REFORMA EN SANTA FE

Lifschitz insiste con su reelección, pese al rechazo de Cambiemos y el PJ

Avanza en el parlamento de Santa Fe un proyecto de reforma constitucional impulsado por el gobernador socialista Miguel Lifschitz que busca, entre otros puntos, legalizar la reelección en la provincia. Desde la oposición, Cambiemos asegura que una reforma así "no puede tratarse en 40 días" y busca patearlo para 2019, mientras que el PJ rechazó en una primera instancia aunque se encuentra dispuesto al diálogo.

Avanza en la Cámara de Diputados santafecina un proyecto impulsado por el gobernador Miguel Lifschitz que busca, entre otros puntos, incorporar la reelección en el Ejecutivo provincia, hasta ahora impedida por la Constitución local.

En concreto, obtuvo dictamen en la Comisión de Asuntos Comunales la propuesta que promueve la autonomía de los municipios, la implementación de la figura del balotaje y limitar a dos períodos de cuatro años todas las funciones electivas, incorporando la hasta ahora vedada reelección del titular del Poder Ejecutivo local.

Otra posibilidad que ofrecería la reforma es la incorporación de los juicios por jurados ajustándose a la constitución nacional. La iniciativa ahora fue girada a la de Educación. Además, del presentado por el Poder Ejecutivo, existen otros tres proyectos paralelos que plantean retoques totales o parciales a la Carta Magna provincial.

"Seguramente lo que habrá en las comisiones serán estrategias para dilatar la discusión. Nadie tiene argumentos para decir que no es el momento. No es que querramos imponer nada, hace 24 años que se está discutiendo una reforma en la provincia de Santa Fe. El Gobernador lo anunció en su discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias en 2016, creó un área específica, entonces nadie se puede sorprender", expresó el diputado Fabián Palo Oliver.

"Hace un año que se lanzó un programa de consulta, han opinado especialistas de la academia, constitucionalistas, las universidades, las distintas organizaciones no gubernamentales. La verdad que decir que no hubo un proceso de discusión es faltar a la verdad y desconocer a los que se han involucrado seriamente en el proceso", agregó.

Para que la norma pase Diputados, el Frente Progresista debe conseguir dictamen en tres comisiones. El trámite no es tan difícil porque el oficialismo tiene las presidencias del trío. En el recinto tiene mayoría pero le hacen falta 34 de los 50 votos (dos tercios). En el Senado se complica el avance: once senadores son peronistas, seis radicales y dos socialistas.

En ese sentido, desde la oposición referentes de Cambiemos rechazaron días atrás el proyecto oficialista. “La reforma busca la reelección del gobernador Lifschitz, comprendo que él tenga ganas, pero hay que respetar las instituciones y cumplir con la ley”, sostuvo al respecto el intendente de Santa Fe, José Corral.

Además señaló que la reforma “debe discutirse con tiempo y una amplia participación de la ciudadanía”, y criticó al partido del gobernador, “que pido que salga en 40 días”. Efectivamente, el oficialismo quiere que la norma salga en junio.

Además, Corral explicó que Cambiemos está dispuesto a discutir en el 2019 la reforma de la Constitución provincial vigente, “haciendo hincapié en una amplia participación de la ciudadanía, porque hay que pensar cómo le damos más poder a la gente y no a los políticos”.

Por el lado del PJ, también hay rechazo a la norma. El titular del peronismo provincial, Ricardo Olivera sostuvo que el partido "siempre fue reformista" y que "fue el primero que quiso llevar adelante" la reforma. "Pero con este proyecto nosotros vemos que hay dos vicios de origen: uno es político y el otro es técnico legislativo", aseguró.

"Si la prioridad de la reforma es la reelección del gobernador, me parece complicado que el peronismo pueda acompañarla", sentenció.

Además cuestionó los plazos para realizar las internas para elegir los convencionales, que son 60 días; después hay 90 días para elegir a los convencionales en la elección general y después 40 días para una Asamblea Constituyente. "Me parece que nosotros tenemos que ser responsables y no podemos aceptar esos plazos", aseguró la semana pasada, tras una reunión de la mesa chica del PJ.

Con el proyecto en la Legislatura, Lifschitz va a jugar a fondo para que se trate y, en caso de no ser así, que alguien pague el costo político de negarse públicamente a una reforma constitucional. El justicialismo no quiere ser quien entierre el proyecto y por eso apuesta a seguir debatiendo cada uno de los temas propuestos por el gobernador.

 

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