LA INFLACIÓN SE COMIÓ LA PAUTA MEDIO AÑO ANTES

La cláusula-gatillo salarial presiona sobre la sien

La inflación del cuatrimestre ya hizo añicos el tope salarial del 15% para todo el año y tanto los gremios como las provincias que se habían alineado con la pauta oficial recalculada a fin del año pasado: comercio, sanitarios, petroleros, luz y fuerza, UTA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y San Juan, accionan el gatillo que incluyeron al firmar, con o sin la anuencia de las autoridades, y manejan hipótesis de suba adicional de 8/10 puntos. La revisión de los acuerdos paritarios para el caso de que la inflación supere lo acordado, siguiendo el esquema delineado por la cartera laboral, se había establecido para setiembre, pero ya se habla de adelantarla a agosto, como consecuencia del efecto combinado de devaluación y tarifazos que se propaga a junio y julio. En el ínterin, los gremios más poderosos que faltaban cerrar negociaciones, como el de camioneros o gastronómicos, pretenden entre 23 y 27% para estampar la rúbrica. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, insistió el jueves pasado con que la inflación (¿de dónde?) está en un sendero de baja y que hacia esas metas piensan adecuar las expectativas de la economía. La Administración Macri advierte a los sindicalistas sobre el riesgo de recesión y desempleo si se las va la mano, pero lo cierto es que aún con el tope salarial la economía se fue de las manos. Marchas, movilizaciones y conflictos se avizoran en el corto plazo.

El líder del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, hizo primera, como los viejos fulleros aconsejan en el truco, y pegó un golpe sobre la mesa paritaria con el 27% de aumento, en momentos en que el tope del 15% que habían firmado varios gremios, entre los principales, el de Comercio, Obras Sanitarias, Petroleros, Luz y Fuerza y UTA, agonizaba en medio de las corridas cambiarias que llevaron el dólar a $22 y luego a $25, en apenas un par de semanas.

El titular de los Gastronómicos e interventor del PJ, Luis Barrionuevo, ni lerdo ni perezoso, empezó exhortando al colega de la logística a que no tire nafta al fuego con su reclamo salarial, pero se guardó para quedar en condiciones de despacharse con un 25% mínimo.

Los convenios de aceiteros y bancarios se habían cerrado en 20% contando los adicionales y otros pagos, y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), de Antonio Calo, acordaba 18% más un bono no retributivo de $5.000.  

Los que se pintaron de guerra para lo que viene son los estatales UPCN y ATE, en los que no sólo los salarios encabezan la agenda sino que reclaman por las jubilaciones y por las perspectivas preanunciadas de despidos en el sector público.

De los que faltan, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, bajo responsabilidad de Rodolfo Daer, y la Federación Argentina de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), que conduce Carlos West Ocampo, preparan un embate para cuando se abran los convenios colectivos, que en el caso del integrante del triunvirato de la CGT implica enfrentarse con los pesos pesados de ramo, empezando por Arcor.

La multinacional cordobesa advirtió que el acuerdo salarial vigente ya había contemplado un aumento del 24% respecto a los básicos vigentes a abril del año, pasado para las remuneraciones de todas las categorías, a abonarse un 12% desde mayo y el restante 12% a partir de septiembre del año pasado, y que no estaba en sus planes reconsiderarlo.

En el caso de sanidad, existe una presión muy fuerte de la cartera de la Producción, a cargo de Francisco Cabrera, para evitar el traslado a la cuota de las prepagas (reguladas por el Estado) de los incrementos salariales que se dispongan, dada la sensibilidad del Índice de Precios al Consumidor (INdEC) para captarlo.  

La perspectiva es que con la inflación de mayo y junio, el semestre termine deglutiendo la pauta del 15%, recalculada por la mesa chica de la economía  para todo el año y que anunciara el 28 de diciembre el jefe de Gabinete Marcos Peña.

Es la secuela que dejaron la corrida cambiaria y las medidas adoptadas por el Banco Central para enfrentarla, como que el dólar se deslice a $25 y la tasa de interés al 40%, cuyas consecuencias aún están aterrizando en las listas de precios o esperan el turno para hacerlo en las próximas semanas.

Venían en primera fila en la cola en las planillas de los costos el tarifazo complementario de comienzos de mes, la indexación de arrastre, el estirón inicial del dólar, el posterior y la tasa de interés.

Conteste del festival de remarcaciones en ciernes, la gobernadora María Eugenia Vidal emitió veladas advertencias a los formadores de precios, en especial de la alimentación, para que moderen los aumentos y buscó acercamientos con entidades de base para exteriorizar una creíble preocupación oficial por las economías hogareñas.

En el top 10 de categorías de productos que más aumentaron en la 1ra quincena de mayo, según consigna el reporte de Focus Market que registró el Scanntech (lector de código de punto de venta) en 515 puntos de venta en todo el país, se encuentran la harina (+15,3%), pastas secas (+7,7%), galletas (+2,7%), gaseosas (+3,3%), cervezas (+3,9%), yerbas (+4,2%), aceite (4,2%), queso untable (+4,1%), detergente (+2,5%), pan de molde (+2,1%), lámparas (+9,3%) y flanes (+6,7%).

Todos visten las góndolas de los supermercados y los dedos alcanzan para contar las fuentes de entrega concentradas, con lo cual la mandataria no habrá tenido demasiados problemas en enterarse quiénes son. Por las dudas, van un par de nombres: Unilever y Procter & Gamble con el 10%.

Vuelta la burra al trigo

La revalorización cambiaria del trigo impactó en la harina y de ahí en galletitas, panificados, pastas, que para la 2da mitad de mayo tienen en carpeta 5/7%.  Las oleaginosas trasladan la incidencia a los aceites, que tienen un 20% pendiente, conforme anticiparon telefónicamente a las cadenas regionales de supermercados.

Inclusive, desde la Cámara Argentina de Supermercados, su vocero habitual, Fernando Aguirre, reveló que hubo tensiones con proveedores como Molinos, porque manejan dos listas, mientras su colega Juan Vasco Martínez, de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), señaló que se vienen subas entre 6 y 12%. Alberto Guida, de la Cámara Argentina de Distribuidores Mayoristas (CADAM), afirma que el impacto de las alzas se verá en junio.

El pass through aderezado con las tarifas sobredolarizó los precios, sin que los salarios acompañen esa dinámica. La Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) midió que los ingresos mínimos bajaron al elevarse el divisor cambiario: de  u$s 589 a los actuales u$s 384, o sea, 34,8% menos en dos años y medio.

Sólo el último año perdieron 27%, lo cual se refleja en el poder adquisitivo de productos de primera necesidad.

"Tomando 10 artículos de consumo masivo, el peso sobre el salario en dólares en la Argentina es superior al 3,87%", enfatizó el análisis del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav. En el ranking de Latam se ubica 3ro, sólo por detrás de Colombia y Brasil.

En el plano regional doméstico, los índices de inflación de las últimas semanas forzaron a más provincias a adelantar la revisión de los acuerdos salariales, activando la cláusula gatillo, de acuerdo a lo previsto a principios de año.

Fueron adelantados en el año para la fijación de sueldos Córdoba, Santa Fe, San Juan y Mendoza, siguiendo los lineamientos orientados por el Gobierno nacional hacia un horizonte de suba fija anual de 15%, que la crisis por las tarifas y la suba del dólar no tardaron en desactualizar.

Córdoba había sido la primera provincia en corregir de manera automática el incremento salarial en el sector público y acordar con diferentes gremios. El gobernador Juan Schiaretti anunció que se activará la "cláusula gatillo" en los salarios de los estatales de mayo, debido a que "la inflación acumulada en los primeros cuatro meses del año (9,97% en la provincia) superó los porcentajes pautados" en paritarias (15% para docentes y 11% para estatales). Será de 1,97% retroactivo a abril.

En Santa Fe, la cláusula de actualización se aplicará en junio y julio si se confirma que la inflación a mayo supera el 9%. En San Juan, el acuerdo salarial del 17% en dos tramos alcanzado en marzo con docentes y estatales por el gobierno de Sergio Uñac expiró a los dos meses de gestarse.

El mendocino Alfredo Cornejo se tomó mayo de respiro para ver cómo se pondrán al día a partir de junio con este desfase salarial acaecido 5 meses antes de lo acordado, ya que la mayoría de los gremios estatales habían aceptado 15,7% en 3s cuotas (5% en enero, 5,2% en junio y 5,5% en noviembre) con cláusula gatillo, en tanto que para los docentes del SUTE les dio ese 15,7% en 3 veces sin cláusula gatillo.

Dejá tu comentario