con los aliados, reabre la inestabilidad nuclear en Oriente Próximo y da un espacio privilegiado a la narrativa israelí. Rotos los puentes, Estados Unidos se aísla y el planeta se vuelve más inseguro. Ese es, de momento, el legado de Trump.

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